Desarrollo emocional

La Semana del Bebé es un programa de movilización social que coloca a la primera infancia en el centro de la atención de las comunidades y del poder público. A través de las acciones que se desarrollaron se buscó demostrar la importancia de los cuidados tempranos. 

Los puntos abarcados fueron gestación, evaluación de los indicadores sociales, la defensa de los derechos de las gestantes y los niños, además de la orientación a las familias hacia un bienestar planificado.

Las charlas se centraron en el valor de la evolución de las capacidades innatas positivas de los niños para lograr la posibilidad de disfrute de la vida. “Nuestro fin principal, dentro de la responsabilidad social empresarial que nos toca, es brindar una estructura de personalidad estable y suficientemente sólida como para avanzar en la vida”, explica Matías Cardarelli, director general de Yguazú Cementos SA, responsable de la jornada.

El crecimiento emocional del bebé implica que este desarrolle sus capacidades cognitivas, motoras, socioafectivas y de lenguaje, para convertirlas en recursos personales. “El desarrollo emocional, de 0 a 8 años es la base imprescindible para el progreso de todas las demás capacidades de las personas y esto debe aprenderse en la primera infancia”, afirma Cardarelli.

Añade que si bien la ley reconoce y ampara los derechos fundamentales de la niñez, es de suma importancia promover iniciativas e invertir en esta primera etapa de la vida. Y es en este contexto que la firma presentó la semana de acciones integrales, que benefició en primer lugar a los niños y, también, a toda la comunidad. “Ofrecimos, además, talleres a las madres en cuanto a la nutrición del bebé, la estimulación temprana y el cuidado emocional. Se habló sobre la importancia de la lactancia materna exclusiva, se realizaron actividades recreativas y didácticas, además de sesiones de lectura de cuentos. El encuentro incluyó igualmente actividades deportivas, gimnasia para gestantes, shows infantiles, conciertos didácticos, y talleres musicales y de manualidades”. 

La trascendencia de las bases de la personalidad y del desarrollo emocional del individuo radica en esos primeros días de vida. “Estos se afianzan en la interacción con la madre y los padres, atendiendo que algunos crecen solo con una de las figuras. El recién nacido no es una tabla rasa sobre la que los responsables de su formación inscriben lo que desean que su futuro hijo sea y sepa, sino que el recién nacido tiene un importante papel en la relación con sus padres. No podemos referirnos al desarrollo emocional de niños y niñas sin hablar de ellos, en primer lugar. No menos importante es la relación de cultura afectiva a la que el chico tiene acceso y de la que adquiere conocimientos con el correr de los años”, indica el entrevistado.

Finalmente, el desarrollo emocional o afectivo se refiere al proceso por el cual el niño construye su identidad, autoestima, seguridad y la confianza en sí mismo en el mundo que le rodea, a través de las interacciones que establece con sus pares significativos, ubicándose a sí mismo como una persona única y distinta. A través de este proceso, el niño puede distinguir las emociones, identificarlas, manejarlas, expresarlas y controlarlas. Por ello, es esencial saber cómo se desarrollan y cómo afectan tanto a nivel personal como social, a fin de detectar cualquier dificultad o problema en este ámbito, con el fin de poder intervenir de la forma más rápida y eficaz, dentro de un proceso de prevención y detección temprana.

La Semana del Bebé en el mundo

Este tipo de actividades se lleva a cabo anualmente en ciudades de Brasil, Portugal, Uruguay, Argentina y Cabo Verde. Se configuró como una importante herramienta de integración entre profesionales, organizaciones sociales, civiles y empresas. Para difundir información de calidad, concienciando a la población, actualizando a profesionales y creando condiciones para que sus efectos perduren.

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Fotos: Gentileza/Pixabay.