Ferrocarril en el Paraguay (Cont.)
En la entrega anterior habíamos dicho que ya iniciada la Guerra contra la Triple Alianza, el Gobierno seguía con planes de ensanchamiento ferroviario: proyectos de ferrocarril a Bolivia, en la región sur del país, y de una extensión hasta la fundición de El Rozado, además de la sección Sapucái–Villa Rica.
Los rieles de este terraplén paralizado fueron utilizados en las fundiciones de Ybycuí para proveer de cañones y balas al ejército en campaña. El material bélico era transportado hasta Asunción en el flamante servicio ferroviario.
El ferrocarril paraguayo entonces estaba dotado de tres locomotoras. Convertido con la guerra en medio estratégico, al terminar el conflicto, solo una –la primera de las adquiridas– estaba en servicio. Las otras dos fueron desmanteladas para no caer en manos de los aliados (una estaba en Pirayú y la otra, en Cerro León). Varias secciones de las vías, así como puentes, fueron volados por soldados paraguayos, con el propósito de inutilizar el sistema ferroviario y evitar su utilización por el enemigo.
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En los últimos tramos de la guerra, los argentinos enviaron tres coches a Buenos Aires como trofeos de guerra. Para reflotar el servicio ferroviario, en mayo de 1869, se trajeron de la Argentina una locomotora y seis vagones. Este tren comenzó a operar al servicio de una compañía argentina, para el transporte de tropas y aprovisionamiento de las fuerzas aliadas.
Postre típico y curativo
Un postre casi olvidado –olvidado en muchos casos– es la chochoka.
Es una preparación culinaria hecha con la fruta de naranja agria. Se la pela y corta en uno de los extremos, se exprime y arroja parte del jugo y, en su reemplazo,se agrega miel silvestre o de caña. Se la come chupando y es muy buena para la garganta durante los resfriados.
Ave Fénix agrícola
Aún no terminaba la Guerra contra la Triple Alianza cuando muchas familias optaron por abandonar la absurda marcha hacia ningún lado de los restos del Ejército paraguayo y tratar de recomponer sus vidas.
Muchas, la mayoría, famélicas mujeres, volvieron hacia una de las ciudades más cercanas, Concepción, para comenzar de la nada...
Para aquel recomenzar de la vida fue vital el aporte de un anciano poblador de la zona, conocido como don Juan Guazú, poblador de Tacuatí, quien proporcionó las primeras ramas de mandioca y espigas de maíz para iniciar los cultivos de subsistencia.
Con esas semillas renació la agricultura de la zona, pues don Juan Guazú era el único que las tenía guardadas en gran cantidad.
Aniversario
Hoy se cumplen 47 años de la muerte de don Miguel Ángel Alfaro Decoud, arquitecto e intendente municipal asunceño.
Nació en la capital paraguaya, el 11 de junio de 1888. Recibido de bachiller en el Colegio Nacional de la Capital, realizó estudios universitarios en Italia, donde se recibió de ingeniero en la Universidad de Roma y de arquitecto en la de Nápoles.
Fue intendente municipal de Asunción, entre el 14 de febrero de 1924 y el 29 de octubre de 1927. Durante su administración se realizó la pavimentación pétrea de numerosas arterias, hermoseamiento de plazas, construcción de puentes sobre varios cursos de agua, la apertura de nuevas calles, construcción del muro de contención de la Costanera, el traslado del Cementerio del Mangrullo al recién creado Cementerio del Sur. Además, se proyectó y construyó la escalinata en las calles Antequera y Manuel Domínguez, y la construcción del monumento a los Comuneros.
Fue uno de los fundadores de la Facultad de Arquitectura, institución en la que ejerció la cátedra.
Como profesional, realizó numerosos proyectos arquitectónicos y artísticos, como el altar de la Virgen de la Asunción, la Basílica de Caacupé, el sanatorio Juan Max Boettner y varias edificaciones particulares. Fue uno de los fundadores del Centro Paraguayo de Ingenieros. Falleció en Asunción, el 23 de octubre de 1969.
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