En el éter

Nota de tapa. En la casa, el auto, el teléfono celular, la computadora a través de internet… En fin, por medio de varias maneras, la radiofonía está presente en nuestras vidas desde casi una centuria.

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El 20 de julio se cumplirán 92 años del primer enlace radiocomunicacional entre una emisora asunceña y otra en San Bernardino, en el cerrito en el que está ubicado el templete construido en lo que hoy es propiedad de la familia Bo, antiguamente perteneciente a un emprendedor colono de origen austriaco, don Ernesto Stricker.

Un poco de historia

Siempre se dice que Guillermo Marconi fue el inventor de la radio. No, no fue así.

La radiocomunicación fue el resultado de varios descubrimientos e inventos que fueron evolucionando hasta convertirse en el medio de comunicación que hoy conocemos.

Primero, la demostración de las ondas electromagnéticas por James Clerk Maxwell, en 1873. Luego, los experimentos de Heinrich R. Hertz, unos años más tarde. También intervinieron los inventos de Heinrich Ruhmkorff y Édouard Branly, y los de Tesla, Popov, Ricaldoni, Crooker, Lodge hasta llegar a Marconi, el gran impulsor de la idea de utilizar las ondas electromagnéticas.

La preocupación principal de Marconi era la suerte que corrían los náufragos a la deriva en la inmensidad marina. Fue así que, utilizando varios inventos anteriores, logró emitir señales morse a través del éter, en 1897, y dio inicio a la radiocomunicación.

Nace la radiofonía

Mucha gente, en otros lugares del mundo, también estaba empeñada en realizar mejoras en la emisión de señales electromagnéticas, como Edison, Fleming y Lee de Forest. Este último inventó un detector electrolítico y desarrolló una válvula de vacío, con filamento, placa y rejilla, que no solo podía utilizarse como detector, sino como amplificador y oscilador. De esa manera, consiguió emitir y recibir ondas radiales. Había inventado el tubo de radio, lo que permitió la emisión de sonidos. Dio inicio a la radiofonía.

La primera emisión de sonidos fue realizada por el ingeniero electricista Reginald A. Fessenden, en 1906, desde Brant Rock, Massachusetts, cuando logró emitir un poema, una charla y unas melodías. Así nació una actividad e industria cada vez más vigentes.

Fue la radio, desde entonces, la compañera del ser humano, su auxilio y paño de lágrimas hasta 1963, cuando fueron colocados en órbita los primeros satélites comunicacionales, lo que mejoró sustancialmente la relación entre las poblaciones a cualquier distancia en todo el mundo.

La radio en el Paraguay

Bien pocas son las referencias acerca del inicio de la radiocomunicación en nuestro país. Según vagas referencias, el Paraguay entró en la radiocomunicación hacia 1911, cuando fueron adquiridos los primeros tres equipos de radiotelegrafía, de marca Telefunken; dos instalados en buques de la Armada y uno en Sajonia, donde hoy se encuentra la plaza Bernardino Caballero, por lo que el barrio era conocido como Telefunken o Marconi. De esa época datan las primeras comunicaciones por radiotelegrafía en el Paraguay.

En todo el mundo, los trabajos radiocomunicacionales sufrieron un corte durante los años de la Primera Guerra Mundial, pero, una vez concluido el conflicto, los jóvenes pioneros empezaron a experimentar con sus radios a galena, trepados a árboles y azoteas.

Hacia 1920 surgieron nuestros pioneros en la radiocomunicación, como Alfonso Sa, Salvador Guanes y Zacarías León Sotelo. También en el interior surgieron otros, como Rafael Fuller, quien instaló un aparato de radio en los cuarteles de Paraguarí, o Ernesto Stricker, en San Bernardino, o Livieres y otros, en Villa Rica.

De esa manera fue que, el 20 de julio de 1924, don Alfonso Sa, desde sus estudios sobre la calle Estados Unidos, en Asunción, realizó su interconexión con la radio del señor Stricker, en San Bernardino; toda una hazaña en la época. (En el 2004, en ocasión de los 80 años de aquel suceso, con Humberto Rubin, Enrique Biedermann y la Dirección General de Correos, se emitió un matasellos conmemorativo).

Es larga y rica la historia de la radiocomunicación desde entonces. Tuvo un gran protagonismo durante la Guerra del Chaco y otros conflictos políticos internos. Numerosos son los nombres de profesionales de la locución en nuestro país, así como también la calidad y el deterioro de la misma en los últimos años, pero eso es harina de otra bolsa.

Voces en el recuerdo

A lo largo de estos años surgieron personajes emblemáticos de la radiofonía paraguaya, quienes hoy nos dan su testimonio.

Blanca Navarro

Wilfrida Olmedo Navarro, más conocida como Blanca Navarro, fue una de las voces más hermosas de la radiofonía nacional. Se inició en 1953, en radio Stentor. En su primer día frente al micrófono tenía que decir: “Geniol, calma, entona y descongestiona”. “Cuando vi la lucecita roja del micrófono, no pude hablar porque se me endureció la mandíbula (risas). Pero bueno, me entendieron, tranquilizaron y motivaron”, recuerda. Por aquella época compartió micrófono con Enrique Biedermann. De radio Stentor pasó a Emisoras Paraguay. En 1955 alternaba entre Emisoras Paraguay y radio Teleco; al año siguiente, integró Caritas. En el 60 volvió a Emisoras Paraguay y, a la hora del radioteatro con Jacinto Herrera y Julia Sandoval, fue escuchada por el representante de Ponds, auspiciante del espacio, quien quedó fascinado con su voz y le pidió que grabase los mismos textos para pasarlos por LT4 radio Posadas, de Argentina. Para su sorpresa, la grabación llegó a radio Chaco, de Resistencia; después, a radio El Mundo, de Buenos Aires. También condujo dos programas. Tuvo, además, la satisfacción de presentar a grandes artistas internacionales, como Leo Dan, Los Ángeles Negros, Los Wawancó, Luis Aguilé y otros.

Demostró su talento en Chaco Boreal y en la primera FM Comercial, radio Canal 100 y 1º de Marzo. Recibió muchas ofertas de Argentina; una de ellas, de Canal 9, de Buenos Aires. Otra provino de Radio Nacional Formosa. Ella prefirió quedarse en el país y no se arrepiente.

Víctor Castro

Víctor Castro también es otro locutor que marcó época dentro de la radiofonía nacional. Fue quien anunció la proclama del Gral. Andrés Rodríguez, comandante de las fuerzas rebeldes que consumaron el golpe de Estado contra la dictadura del Gral. Alfredo Stroessner, el 2 y 3 de febrero de 1989. Se inició muy joven y estuvo en varias emisoras. En radio Teleco, por ejemplo, trabajó como director artístico, con solo 20 años. “Luego, esta emisora quedó como radio Asunción”, rememora.

Recuerda, con orgullo, cuando Humberto Rubin, antes de inaugurar radio Ñandutí, solicitó su presencia. Más tarde, se trasladó a la ciudad de Alberdi, donde trabajó en radio hasta 1964. En 1970 pasó a las filas de Radio Nacional, en la que estuvo hasta el golpe de Estado de 1989. “Esa noche vinieron a buscarme en un camión de carga”, revela. Son momentos que el locutor quisiera olvidar. “No le deseo a nadie lo que tuve que vivenciar. Fue una noche brava”, admite.

Llegó un momento en el que montó su propia emisora: radio Fernando de la Mora. “Tuve que malvender”, cuenta y agrega: “Desde entonces me retiré a cuarteles de invierno”.

Ahora, con 72 años, dice que la radio le dio satisfacciones. “Me gané el respeto y cariño de la gente. Hasta hoy sigo siendo recordado, siendo un ciudadano sencillo. Mediante la radio le conocí a mi señora, Chiqui Castro; tengo tres hijos, nietos y bisnietos. Soy feliz con la vida que tengo. Dios me dio muchas cosas. Superé un cáncer de colon; los médicos dicen que es un milagro. Tengo mucho que agradecer y nada que pedir”.

Aída S. Lara Fabio

En 1967, motivada por Lionel Enrique Lara, inició una pasantía en radio Caritas, de la mano de don Arsenio Urbieta, en los programas Mundo once y Revista dominical. En 1971 obtuvo el título de licenciada en Ciencias de la Comunicación y realizó otra pasantía en Radio Nacional del Paraguay, a la que se incorporó un año después. Grabó la identificación de La Voz de la OEA, que se propaló durante muchos años, bajo la dirección de Iván Silva Acuña. Visitó los estudios de las emisoras de radio y televisión más importantes del mundo: La voz de América, Televisa, La DW, La voz de Alemania, Radio Nacional de España, Radio Moscú, Radio Taiwán, entre otras.

Mientras tenga voz, afirma, seguirá haciendo radio. “Porque no existe nada más importante que nuestra expresión, canto y creatividad como seres humanos. Como miembros de una sociedad, nuestros sentimientos son el soporte y la contención; nuestras creaciones son el consuelo y refugio. Hacerlos conocer dignifica”, sostiene Aída.

Retirada de la enseñanza en la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Filosofía (UNA), actualmente imparte clases en la Escuela Municipal de Locución Radial y Televisiva de Asunción. Colabora en la página web de música paraguaya que dirige Bernardo Garcete Saldívar y en el Diccionario Hispanoamericano de la Música. Su nombre figura entre las 500 mujeres paraguayas contemporáneas, de la autora Sara Díaz de Espada de Ramírez Boettner. En la actualidad continúa su investigación y promoción de la cultura paraguaya. Tiene varios libros en preparación. Produce y conduce el programa folclórico cultural Solo en domingo, que se difunde por radio Caritas. Lleva 49 años de radio, tiempo que invirtió y apostó por la cultura nacional. Algunos de los programas culturales creados por Lara son Voces paraguayas, La música paraguaya y sus intérpretes, El correo del oyente, Intérpretes paraguayos por el mundo. Compartió micrófono con Eladio Martínez, Emilio Bobadilla Cáceres, Virgilio Rojas, Agustín Barboza, Samuel Aguayo, María Teresa Márquez, Digno García, Pedro Ramírez, Carmen Villalba, Pedro Leguizamón, Ireneo Ojeda Aquino, Chinita Yaluff, Rolando Ojeda, Los Indios, Los Tres Sudamericanos, Marizza, entre otros.

Ernesto Abdo

Ernesto Adolfo Abdo es otro locutor que se inició tempranamente. Nació en la ciudad de Paraguarí, pero se trasladó a la capital cuando era niño. Realizó sus estudios en el Colegio Nacional de la Capital; luego, siguió cursos de locución en el desaparecido Instituto Americano, que entonces estaba ubicado en Cerro Corá casi Iturbe.

Tenía apenas 16 años cuando comenzó en radio Guaraní. Practicaba y hacía animaciones de fiestas en Bichos Club. Radio Guaraní fue el centro en el que aprendió muchísimo, al lado de Héctor Velázquez. Después, estuvo en radio Paraguay. Radio Nuevo Mundo, igualmente, lo tuvo en sus filas de profesionales. Durante 20 años estuvo en Canal 9, al frente de los sorteos de Lotería Paraguaya. Tuvo incursiones en el ámbito sindical del área de la comunicación, siendo uno de los fundadores del Sindicato de Trabajadores de Radio y Televisión del Paraguay (Sintratel).

Actualmente, sigue dedicándose a la locución en Radio Nacional del Paraguay, junto con el comediante Carlitos Vera, en el programa En serio y en broma, emitido por Radio Nacional, los domingos de 9:30 a 11:30. “Más en broma que en serio”, expresa riendo. También en radio Nuevo Mundo, de la ciudad de San Lorenzo.

Está casado con la licenciada Ana María Rojas de Abdo, reconocida docente universitaria del Paraguay, con quien tiene tres hijos. “Soy maestra mena”, bromea, antes de concluir la charla diciendo que, como profesionales de medios, hay una obligación de educar y dejar mensajes. “Existe una cultura radiofónica que hay que cuidar como educadores y formadores de opinión. Tenemos que esforzarnos por ser profesionales”, finaliza.

Modelo: Monse Palacios. Peinó: Dora Amarilla.

Maquilló: Silvia Salcedo, para Rommy Femenino-Masculino (Centro).

surucua@abc.com.py

ndure@abc.com.py

Fotos ABC Color/Gustavo Báez/Archivo.

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