Alrededor de las 4:15, uno de los responsables del monitoreo del circuito cerrado del penal notó el movimiento de un bulto negro en la vereda de la calle México. El incesante ladrido de un perro de la cuadra también alertó a uno de los guardiacárceles apostados en el mismo sector.
Tras la alarma, el guardiacárcel Óscar Ojeda confirmó que efectivamente se trataba de un interno que intentaba ganar la calle a través de un túnel. La noticia movilizó a los demás miembros de la seguridad y varias patrulleras policiales que estaban en las inmediaciones.
En cuestión de segundos, el sitio fue rodeado, los reos Ilario Villalba Álvarez (28) y Arnaldo Bobadilla Garay (24) fueron reducidos en el interior del túnel, mientras que el tercer involucrado, Nelson Ramón Cuevas Leiva (21), ya había salido de la galería y estaba sentado a un costado de la excavación, dentro de su celda.
El calabozo donde estaban recluidos los tres involucrados está a menos de tres metros del muro y era parte de una escuela, que por falta de espacio fue anexado al pabellón N° 1, señalaron las fuentes. Los tres internos se atribuyeron la excavación del túnel y relataron que lo concluyeron en apenas siete horas de incesante trabajo.
"Conseguimos una pala, un par de baldes, un cincel, fabricamos una soga atando varias sábanas y comenzamos el trabajo. Mientras uno alumbraba con un foco, los otros dos sacábamos la tierra que era muy blanda, lo que facilitó el trabajo", relató Ilario Villalba Álvarez.
Agentes de Criminalística confirmaron que el túnel era de 6,50 metros de largo, con un diámetro de 70 por 50 centímetros y una profundidad promedio de un metro. "Los internos hallaron una antigua excavación, que fue mal rellenada, lo que les facilitó el trabajo", señalaron agentes de la policía intervinientes.
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