Dulce espera

El Domingo de Resurrección, además de su profundo significado religioso, es un día muy esperado, especialmente por los niños, por la costumbre de recibir huevos de Pascua. De origen pagano, se cree que esta tradición nació en la Edad Media y llegó hasta nuestros días, hecho ya de chocolate.

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Desde los albores de la humanidad, el huevo simboliza fertilidad y el renacimiento en numerosas civilizaciones. Por ejemplo, para los egipcios, el ave Fénix se quemó en su nido y volvió a renacer más tarde a partir del huevo en el que se había originado. Para los antiguos fenicios, era símbolo de la fertilidad al igual que el conejo. Los antiguos egipcios, persas e hindúes creían que el mundo comenzó con un enorme huevo, de ahí que simboliza una nueva vida y renacimiento.

En la cultura romana y de Oriente Medio, anterior al cristianismo, también representaba la fertilidad y se acostumbraba a regalarlo para celebrar la primavera: el renacimiento de la naturaleza. Más adelante, los cristianos tomaron esta tradición de origen pagano, posiblemente, en la Edad Media, ya que durante la Cuaresma estaba prohibido comer carne y huevos. Para los primeros cristianos, el huevo era considerado un símbolo de la resurrección de Jesús, y las familias conservaban algunos huevos cocidos y protegidos con una capa de cera, para entregarlos como obsequio al terminar la Cuaresma, el Domingo de Pascua, que era la primera oportunidad de disfrutar de los huevos y la carne después de 40 días de abstinencia.

La práctica de pintar huevos también se remonta a la antigüedad, como parte de los rituales de la primavera. En el siglo XII ya existía, en muchos países de Europa, la costumbre de regalarse mutuamente huevos naturales que habían sido bendecidos en la Iglesia, en el día de Pascua. En la Edad Media, cuando llegaba la Pascua, los huevos, que eran de gallina o pato, eran pintados de colores, porque representaban el regocijo y la vuelta a la alegría. Con el paso del tiempo, se mantuvo la costumbre de celebrar la Pascua consumiendo y regalando huevos.

Las diversas culturas fueron decorando de manera diferente los huevos. En sus comienzos, eran pintados a mano con colores estridentes, que representaban la luz del sol. Cerca del siglo XVI, surgió una mejora. Alguien tuvo la idea de perforar el huevo y sustituir su contenido natural por una “sorpresa” que, conforme a la categoría de la persona, podría contener perfumes, objetos decorativos minúsculos y hasta joyas. El nacimiento de los huevos de chocolate en Pascua se dio a partir del siglo XVIII, en reemplazo de los huevos duros y pintados que eran escondidos en las calles y en los jardines para ser buscados por los niños. Enr esta época, en Francia, se comenzaron a vaciar los huevos naturales para rellenarlos. Los Pâtissiers franceses los rellenaban de chocolate, mazapán o una mezcla de varios ingredientes. Y además los pintaban artísticamente por fuera: sin duda, un descubrimiento fabuloso de los pasteleros franceses.

Desde finales del siglo XIX, en casi todos los huevos de Pascua no se usa la cáscara del huevo de la gallina. Ellos son hechos totalmente de chocolate y de varios tamaños. Al mismo tiempo, afloró la tradición del conejo de Pascua, otro símbolo de fertilidad. En la tradición anglosajona, el conejo representaba a Easter (Ostern en Alemania), la diosa del mes de abril, y se menciona en textos del siglo XVI. Fue introducido en los EE. UU. por los emigrantes alemanes y neerlandeses, quienes llegaron a la región llamada Pensilvania holandesa.

Los niños de los pioneros esperaban que, si se portaban bien, el conejo de Pascua les pusiera huevos de colores en nidos que preparaban en lugares ocultos la noche anterior; una práctica que solíamos ver durante el gobierno de Barak Obama, cuando organizaban la búsqueda con sus hijas en los jardines de la Casa Blanca. De aquellos primitivos huevos, estos han evolucionado y hoy se dan en todos los tamaños, pero, independientemente de esto, todos brindan alegría no solo a los niños, sino también a los grandes.

mpalacios@abc.com.py • Fotos Gentileza.

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Fuentes: https://www.muyhistoria.es/ / https://www.ngenespanol.com/ / https://es.arautos.org/

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