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Si bien no existe aún una información oficial sobre la desaparición definitiva de los 44 tripulantes del submarino argentino ARA San Juan, perdido en el mar, la suspensión de la búsqueda de sobrevivientes por parte de la Armada de ese país parece indicar el final menos deseado como corolario de la tragedia.
Más allá de las vicisitudes de la historia, para el sentimiento colectivo de fraternidad del pueblo paraguayo no hay nación más cercana a los afectos de los paraguayos que la Argentina. No solo por vínculos de vecindad y cultura, sino porque en circunstancias difíciles para el Paraguay, ya sean políticas o económicas, les abrió sus puertas a nuestros compatriotas que huían de la intolerancia o que buscaban un mejor porvenir. Ello ha motivado que desde hace muchos años, y hasta hoy, en su territorio resida la mayor colonia de paraguayos en el extranjero, así como millones más de sus descendientes. Por esa razón, la tragedia que enluta al pueblo argentino por la desaparición de los 44 tripulantes del submarino “ARA San Juan” es también motivo de hondo pesar para todo el pueblo paraguayo.
Nuestro diario, como caja de resonancia de las inquietudes ciudadanas de la Nación guaraní, hace llegar a todos los argentinos y argentinas, en particular a las acongojadas familias de las víctimas del trágico suceso, las más sentidas condolencias por la irreparable pérdida de sus seres queridos.
Nos unimos también al sentimiento institucional de pesar que sobrelleva la Armada de la República del Paraguay, indisolublemente hermanada con la Armada de la República Argentina (ARA), que ha perdido a su submarino “San Juan”, con 44 aguerridos tripulantes a bordo, incluida la guapa primera oficial submarinista de la América del Sur: Eliana Krawczyk. Ella y ellos murieron en cumplimiento del sagrado deber de patriotismo que, aunque voluntariamente asumido, estaba dedicado a la defensa de la soberanía marítima de su Patria, y por lo mismo, del interés general de todos los argentinos y argentinas que, de hoy es más, los recordarán como héroes de la nacionalidad.
Es deber de patriotismo honrar la memoria de hombres y mujeres que con el sacrificio de sus vidas han servido honorablemente a su Patria, en la paz y en la guerra, como los que en esta ocasión sucumbieron en el fondo del Océano Atlántico a bordo del “ARA San Juan”. Gratitud ciudadana que sin duda fue demostrada con el preocupante seguimiento realizado por los medios de comunicación, tanto por el pueblo argentino como los de toda la región, incluyendo al Paraguay, y por el dolor que se evidenció una vez confirmado el trágico fin del submarino y todos sus tripulantes.
Más allá del sentimiento de pesar que embarga al pueblo argentino y a sus fuerzas armadas, en particular a la ARA, por tan sensibles pérdidas humanas, queda como legado para todos ellos confiar en una mejor suerte en el servicio a la Patria, preservando, no obstante, el mismo espíritu de servicio del que dieron muestras los tripulantes del malogrado submarino “ARA San Juan” en defensa de los altos intereses de su nación patrullando las profundidades de su mar territorial.
La tumba de estos héroes será, no los cementerios localizados en ciudades y provincias, sino toda la inmensidad del territorio de la República Argentina. Concomitantemente, sus recuerdos perdurarán, no solo en el corazón de sus familiares, sino también en la memoria colectiva de la Nación Argentina por todos los tiempos. Así, el mérito de Eliana Krawczyk no será testimoniado meramente con la inscripción de su lápida en el cementerio de Oberá, en la provincia de Misiones, vecina de nuestro territorio, sino en el corazón de todos los argentinos y paraguayos. Y así como ella, sus demás compañeros de la trágica odisea que también lamentamos como hermanos que somos por sangre, cultura y geografía.
¡Paz en sus tumbas!