CITAS & HECHOS

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Voltaire 

(1694-1778) Filósofo y escritor francés.

“La ignorancia afirma o niega rotundamente; la ciencia duda”.

Julio Verne 

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(1828-1905) Escritor francés.

“La ciencia se compone de errores que, a su vez, son los pasos hacia la verdad”.

Albert Einstein 

(1879-1955) Científico alemán nacionalizado estadounidense.

“Los conceptos y principios fundamentales de la ciencia son invenciones libres del espíritu humano”.

Miguel de Unamuno 

(1864-1936) Filósofo y escritor español.

“La verdadera ciencia enseña, por encima de todo, a dudar y ser ignorante”.

El primero en caminar en el espacio 

Cuando se rememora la carrera espacial entre la URSS y los Estados Unidos, que tuvo lugar entre los años 50 y 60 del siglo XX, siempre se repiten ciertos hechos, fechas y nombres. El lanzamiento del Sputnik 1 (primer satélite artificial), en 1957. El primer hombre en viajar al espacio exterior, el ruso Yuri Gagarin, en 1961. El primer occidental que orbitó sobre la Tierra, el estadounidense John Glenn, en 1962. Y, por supuesto, la llegada a la Luna, en 1969. Sin embargo, pocas veces se recuerda al astronauta soviético Alekséi Leónov, quien dio la primera caminata por el espacio, el 18 de marzo de 1965.

Leónov, ingeniero y piloto de la Fuerza Aérea Soviética nacido en 1934, fue elegido junto con otros 19 compañeros para formar parte del programa Vosjod, continuación del programa Vostok que había llevado al espacio a Gagarin. Y así, en la nave Vosjod 2, acompañado por el comandante Pável Beliáyev y tras brindar con champán, a las 7:00 de aquel histórico 18 de marzo, emprendieron el viaje. Cuando llegaron a 500 km de la Tierra, Leónov abrió la escotilla externa de la nave y, por primera vez en la historia, un ser humano puso un pie en el espacio y se lanzó a caminar por él durante doce minutos y nueve segundos.

Una cámara registró el épico momento. La imagen de la Tierra, sobre la que estaba amaneciendo —con África en el campo visual—, dejó a Leónov anonadado. “Me sentí como un grano de arena”, diría más tarde. Unido a la Vosjod 2 por un cable de cinco metros, el astronauta dio su paseo con la sensación de que no se movía, aunque, en realidad, giraba a toda velocidad. El traje espacial funcionó correctamente, pero se dio una imprevista complicación: la falta de presión atmosférica hizo que se inflara como un globo y hubo que purgar el aire desde el centro de control para que Leónov pudiera volver a entrar por la escotilla a la nave. El éxito de la misión fue un gran golpe de efecto para la URSS y una bofetada al orgullo de los EE. UU. en la batalla por la supremacía aeroespacial.

(*) Fuentes: https://www.muyhistoria.es - https://www.bbc.com/mundo/ - http://proverbia.net

Recopilación: mpalacios@abc.com.py