60 años de despliegue teatral

La compañía Roque Sánchez-Graciela Pastor, en los últimos 60 años, desplegó talento sobre distintos escenarios. Para celebrar tanto tiempo de permanencia, la agrupación –hoy liderada por Alberto Sánchez Pastor– lleva a escena la obra Plata yvyguy rekávo, de Mario Halley Mora.

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“Es una obra clásica y emblemática que distinguió a la compañía en sus mejores momentos”, expresa Alberto Sánchez Pastor, en medio de los ensayos de la obra, cuya función hoy en el Teatro Latino es a las 20:00.

La compañía nació el 13 de julio de 1957. Pero antes, tanto Roque como Graciela estaban actuando en otros elencos. Estuvieron en el grupo teatral dirigido por Ernesto Báez, Emigdia Reisófer y Sarita Antúnez, con el que encarnaron papeles diversos en obras de la talla de Raida Potĩ, Hilario en Buenos Aires, Corochire, Cañón 105 y Que viene mi marido.

En el 56 se unieron a Mercedes Jané y Sara Giménez, e intervinieron en las obras Casilda y Un paraguayo en la luna; en las comedias infantiles Pinocho, Cuentos infantiles, Pluf el fantasmita y otras, para las cuales Jané se unió al argentino Eduardo Rey. A fines de ese mismo año conformaron Vargas-Sánchez-Rojas Doria, encabezada por tres grandes: Alejo Vargas, Roque Sánchez y Rafael Rojas Doria, oficiando como primera actriz Graciela Pastor. A este primer intento de autonomía siguieron los elencos La Máscara y Manuel Ortiz Guerrero, grupos dirigidos por Roque Sánchez e integrados por Graciela Pastor.

Finalmente, la noche del lunes 13 de julio de 1957 se estrenó en el Teatro Municipal Ignacio A. Pane la obra Tan chiquitita y quiere casarse, del argentino Alberto Novión y, con ella, nació la compañía teatral Roque Sánchez-Graciela Pastor. Fue el inicio de una larga y exitosa carrera teatral. Llegaron a todos los rincones del país. “Se movilizaron en carreta, caballo, a pie. Hubo mucho sacrificio en los comienzos; todo por llevar su arte a lo más recóndito del país”, expresa Alberto al hablar de los comienzos de sus padres.

A fines del 59, el elenco recorrió Sudamérica, quedando como residentes en Salta (Argentina) e integrando compañías de actores argentinos y españoles. “En el 63 regresaron a nuestro país y ya no salieron. Entregaron su arte al Paraguay por completo”, afirma Alberto.

En estos 60 años, más de 200 obras llevaron a escena. También hicieron radioteatro durante más de 30 años, sin pausa ni cansancio. Amaban el arte, el teatro e hicieron un despliegue de talento en los diversos escenarios a los que subieron.

Acerca de los momentos más representativos de esta larga trayectoria, el actual director destaca la obra Plata yvyguy rekávo, que ahora llevan a escena, hasta fines de abril, para conmemorar el aniversario. También fueron ovacionados con La barca sin pescador, de Alejandro Casona; El sí de las niñas, de Leandro Fernández de Moratín; Espectros, de Henrik Ibsen; El malentendido, de Albert Camus, entre otras tantas.

En 1997 falleció Roque Sánchez, aunque un año antes ya había dado la posta a su hijo Alberto. “Después de cada función tenía que rendirle cuentas a papá de cómo había estado la puesta y recibir consejos, por supuesto”, cuenta riendo.

Alberto Sánchez comenzó su carrera a los 5 años, y a los 8 ya estaba haciendo teatro y radioteatro. Ser parte de esta celebración, en una de las compañías más antiguas del país, sin duda, no solo representa un orgullo, sino también una enorme satisfacción. “El teatro es una forma de vida, una opción; implica mucho misticismo y entrega. Como decía mi padre: ‘No somos actores, somos apóstoles del arte’. Es una religión. Nos despertamos con el teatro y dormimos abrazados al teatro. Realmente, es un compromiso muy grande que asumo con mucha alegría y profesionalismo”, admite.

Graciela Pastor rememora sus primeras incursiones. “Me pasaba improvisando e inventando situaciones. En aquel tiempo, no sabía lo que era teatro hasta que un día me dijeron: ‘Vos hacés teatro’, y me invitaron a tomar clases. Fui a la escuela de Roque Centurión Miranda y mi mamá no me dejaba ni a sol ni a sombra, pero estaba ahí firme”, recuerda.

Sobre los años de permanencia, exclama: “¡60 años sobre el escenario y todavía no sé nada! Ya me estoy cansado y quiero descansar, aunque todos los años digo lo mismo. No se puede dejar. Siempre digo que este es el último año, pero sigo luchando, pataleando, no pedaleando”.

Sus mejores recuerdos tienen que ver con los recorridos a lo largo y ancho del país. “En cada lugar recibíamos un homenaje y ¡seguimos recibiendo! El teatro es lo máximo. Tengo una historia magnífica, sacrificada y feliz”.

El elenco se mantuvo vigente recorriendo todo el país y llevando el arte a lugares nunca antes imaginados. Y van a seguir trascendiendo; abiertos siempre a la expansión, tanto en la capital como tierra adentro. Una nutrida agenda, con las obras más exitosas, subirá a escena a lo largo del 2017, mostrando la invariable fuerza interpretativa y apuntando, continuamente, a lo más alto.

ndure@abc.com.py

Fotos ABC Color/Diego Peralbo/Archivo.

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