Viejo cine
Hoy, en el lugar hay un taller de automóvil y una carnicería. Pero muchos todavía recordarán que allí estuvo uno de los cines de barrio de Asunción: el “Mariscal López”, de los hermanos Schinini.
Los dueños eran Federico y Adolfo Schinini. El primero fue dueño de una extensa propiedad que hoy pertenece al club Libertad y era uno de los primeros sitios de venta de verduras del barrio Tuyucuá. El segundo tuvo en las cercanías la primera olería mecanizada de la zona.
Allá por los años cuarenta y tantos, y hasta hace unas décadas, era el centro de reunión de las familias y los chicos del lugar, quienes no solo iban a ver las películas, sino también los noticieros que se pasaban entre filme y filme. Era la época previa a la televisión en el país y esos noticieros eran muy bien acogidos, como, por ejemplo, y según recuerdan los mayores, el casamiento de la actriz Grace Kelly con el príncipe Rainiero de Mónaco, o impresionantes tomas de algún terremoto de la época.
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La “sala”, por así decirlo, porque era al aire libre, funcionaba de martes a domingos y, especialmente, en las funciones de fin de semana se llenaba de chicos. Las sillas eran de madera, la pantalla era una pared pintada de blanco, y el proyector estaba ubicado en un altillo en la parte opuesta a la pantalla y era atendido por un técnico de apellido Civils Calttaviano, también descendiente de italianos.
Histórico hallazgo
Días pasados se produjo el hallazgo de los restos del Potez 25TOE serial 13, en la zona de El Carmen, donde había sido derribado el 11 de diciembre de 1934.
En aquella ocasión, la aeronave estaba tripulada por los tenientes 2.º PAM Arsenio Vaesken y Abelardo Bertoni, luego de un combate aéreo contra dos cazas Curtiss Hawk bolivianos, tripulados por los tenientes Alberto Alarcón y Emilio Beltrán.
En aquella ocasión, el piloto y el tirador salieron ilesos, y llegaron caminando a las posiciones paraguayas.
Los restos, que habían sido consumidos por las llamas, consisten, entre otros, del motor Lorraine-Dietrich 12Eb de 450 hp, de 12 cilindros en W, enfriado a agua, la hélice, el tren de aterrizaje, radiador, etc.
El entonces teniente 2.º PAM Arsenio Vaesken se formó como piloto en Francia, patria de sus progenitores. Al estallar el conflicto chaqueño, se presentó a filas. Tuvo a su cargo la reparación y preparación de aviones. Luego pasó a integrar el primer grupo de combate de la Aviación en Campaña. Realizó audaces ataques de importantes objetivos bolivianos, durante uno de los cuales sufrió la caída de su avión, acompañado de su camarada Abelardo Bertoni. Años después, falleció en Asunción.
Hablando de aviones…
En 1917, en los años incipientes de la aviación, el francés Pierre George Latécoère fundó una empresa que 10 años después explotó el servicio de correo aéreo, con la denominación de Aéropostale. El propósito era llevar el correo lo más rápido posible y con cualquier condición meteorológica. Primero, entre Francia y África; luego, en América del Sur.
En 1925, la empresa extendió sus servicios a Suramérica.
Así nació la Compagnie Générale Aéropostale, más conocida como la Aeropostal.
Se destacaron por su pericia varios pilotos, como Jean Mermoz, Leonardo Selvetti y Antoine de Saint-Exupéry –quien fue el director de la filial argentina de la Aeropostal – y realizó varios vuelos al Paraguay.
Como consecuencia de la crisis financiera de 1929, la Aeropostal se encontró en dificultades, lo que le llevó a cerrar, dando nacimiento a la compañía Aerolíneas Argentinas.
Ferrocarriles chaqueños
Una de las regiones ricas en emprendimientos ferroviarios fue el Chaco paraguayo. Todas las grandes empresas explotadoras de los extensos quebrachales poseían sus propios sistemas ferroviarios, como el caso de las empresas Carlos Casado, que contaba un poco más de 160 km; o la empresa Quebrachales Fusionados, con 40 km de línea en Puerto Max.
La Sociedad Forestal de Puerto Guaraní llegó a tener 66 km de rieles y la The American Quebracho Company, 27 km de vía férrea.
La New York and Paraguay Company SA llegó a tener 131 km de vías en Puerto Pinasco.
La empresa Campos y Quebrachales Puerto Sastre llegó a tener 76 km de vía férrea, en tanto que la compañía Quebrachales y Estancias Puerto Galileo tenía 30 km de vías.
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