Células madre: esperanza para la diabetes y el alzhéimer en Paraguay

La aplicación de la terapia celular data del año 1995, pero fue en estos últimos tiempos, entre las batallas bioéticas y religiosas, que las células madre han cobrado nuevamente protagonismo en el campo de la medicina. La terapia más conocid

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A Juan Benítez (58) sus propias células le han devuelto la movilidad y la posibilidad de dejar de consumir gran parte de sus medicamentos recetados para el párkinson que padece. Este paciente se sometió a un trasplante de células madre extraídas de su médula ósea, que previo proceso de concentración fueron aplicadas en el líquido cefalorraquídeo y en la arteria que lleva la sangre al cerebro.

Tallador de profesión, Benítez es uno de los pacientes que pudieron acceder al tratamiento realizado por el Dr. Derlis González, hematólogo, y el Dr. Gustavo Báez, neurólogo, y su equipo del hospital en el Instituto de Previsión Social (IPS). En su consultorio, ambos profesionales ostentan orgullosos sendas figuras magníficamente talladas en madera por Benítez luego del procedimiento.

Corazón, diabetes y párkinson

En el año 1995, el Dr. González y un grupo de colegas realizaron el primer trasplante de médula ósea en el IPS en tratamiento de leucemia. A partir de 2006 comenzaron a implantar células madre, primero en miocardiopatías (afecciones del corazón); luego en páncreas, párkinson, secciones medulares, arteriopatía periférica (parapléjicos o cuadripléjicos), con bastante éxito. “En esto somos pioneros y seguiremos tratando de hacer algo, siempre que tengamos oportunidad. Se demostró que fue un trabajo bien hecho, pero que, lastimosamente, no podemos proseguir ahora. (La terapia celular) es una terapia muy útil que hay que seguir haciendo, investigando, porque en el futuro muchas patologías van a mejorar con este procedimiento. Si bien actualmente no es la curación definitiva, a excepción del trasplante de médula, mejora la calidad de vida del paciente”, refiere González.

Qué son las células madre

Son células que tienen la capacidad de generar cualquier tipo de tejido como, por ejemplo, el pancreático, nuevos vasos sanguíneos e incluso neuronas. La mayor cantidad de células madre se encuentra en la médula ósea. El procedimiento consiste en extraer las células de la médula y utilizarlas donde se las necesite. Hay dos grandes tipos de células madre: las embrionarias y las adultas. Las primeras son extraídas de embriones de fecundación in vitro. “Pero tienen unos cuestionamientos éticos, debido a que sigue la controversia de cuándo uno considera si es un ser humano o no”, refiere González.

Las células adultas, las más utilizadas y las aplicadas en nuestro país, son las que pueden ser extraídas de la médula, sangre, intestino, piel o músculo. Una célula madre es adulta desde el momento en que nace un individuo. “La otra fuente inagotable son las células madre del cordón umbilical, que tampoco tienen cuestionamientos éticos, porque si este no se utiliza, se desecha”, sostiene.

El procedimiento

De esas dos, se clasifican también distintos tipos de células; las más utilizadas son las multipotentes, que son del individuo adulto y tienen la capacidad de generar distintos tipos de tejido y no producen tumores. “Porque actualmente está bien demostrado que una célula madre que se extrae del embrión corre el riesgo de generar tumor; en cambio, la célula madre del adulto, no”, detalla.

El especialista aclara que la cantidad exacta de células madre que se puede utilizar en un procedimiento se determina a través de la marcación CD34+, por medio de un estudio denominado citometría de flujo. “Habitualmente se utiliza entre 120 y 140 millones (de células) por cada tipo de procedimiento; esto equivaldría en promedio a unos 250 ml de líquido”, indica González.

La técnica es muy sencilla. “Se extrae la célula madre de la médula ósea; de lo contrario, se saca directamente del hueso. Si es para el corazón, la célula madre identificada se inyecta en la arteria coronaria”. El mismo procedimiento se utiliza para trasplante de médula: se saca la sangre de un brazo, pasa a la máquina, se procesa, se separa la célula madre y se devuelve por el otro brazo la sangre que no se utilizó. “Se separa solamente la célula madre, cuyo producto final se almacena en una bolsita”, manifiesta.

Para extraer muestras del hueso se aspira con una aguja especial, bajo anestesia, se carga en un recipiente que está preparado para el efecto y luego se hace un filtrado: la célula madre en bruto se procesa, se separa y de ahí se aísla hasta obtener un producto final. “El tiempo de duración para su utilización es de 48 a 72 horas, pero en implantes de párkinson se hace de inmediato; tarda solo entre 15 y 20 minutos. Se prepara todo para volver a inyectar”, puntualiza.

El tratamiento

Lo fundamental del tratamiento es que se usa la propia célula del paciente, se le inyecta, no hay riesgo de rechazo, porque es su misma célula. También lo más importante es que el procedimiento se puede repetir cuantas veces sea necesario. “Lo peor que puede ocurrir es que no funcione”, afirma.

El especialista explica que para cada órgano o zona a ser tratada se extraen las células madre de cierta parte del cuerpo. “Para cardiopatía, de la zona periférica (del brazo); para páncreas, también; para cerebro, como en el caso del párkinson, se extrae del hueso, porque las células madre que se extraen de ese lugar vienen acompañadas con unas células llamadas estromales y son las que aceleran el desarrollo neurológico; esta es la diferencia de sacar de periferia o de músculo”.

Resultados

El Dr. González asegura que han obtenido buenos resultados con pacientes que han mejorado bastante. “Después del tratamiento, por ejemplo, en el corazón se mide por la fracción de eyección. Es decir, la capacidad que tiene el corazón para generar fuerza; por ejemplo, tiene un 20 % antes del implante y posterior al implante sube casi al 50 %. En párkinson, disminuye la rigidez y el consumo de medicamentos”.

El profesional recalca que el objetivo de estas células no es poner un órgano nuevo, sino mejorar lo que se tiene. “Y es esto lo que yo quiero que la gente entienda. Eso es un éxito. Cinco por ciento de mejoría en un paciente con trastorno de sección medular que recupere la sensibilidad es mucho”.

Al respecto, las autoridades del IPS habían manifestado que el trasplante iba a ser una prioridad para la institución. “Por lo cual creo que hay posibilidades de volver a implementar todo un programa de células madre. De a poco vamos avanzando, pero dependemos de la colaboración de muchos colegas, porque en esto interviene mucha gente”.

Comité de Bioética

Justamente, en lo que concierne a colaboración de los colegas, el especialista manifiesta que hay un sector en IPS, el Comité de Bioética, que no está de acuerdo con el procedimiento basándose en dos argumentos: “Primero, por cuestiones éticas, como ser las células embrionarias; segundo, porque no está absolutamente demostrada su eficacia”.

Al respecto, conversamos con la Dra. Imelda Martínez de Núñez, hematóloga y coordinadora del Comité de Bioética del IPS, quien explica acerca del tema de las células embrionarias. “No se ha visto que se obtuvieran demasiados beneficios con estas células. Y como el hombre es un fin en sí mismo, no se puede destruir a una persona en beneficio de otra. El fin no justifica los medios”.

La profesional sostiene que la técnica, como está en etapa de investigación, no es utilizada de forma corriente. “Y una de las reglas a las cuales hay que atenerse para el trasplante de órganos y biotejidos, como en este caso, es que tiene que ser corriente, utilizada y avalada por toda la comunidad científica internacional. Y en este momento todavía no son técnicas corrientes en la terapéutica, por ejemplo, de las cardiopatías isquémicas, diabetes u otras afecciones. Están en etapa de investigación”.

Martínez afirma que la gente que quiere hacer investigación tiene que ser alentada, financiada, pero esas investigaciones tienen que tener un fuerte rigor científico y ser aprobadas por los comités de ética de la investigación. “Si no son aprobadas por estos comités, no tienen mucho valor”.

La profesional comenta que cuando estaba en la jefatura de Hematología había pedido que desde el mismo hospital y la unidad de trasplante de células madre se aliente para que eso mejore sustancialmente, y la unidad pueda ser habilitada y certificada. “Mi pedido concreto fue que se hiciera todo lo posible para que se forme un equipo y la unidad sea habilitada y certificada por el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante, y que nos pusiéramos a tono con todos los estándares internacionales”.

La Dra. Martínez asegura que no se oponen a los trasplantes. “Lo que queremos es alentar la investigación, que se financie, pero que las cosas se hagan bien con gente experta; que se haga inversión en recursos humanos, en tecnología de punta, en técnica; de manera que eso pueda salir adelante”.

Al respecto, la profesional detalla que hay proyectos de inversión en recursos humanos para mejorar la unidad de trasplante de células madre. “Hasta el momento, los trasplantes están suspendidos porque las condiciones para el procedimiento no están dadas. Hay que hacer mejoras sustanciales en equipamiento, tecnología e infraestructura; hay que realizar inversiones en capacitación, formación y actualización de recursos humanos. Creo que hay gente, como Derlis González, muy capaz de llevar adelante este proyecto. Él ha marcado un hito en la historia de la hematología con el inicio del trasplante de células madre. Es muy plausible alentar esto”.

Los implantes

Hasta el momento, el Dr. González y su equipo han realizado 28 implantes de células madre en corazón; doce en arteriopatía periférica, cuatro en esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y cuatro en sección medular.

El promedio de edades oscila por debajo de los 30 años en los pacientes neurológicos de sección medular (accidentes) y encima de 50 años, en su mayoría, los cardiovasculares.

La mejoría se puede notar a las dos semanas; es progresiva hasta los seis meses, se sostiene durante dos años y después hay una pequeña disminución del efecto. Esto, por ejemplo, en pacientes cardiovasculares. En los de párkinson tiene mayor efectividad.

El procedimiento, que requiere de una internación de 24 horas, se realiza con anestesia epidural en pacientes con párkinson, y local con punción en los cardiológicos y diabéticos.

Los mejores candidatos son los relativamente jóvenes y los que no padezcan enfermedades neoplásicas e infectocontagiosas, VIH, hepatitis.

a. A nivel mundial, la terapia celular proveniente de células madre embrionarias está en entredicho.

b. En Paraguay se utilizan las células madre adultas, extraídas de los propios pacientes.

c. De ahí que esta última no puede ser cuestionada éticamente, ya que no se pone en riesgo la vida de nadie.

Cuándo utilizarlas

El tratamiento se puede utilizar en trasplante de médula ósea (leucemia, mielomas, enfermedades oncohematológicas), miocardiopatías (enfermedades del corazón), diabetes (pie diabético, o sea arteriopatía periférica por diabetes), páncreas, párkinson, neurología (accidente cerebrovascular, en forma experimental para alzhéimer), secciones medulares.

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