A un clic del pasado

Como parte de un proceso de digitalización de sus documentos, el Archivo Nacional de Asunción presentó los acervos de la colección Rio Branco en este formato. Los documentos podrán ser accesibles para todos desde cualquier parte del mundo a través de internet.

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El Archivo Nacional de Asunción presentó la culminación de la digitalización de los documentos de la colección Rio Branco. Este proceso se había iniciado en el 2015 con unos acuerdos interinstitucionales entre la Secretaría Nacional de Cultura y la Universidad Católica. “Básicamente, la historia de la digitalización del archivo se inicia en el 2003, cuando surge la preocupación de conservar la documentación”, comenta el licenciado Vicente Arrúa, director de la institución.

En primera instancia, se realizaron unos trabajos con otros acervos del archivo para digitalizar, pero la primera plataforma se lanzó con Rio Branco en el 2016. Era un 10 o 20 % del acervo. La colección Rio Branco cuenta con 5000 expedientes, que serían, aproximadamente, 50.000 fojas. Esto abarca, en menor medida, desde la época colonial, algunos documentos del siglo XVI, pero en su gran mayoría, esos documentos son del siglo XIX y, fundamentalmente, relacionados con temas diplomáticos.

Reciben el nombre de Rio Branco porque durante la guerra, en 1869, en Piribebuy, el archivo cayó en manos del Ejército aliado. Arrúa explica que estos documentos fueron trasladados al Brasil, seleccionados por José da Silva Paranhos, vizconde de Rio Branco, y terminan dentro del acervo de archivos de brasileros. “Recién en 1981 se produce la devolución de esa colección, ya con el nombre de Rio Branco”, menciona.

La colección vino con un catálogo realizado por los archivos brasileros y fue instalada en el Archivo Nacional. Los investigadores podían acceder a ellas, pero, en un momento dado, surgió el problema. Se preguntaron cómo iban a conservar estos documentos. No solamente los de Rio Branco, sino todo el acervo. “Para muchos investigadores, este era un buen lugar porque todavía podían consultar el archivo original, pero, por otro lado, era el único soporte que podíamos presentar”, refiere.

Entonces, se inició el proceso de digitalización de varios fondos al mismo tiempo: Historia, Civil Judicial. Pero la sección Rio Branco tiene mucha relevancia debido a que se están conmemorando, ahora, los 150 años de la Guerra contra la Triple Alianza y hay mucha documentación relacionada al conflicto. “Se inició en 2015. El 30 de agosto de 2016 se lanzó la plataforma con los primeros documentos y hoy ya culminamos la digitalización de todo el acervo. Y lo fundamental: el acceso, que es el espíritu de este trabajo”, subraya.

Esto facilitará considerablemente el acceso de todos desde cualquier país del mundo a través de una plataforma web, smartphone, computadora; es decir, internet. No solamente se podrá consultar la información, sino también descargarla y guardarla desde el sitio web: www.archivonacional.gov.py. Cuando uno ingresa en esa dirección, y va a la parte de consulta online, ve una serie de fondos que ya están en línea.

A partir de ahora se encontrará con la colección Rio Branco, así como la sección Historia y la Civil Judicial. “Tenemos también la primera documentación del acervo audiovisual con nueve noticieros de la década del 40, del gobierno del general Morínigo, que en realidad se pasaban en el cine. Es decir, no lo tenemos en físico, pero sí en línea”, menciona.

El licenciado Arrúa resalta que la Secretaría Nacional de Cultura, a través de la Biblioteca y el Archivo Nacional, justamente, dos de sus instituciones muy emblemáticas, se encuentra abocada a que la información salga de esos espacios físicos y llegue a más gente. Asegura que este archivo es considerado el más antiguo del área del Río de la Plata, con documentación desde la llegada de Pedro de Mendoza. En el Cabildo que se establece el 16 de setiembre de 1541, Asunción adquiere el título de ciudad y aquí estaban guardados todos los documentos. “Acá hay documentación que no solo concierne al Paraguay, sino a toda el área del Río de la Plata”.

Contiene documentación desde 1534 hasta 1870, en la mayoría de sus fondos, y hay una en particular que es la sección Educación, que sería toda la documentación histórica del Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública, que se crea en 1870 con la Constitución; son documentos administrativos de ese ente, que luego se va a transformar en lo que ahora es el Ministerio de Educación y Ciencias.

Afirma que siempre fue un archivo muy consultado y ahora, gracias a la plataforma que tienen en línea se ha confirmado que hay una gran cantidad de personas que consultan por ese medio. “Ese es nuestro objetivo”, enfatiza y agrega que un archivo que no es consultado o no es accesible no tiene sentido, por más lindo y bien instalado que esté, con una conservación de primer mundo. “Pero si no hay políticas de accesibilidad y solo es para un grupo específico de investigadores, es como si ese acervo no es reconocido por el resto de la población”.

Con este gran salto, el de nuestro país está a la altura de otros archivos renombrados. Utiliza software con normas específicas, tanto para la descripción archivística como para la digitalización. “No se trata solo de tomar una foto de un documento. Tratamos de cumplir con las normas para facilitar el acceso. Lógicamente, al poder consultar en línea, se reduce el número de personas que recurren a los documentos físicos, entonces, nos facilitan los trabajos de conservación preventiva en el laboratorio”.

Hay documentación que ya no se presta en sala de lectura, sino solamente en línea. En ese caso, se invita al usuario a que acceda a la página web. Incluso, si no puede acceder a internet, pero trae un disco o pendrive, se le graba el documento que desea. “Con esto queremos también concienciar a la población y la gente que trabaja en los archivos que el acceso a la información es fundamental, un derecho humano y que debe ser accesible. Que la ciudadanía exija. Si no conoce lo que tiene, ¿cómo va a exigir?”, insiste.

Al mismo tiempo, esto va a generar nuevos abordajes historiográficos. Si las fuentes son de más fácil acceso, entonces, la investigación será mucho más fácil y rápida. Así, muchas cosas que se dan por sentadas, ahora, se podrán ir revisando y se plantearán nuevos abordajes historiográficos sobre temas que creíamos ya cerrados.

mpalacios@abc.com.py • Fotos ABC Color/Arcenio Acuña/Roberto Zarza.

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