El mejor regalo: tiempo

Kira y Alejandro Evreinoff tuvieron la iniciativa de crear la organización Cenando con Jesús en el 2004, cuando notaron que mucha gente que habita en hogares de niños, ancianos, asilos, hospitales, penitenciarías y barrios carenciados pasa la Nochebuena sin ningún ser querido. “Entonces, decidimos compartir nuestro tiempo con ellos. Con el tiempo, invitamos a más amigos, familiares y compañeros de trabajo a unirse a nuestra propuesta e ir a compartir, en ese día tan especial, nuestro talento, dones y tantas bendiciones que Dios nos da con gente que, de repente, pasa sola esta fecha”, comenta Alejandro Evreinoff, uno de los creadores y coordinador general de esta actividad.

Tan solo el año pasado, la iniciativa llegó a 40.000 beneficiarios en todo el país. La actividad se realiza en gran parte del territorio nacional, en ciudades como Coronel Oviedo, Ciudad del Este, Encarnación y varias del departamento Central. Este año, la cifra fue disminuyendo debido a múltiples factores, como el cierre de los hogares u otros en los cuales los niños ya no pasan esa noche allí. “También tenemos familias que se encargan de un lugar; entonces, les sacamos de nuestra lista porque ese sitio ya está cubierto. El hecho de que disminuya, para nosotros, es más un logro que una decepción. Nos ponemos contentos porque significa que hay menos gente que necesita”, refiere.

Cenando con Jesús propone que cada voluntario comparta, principalmente, su tiempo. No recibe dinero ni donativos. Son los mismos voluntarios los que llevan a los beneficiarios sus donaciones, sean estos alimentos o regalos. La metodología consiste en comunicarse por teléfono y preguntar, por ejemplo, con qué hogar de ancianos se puede compartir esa noche.

La organización brinda una lista de nombres de hogares y el voluntario elige el lugar que le queda mejor o más cerca. También le facilita el nombre y número telefónico de la persona encargada del hogar, para que se comunique directamente con ella. Esta, a su vez, le cuenta, por ejemplo, qué les falta –comida o bebidas– y a qué hora puede ir hasta el hogar. Entonces, el voluntario dice de qué forma puede colaborar y la cantidad.

Evreinoff enfatiza que el pilar de esta actividad es que el benefactor debe ir a compartir y pasar tiempo con el beneficiado. No consiste en ir a dejar las cosas, sino acudir al lugar, servir la comida o bebida, hablar con los beneficiados y formar parte de la fiesta. “Un minuto es suficiente; no hace falta estar ahí toda la noche. La comida o bebida tiene precio; el tiempo, no. En ese lapso se puede sentir ese amor, que es recíproco. Hasta ahora, todos los que se fueron terminaron agradeciendo. Sale más beneficiado el que aporta que el que recibe”.

Cómo hacer

Para formar parte de esta iniciativa solidaria, puede comunicarse a los teléfonos (021) 602-652 y (0971) 771-475 o ingresar a la página web www.cenandoconjesus.org, en la que encontrará la lista de hogares a ser asistidos. Puede elegir entre asilos, hospitales públicos, penitenciarías, barrios carenciados y hogares de niños, y acudir entre las 16:00 y 19:00 del 24 de diciembre.

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Fotos ABC Color/Archivo.