La cuestión no es con nosotros

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Llamó la atención la furibunda diatriba lanzada por el titular del MOPC, Ramón Jiménez Gaona, contra el director de nuestro diario, a raíz de la publicación sobre posible corrupción en la construcción del viaducto de Aviadores del Chaco y M. Lynch. La publicación a la que aludió el ministro como injuriosa no era más que una reproducción literal de lo que el día antes había publicado el diario español El Mundo, basado en una investigación realizada por la Comisaría General de la Policía Judicial española. Desde el momento en que nuestro diario no ha emitido juicio de valor acerca de los cargos sostenidos por la citada autoridad española contra la empresa de ese país Isolux Corsán –constructora del viaducto– por el supuesto pago de coima a funcionarios de alto nivel del MOPC, en vez de satanizar a nuestro director, lo que el ministro Jiménez Gaona hubiese hecho, para deslindar responsabilidad institucional con total transparencia, era anunciar una exhaustiva investigación al interior de su Ministerio para confirmar su apriorística confianza en la honestidad de sus principales colaboradores, porque la cuestión no es con nosotros.

En conferencia de prensa convocada en la víspera en la sede del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), el titular de dicha cartera de Estado, Ramón Jiménez Gaona, negó categóricamente que él, o sus colaboradores, hayan recibido coima alguna de parte de la empresa española Isolux Corsán, constructora del viaducto ubicado en la intersección de las avenidas Aviadores del Chaco y Madame Lynch. Esa posibilidad surgió de una investigación realizada por la Comisaría General de Policía Judicial (Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal) española, contenida en un frondoso expediente, noticia de la que se hizo eco ABC Color.

La furibunda diatriba lanzada por el ministro en contra de nuestro director sorprendió a los periodistas presentes en la ocasión, habida cuenta de que la publicación de ABC Color a que hizo alusión el señor Jiménez Gaona como injuriosa, no era más que una reproducción literal de lo que el día antes había publicado el diario español El Mundo, basado en la investigación aludida. Esta busca dilucidar denuncias de corrupción que pesan contra empresas españolas que habrían pagado sobornos para conseguir contratos de obras en el exterior.

En este caso, la pesquisa tiene en su mira a Jordi Pujol Ferrusola –hijo de un prominente político de Cataluña, del mismo nombre–, quien es socio fundador de la empresa Active Translation, a la que la justicia española acusa de haber cobrado una “comisión” por la obra del viaducto construido en Paraguay por la empresa española Isolux Corsán. Entre otras cosas, basada en un correo electrónico remitido el 24 de diciembre de 2013 por Mario Maxit a Ernesto dos Santos, quien aparece como el intermediario paraguayo, la Policía Judicial española concluye que: “Ernesto Manuel dos Santos Bedoya presume de tener contacto directo con el ministro de obras de Paraguay, y de poder modificar los pliegos de licitaciones, consiguiendo que no descalifique a ISOLUX CORSÁN por los índices, o que se modifiquen estos índices para que no se produzca la descalificación, además de poder alterar otros parámetros como los plazos”.

Al respecto, lo único que nuestro diario ha agregado a la publicación del medio colega español es la fotografía de 2014, en la que se los ve al señor dos Santos y a la directiva de la empresa Isolux Corsán en compañía del ministro Jiménez Gaona en ocasión de una visita al ministerio, lo que confirma su calidad de interlocutor válido para lo que fuere ante el MOPC, como lo sostiene la Policía Judicial española.

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Por lo demás, a los efectos de contrastar la publicación del diario El Mundo con las palabras del ministro, y así poder ofrecer a nuestros lectores el tañido de la otra campana, intentamos sin éxito conocer su opinión al respecto, la que no fue respondida pero que, sin embargo, apareció en catarata en la reunión de prensa convocada por el alto funcionario.

Desde el momento en que nuestro diario no ha emitido juicio de valor alguno acerca de los cargos sostenidos por la Policía Judicial española contra la empresa Isolux Corsán por el supuesto pago de coima a funcionarios de alto nivel del MOPC, en vez de satanizar a nuestro director, lo que el ministro Jiménez Gaona hubiese hecho, para deslindar responsabilidad institucional con total transparencia, era anunciar una exhaustiva investigación al interior de la institución a su cargo para confirmar su apriorística confianza en la honestidad de sus principales colaboradores. Más aún, tratándose de un escándalo que trasciende los límites de nuestro propio país, como en su calidad de máximo responsable institucional de la honorabilidad sectorial del Gobierno nacional del que forma parte. Así como aparece en la mencionada investigación española, se tiene la impresión de que sus colaboradores le han estado pasando la pelota entre las piernas, mientras él ponía la mano en el fuego por ellos.

Para aclarar la situación ante la ciudadanía con un juicio ecuánime acerca del grave hecho de corrupción apuntado por la Policía Judicial española como ha ocurrido en nuestro país en el ámbito de su responsabilidad institucional, el ministro Jiménez Gaona debe asumir responsablemente el compromiso de investigar la grave denuncia para sacudirse del lodo que ha sido lanzado sobre sus espaldas y sobre la institución a su cargo.

Su apelo al exabrupto se presta más a suspicacia pública que a confianza en su gestión. Los agravios gratuitamente proferidos contra el director de nuestro diario, tomándolo como chivo expiatorio en la sospecha de corrupción que involucra a su Ministerio, restan seriedad y credibilidad a sus protestas de honestidad y transparencia de gestión.

Sus duros cuestionamientos en cuanto a la integridad y seriedad de ABC Color y de su director inducen a sospechar que el ministro no dice todo lo que sabe respecto de este caso. Mientras minimiza los factores contractuales y situacionales inherentes a la construcción del viaducto y que involucran al señor Ernesto Manuel dos Santos como habiendo supuestamente influenciado cambios en los pliegos de la licitación, así como en los índices de solvencia exigidos a las empresas interesadas en la construcción como nexo con la empresa Isolux Corsán, el ministro Jiménez Gaona coloca a nuestro diario como el gran culpable del escándalo que salpica a su repartición. Nada más lejos de la verdad. La cuestión no es con nosotros.

El ministro es uno de los funcionarios estrella del “nuevo rumbo” anunciado por el presidente Horacio Cartes cuando asumió su actual cargo, al ocupar una de las carteras más importantes y donde se maneja la mayor cantidad de recursos financieros. Por eso, debe dejarse de gastar “pólvora en chimangos” y aclarar debidamente las graves insinuaciones contra su Ministerio derivadas de la investigación española, que ya en su fase inicial está apareciendo similar a otro escándalo internacional de corrupción cuyo protagonista estrella es la empresa brasileña Odebrecht en colusión con presidentes, ministros de obras públicas y políticos influyentes a lo largo y ancho de los países latinoamericanos