El inquilino misterioso

De la mano de Equipo Teatro, sube a escena El inquilino misterioso, una obra escrita y dirigida por Patricia Reyna. La puesta, una hilarante comedia de enredos, que promete hacer reír de principio a fin, se presenta de viernes a domingo, en el Teatro Latino, hasta el 26 de mayo.

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Hablar en serio con el elenco de Equipo Teatro es tarea casi imposible. De ahí que cada obra del grupo tiene el sello de diversión asegurada. En esta ocasión, Regina Bachero, Juan Carlos Cañete, Olga Vallejos, Gaby Cañete, Juan Carlos Moreno, Lucas Cabrera, Raúl Dionisi y Miguel Leiva son los encargados de llevar adelante El inquilino misterioso.

Se trata de una comedia que tiende al teatro popular, dado que usa los códigos, con la forma de los personajes y el tipo de intervención escénica. “La comedia es difícil, porque cuesta manejar los tiempos. Además, algunos nunca habíamos trabajado juntos; con otros sí. Es como ir probándonos, conociéndonos, y Patricia Reyna ¡nos tiene paciencia!”, explica Regina Bachero, quien interpreta a Doña Margarita, la dueña del inquilinato en el que se desarrolla la trama de la obra.

Patricia Reyna es la autora y directora de la obra. “Sí, porque soy la que se quedó sin personaje”, cuenta la actriz en medio de un coro de risas. “Pero no soy tan responsable de lo que va a salir”, adelanta. Comenta que la obra toma a un inquilino y un inquilinato como una excusa, un disparador para hacer una comedia que sea entretenida y tenga un poco de todo para divertir. “En un inquilinato suceden muchas cosas”, afirma.

La historia se desarrolla en una noche muy especial: la Nochebuena, y tiene personajes muy característicos. “Hicimos una mezcla de esos personajes, cada uno con sus propios conflictos y se conjugan para hacer reír a la gente. El objetivo de la puesta es que la gente venga y se ría sin necesidad de dar un mensaje, más que el que se pueden superar todos los problemas”, continúa. “Es una mezcla de teatro popular y de misterio, pero también es una comedia de enredos, porque los personajes van entrando y saliendo, se encuentran y desencuentran, sugiriendo qué son y no en realidad. Al final, recién uno descubre qué son esos personajes”, dice Juan Carlos Cañete –Romualdo, el marido de Doña Marga–. “Buscamos elementos que tengan que ver con el teatro popular: la complicidad con el público, la puesta en escena, el tipo de personaje, la relación entre los personajes”, añade Bachero.

Con ese propósito, también se valen del jopara, el guaraní, “pero no todo, es una mezcla. Los personajes tiran más a lo paraguayo”, aclara Cañete y agrega que están explorando. “Esa es la verdad. Esta obra tira más a lo popular de la farsa”. En esa búsqueda de conseguir que la puesta logre este propósito están todos los personajes que no pueden faltar en un inquilinato: los dueños de casa son Doña Marga (Regina Bachero), Romualdo (Juan Carlos Cañete), su fiel empleada Teodolina (Olga Vallejos) y los inquilinos: Miriam (Gaby Cañete), Teto (Juan Carlos Moreno) y el Destripador (Miguel Leiva). También está el vecino (Lucas Cabrera) y el macatero (Raúl Dionisi).

Según Cañete, el inquilinato tiene, como adelantaron más arriba, sus problemas: la empleada chismosa, el inquilino que no sabés qué es porque entra y sale sin decir nada, el vecino churrito, una historia de amor, los cuernos; la chica que no se sabe en qué trabaja, pero trae mucha plata; el macatero, quien intenta vender las cosas de contrabando. “Todos los misterios recién al final se resuelven”, adelanta.

“En aproximadamente una hora, el público se encontrará con una obra para reírse y olvidarse un rato de sus problemas”, aporta Gaby. Pero para Reyna, tiene también sus cosas, desde el momento en el que se ponen clases sociales. “Tiene un mensaje con el cual hay que tener cuidado también, para no disparar para cualquier lado y herir susceptibilidades, porque siempre hay críticas. Pero todas esas cosas suceden en un inquilinato: la empleada con su peculiar forma de hablar, el vecino que come todo lo que hay en la casa”.

Según Cañete, es lo que le gusta a la gente. “Es el modelo. Por eso creo que es popular, porque uno puede verse reflejado en los personajes”. Pero tampoco significa que no dicen nada. “Decimos mucho, solo que hay que encontrarlas. El que le quiere ver lo verá, y el que no, se va a divertir igual, porque ese es nuestro objetivo. Hemos tenido obras para pensar. En esta pretendemos hacer reír. Queremos hacer de todo un poco”, puntualiza Reyna.

“Tonterías y castellano puede ser que hable, pero no jopara”, asegura Juan Carlos Moreno o Teto en la obra. “Mi personaje es muy lindo. Es como que le da el sabor a lo cotidiano que tiene una casa que, a pesar de ser habitada por extraños, se transforma en un hogar. Es lo que pretende darle Doña Marga. Ella trata de unir a esa gente”, revela y añade que dentro de esas soledades que vive todo el mundo, y más aún hoy, no es necesario tener lazos de sangre para ser familia. “Es lo que la gente tiene que descubrir. Creo que hoy en día eso es muy importante: saber que no estamos solos, dependemos unos de otros. Somos una sociedad”, concluye Moreno con una lluvia de aplausos de sus compañeros.

Al final, descubrimos un poco el misterio de la obra: a pesar de todo, no somos una isla, sino dependemos unos de otros... hasta para reír. El público podrá descubrir más sobre quién es El inquilino misterioso, los viernes y sábados, a las 21:00, y los domingos, a las 20:00, en el Teatro Latino.

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mpalacios@abc.com.py • Fotos Gentileza.

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