CITAS & HECHOS

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Goethe 

(1749-1832) Poeta y dramaturgo alemán.

“El talento se desarrolla en lugares tranquilos, el carácter en el tumultuoso curso de la vida”.

Honoré de Balzac 

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(1799-1850) Escritor francés.

“No existe gran talento sin gran voluntad”.

Doris Lessing 

(1919-2013) Novelista británica de origen iraní.

“El talento es algo bastante corriente. No escasea la inteligencia, sino la constancia”.

Montesquieu 

(1689-1755) Escritor y político francés.

“El talento es un don que Dios nos hace en secreto, y que nosotros revelamos sin saberlo”.

Los castrati 

Los castrati, “castrato” en singular (proveniente del italiano, que significa castrado), eran niños cantores sometidos a la operación de castración (en la que se eliminan los testículos para no producir hormonas sexuales masculinas, responsables del cambio vocal en la adolescencia) para conseguir que estos conservaran su voz aguda a la hora de entonar melodías. La intervención solía realizarse entre los ocho y 12 años. Causaron tanto furor durante el Barroco, que llegaron a convertirse en el equivalente a las actuales estrellas musicales. Pero la historia tras estos hombres con voz de mujer no es muy agradable. A pesar de que los “años dorados” de los castrati fue hacia el siglo XVII —gracias al tremendo éxito por toda Europa de la ópera y sus protagonistas—, la castración con fines artísticos se remonta incluso al año 400 d. C., época considerada como punto de origen de la castración para fomentar voces delicadas como la de una mujer con la presencia física de un hombre. De hecho, los eunucos hacían las veces de animadores de emperadores del antiguo Imperio romano gracias a sus delicadas voces.

Esta práctica continuó hasta principios del siglo XI. En este momento y debido a la Cuarta Cruzada, no se volvió a saber nada de los castrati hasta el siglo XVI. Como el papa había prohibido la presencia de artistas o cantantes femeninas en las iglesias o escenarios, la moda de los castrati volvió a resurgir con más fuerza con el aumento del interés del público por la ópera. Con el fin del Barroco y la incorporación de las mujeres a la escena musical, las voces de los castrati desaparecieron de los escenarios, aunque siguieron vivos en los coros eclesiásticos hasta bien entrado el siglo XIX. Alesandro Moreschi, el último castrato conocido falleció en 1922. En la actualidad, este papel es asumido por los contratenores, quienes logran agudizar su voz con una técnica depurada en lugar de recurrir a prácticas aberrantes.*

(*) Fuentes: https://www.muyhistoria.es - https://www.abc.es/ - http://proverbia.net

Recopilación: mpalacios@abc.com.py