En caso de secuestro, no resistirse, dice ‘Nika’ Debernardi

No resistirse es uno de los mensajes que María Edith ‘Nika’ Debernardi aconseja a Cecilia Cubas en caso de que esta pueda leerla. Cerca de enfrentar otro juicio oral, esta vez con Carmen Villalba y su esposo Alcides Oviedo y a punto de cumplirse tres años del secuestro, su esposo Antonio Debernardi pide pena de muerte para secuestradores como única manera de enfrentarlos.

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Cerca de cumplirse tres años del secuestro de María Edith Bordón de Debernardi, su esposo Antonio enfatiza: "Con estos tipos no se tiene que tener contemplación, tienen que ser liquidados. En este país tenemos que aplicar la pena de muerte para esta gente. Yo soy uno de los que piden la pena de muerte para los secuestradores". Su esposa ‘Nika’ acota: "Lo que pasa es que cuando a uno le toca de cerca es diferente".

- Si Cecilia pudiera leerla, en algún diario que le den, ¿qué le diría Ud., ‘Nika’?

- ‘Nika’: ¿Será que le van a pasar un diario? (ella llegó a recibir materiales de lectura, pero publicados antes de su secuestro).

Antes que nada le diría a Ceci que yo no me haría la arisca, eso es muy importante, no resistirse, no perder los estribos, no... Pienso que tiene que tener mucho equilibrio, pensar mucho antes de decir cosas o hacer cosas. Hay momentos en que uno quiere salir corriendo y si no te matan, te van a maltratar.

- Usted se resistió también en algunos momentos.

- ‘Nika’: Lo que pasa es que a mí me largaron dos meses después de haber sido secuestrada ¡Fueron 64 días! Tenía las muñecas rotas de las esposas. Yo no me olvido cuando Martí me golpeaba la cabeza con el...

- Antonio: Y ligó algunos tongos también. Lo que pasa es que ella tenía altibajos, había días en que estaba muy nerviosa.

- ‘Nika’: A mí me dopaban y mediante eso uno aguanta también. Porque había días en que parecía que las cuatro paredes me iban a aplastar.


FRENTE A FRENTE CON EL "GUARDIA BUENO"

Si las cosas funcionan como debieran, María Edith Bordón de Debernardi tendrá que enfrentarse en un juicio oral junto con Carmen Villalba y su esposo Alcides Oviedo. Será la primera vez, según su denuncia, en que volverá a ver la cara a quien fue su custodio personal y a la mujer (Carmen) que entraba a doparla.

- ¿Ud. vio en poder de la gente que la secuestró armas de calibre de guerra como las que se vieron en el secuestro de Cecilia?

- ‘Nika’: Quienes me secuestraron tenían una gran cantidad de armas, ametralladoras, granadas...

- Ahora que Carmen tiró sus granadas en el momento de la captura y se bajó con una ametralladora, muchos recién creyeron.

- Antonio: Ella tiró tres granadas de mano, una explotó y las otras dos no explotaron. Si hubiesen explotado, hubieran muerto todos los policías que los seguían.

- ¿Cómo esperan el juicio?

- ‘Nika’: Ojalá que se haga. Verle otra vez a esta gente para mí es mortal.

- Antonio: Va a ser pesado porque va a ser revivir otra vez.

- Alcides Oviedo era el supuesto ‘guardia bueno’, según usted ¿Alguna vez le vio la cara?

- ‘Nika’: Sí, era él. Le vi varias veces sin su pasamontañas, le reconocí ya a él perfectamente y a ella también.

- ¿Qué le diría si se encontrara cara a cara con él?

- ‘Nika’: Le voy a decir: "Lo que es la vida, nos volvemos a encontrar, con la diferencia de que esta vez yo estoy libre y sos vos el prisionero", finalizó el matrimonio Debernardi.

María Edith Bordón de Debernardi fue secuestrada el 16 de noviembre del 2001, cerca de las 9:00 de la mañana en el parque Ñu Guazú. También en su caso fue cambiada tres veces de vehículo. Los secuestradores se comunicaron con la familia recién 17 días después.

‘Nika’ fue devuelta a su hogar el 19 de enero del 2002, cerca de las 2:30 de la madrugada, tras haber permanecido 64 días secuestrada. Con este episodio empezó la industria del secuestro en el país, que avanza con goleada a favor de los secuestradores.


Texto: Mabel Rehnfeldt; foto: Daniel Ortiz
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