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El defensor de uno de los cuatro efectivos policiales investigados por el asesinato de un balazo del niño José Alejandro López Coronil (4), ocurrido hace un mes en esta capital departamental, denunció que la mafia policial protege a otro de los agentes implicados, el oficial 2° Rubén Pintos, para desvincularlo del caso.El abogado Rolando Cáceres, quien defiende al suboficial Julio César Arévalos, dijo que los altos jefes policiales protegen a Pintos porque es yerno del comisario principal Adolfo Von Zastrow, director general de Interpol Paraguay.
Cáceres señaló que su cliente no había entregado su arma por confiar en la investigación dirigida por el fiscal Édgar Torales, pero este fue apartado de la causa y el caso pasó a manos de su colega Graciela Ortiz.
El letrado afirmó que Von Zastrow "metió la mano" para que no se investigue a su yerno.
"Tal es así, su yerno no fue investigado en principio pese a que era el responsable del procedimiento. Recién con la investigación de Ortiz fue imputado", manifestó Cáceres.
Al ser consultado por qué su cliente no entregó su arma, el profesional del derecho reveló que Arévalos estaba temeroso por la presiones que había y la investigación inicial.
Afirmó que había desconfianza, tanto hacia la institución a que pertenece como el investigador que dirigía la causa. También por el hecho de que su cliente no acató algunas órdenes como cubrir a los altos mandos.
Además de Arévalos y Pintos, son investigados por el crimen los agentes de Interpol Martín Valdez y Marcos Orué y el funcionario policial Miguel Tintel.
Cáceres señaló que su cliente no había entregado su arma por confiar en la investigación dirigida por el fiscal Édgar Torales, pero este fue apartado de la causa y el caso pasó a manos de su colega Graciela Ortiz.
El letrado afirmó que Von Zastrow "metió la mano" para que no se investigue a su yerno.
"Tal es así, su yerno no fue investigado en principio pese a que era el responsable del procedimiento. Recién con la investigación de Ortiz fue imputado", manifestó Cáceres.
Al ser consultado por qué su cliente no entregó su arma, el profesional del derecho reveló que Arévalos estaba temeroso por la presiones que había y la investigación inicial.
Afirmó que había desconfianza, tanto hacia la institución a que pertenece como el investigador que dirigía la causa. También por el hecho de que su cliente no acató algunas órdenes como cubrir a los altos mandos.
Además de Arévalos y Pintos, son investigados por el crimen los agentes de Interpol Martín Valdez y Marcos Orué y el funcionario policial Miguel Tintel.