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Thomas Carlyle (1795-1881) Historiador, pensador y ensayista inglés.
“Un héroe lo es en todos los sentidos y maneras y, ante todo, en el corazón y el alma”.
Bertolt Brecht (1898-1956) Dramaturgo y poeta alemán.
“Desgraciado el país que necesita héroes”.
Francis Scott Fitzgerald (1896-1940) Escritor estadounidense.
“Enséñame un héroe y te escribiré una tragedia”.
Víctor Hugo (1802-1885) Novelista francés.
“El infortunio, el aislamiento, el abandono y la pobreza son campos de batalla que tienen sus héroes”.
La doncella de Orleans
Juana de Arco, heroína nacional y santa patrona de Francia, nació el 6 de enero de 1412, en Domrémy. A los 13 años dijo haber oído la llamada de Dios. Después confesó haber visto a san Miguel, y a las primeras mártires santa Catalina de Alejandría y santa Margarita, cuyas voces la acompañarían durante el resto de su vida.
En 1429, durante la guerra de los Cien Años, cuando los ingleses estaban a punto de capturar Orleans, Juana explicó al Delfín, más tarde Carlos VII, rey de Francia, que ella tenía la misión divina de salvar a Francia. Un grupo de teólogos aprobó sus peticiones y le concedió tropas bajo su mando, con las que condujo al Ejército francés a una victoria decisiva sobre los ingleses en Patay, al tiempo que liberaba Orleans. El rey se opuso a combatir contra Inglaterra, y Juana, sin el apoyo real, dirigió una operación en Compiègne, cerca de París, en 1430. Los soldados borgoñones la capturaron y entregaron a sus aliados ingleses.
Fue conducida ante un tribunal eclesiástico en Ruán, que la juzgó de herejía y brujería. Luego de 14 meses de interrogatorio, fue acusada de maldad por vestir ropas masculinas y de herejía por su creencia de que era directamente responsable ante Dios y no ante la Iglesia católica. El tribunal la condenó a muerte, pero al confesar y arrepentirse de sus errores, la sentencia fue conmutada a cadena perpetua.
A su regreso a la prisión, volvió a vestirse de hombre y de nuevo fue condenada. El 30 de mayo de 1431 fue enviada a la hoguera en la plaza del Mercado Viejo de Ruán, por herética reincidente. Cuentan que pasaron cuatro horas antes de que se redujera a cenizas, y sus entrañas y corazón no se quemaron. El cardenal inglés de Winchester ordenó que se los arrojase al río. Veinticinco años después, la Iglesia revisó su caso y la declaró inocente. En 1920, el papa Benedicto XV la canonizó. Su fiesta se celebra el 30 de mayo, día de su ejecución. (*)
(*) Fuentes:
http://www.buscabiografias.com/
Recopilación: mpalacios@abc.com.py