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Un 15 de agosto de 1924

Hace 94 años, un 15 de agosto, pero de 1924, se fundó la norteña localidad de San Lázaro. El fundador fue uno de los grandes héroes civiles del Paraguay, don Lázaro Aranda. De larga actuación en la Armada nacional. Durante una incursión por ríos internos, especialmente el Aquidabán, se topó con numerosas familias en estado de abandono en los confines del país, que les movió la piedad hacia ellos, por lo que solicitó del Gobierno tierras para asentarlas en una colonia.

Así se le concedió una extensa propiedad en la confluencia de los ríos Paraguay y Apa, donde, el 15 de agosto de 1924, fundó la colonia San Lázaro, hoy un importante distrito, sede de la cementera nacional.

En ese lugar, de su propio peculio, don Lázaro proveyó a las mencionadas familias de viviendas, víveres, arados y yuntas de bueyes. También mandó construir una escuela, una capilla, local policial y dispensario médico.

Recorriendo las tierras que le fueron concedidas para la fundación de la colonia, Aranda descubrió los ricos yacimientos de mármoles de la zona. Se propuso explotarlos, pero no pudo lograr ningún apoyo para su propósito productivo.

Durante la guerra paraguayo-boliviana, aprovechando la amplia experiencia naval de don Lázaro, el Gobierno le encomendó la reorganización del balizamiento del río Paraguay, debido a que este curso fluvial era vital para el traslado de contingentes y pertrechos al frente de batalla, vía Puerto Casado. Pero no solo eso fue realizado por don Lázaro, sino que se encargó de proveer a la Marina de leña para todos los buques a vapor, sin cobrar nada por los cargamentos.

De esa época data la construcción, que don Lázaro emprendió con recursos particulares, del castillete en el Peñón emergente del río a la altura de Piquetecué, en la zona de Limpio. Fue también el ejecutor de las tareas de salvataje de los muelles del puerto capitalino a poco de finalizada la guerra paraguayo-boliviana.

Don Lázaro Aranda falleció en Asunción, el 15 de noviembre de 1945, en la pobreza –su fortuna había distribuido a sus protegidos de la colonia–, pero rodeado de la gratitud de la ciudadanía.

Ferrocarril en el Paraguay

El primer ferrocarril que circuló en el continente americano fue el de Albany, el 9 de agosto de 1831. A ese primer ferrocarril americano le siguieron los de Cuba, en 1834; Perú y Chile, en 1851; Brasil, en 1854, y Argentina, en 1857.

En ese tiempo, también nuestro país estaba empeñado en contar con su ferrocarril, además de numerosas otras obras públicas, entre las que destacaban caminos, astilleros navales y la primera planta siderúrgica del Río de la Plata.

En 1856, el Gobierno paraguayo empezó a planear la instalación del servicio ferroviario. Ese mismo año se adquirieron materiales necesarios para 13 leguas de vías, de la casa Blyth de Inglaterra, por valor de 200.000 pesos oro. Los planos fueron realizados por el ingeniero inglés William Whiteheat. Los materiales adquiridos fueron rieles, planchas, asientos de riel, tres locomotoras completas y tres vagones, que se utilizaron para modelo de los que después se fabricarían en los arsenales y talleres de la planta siderurgia de El Rozado, en Ybycuí. Estos materiales llegaron en el transcurso de los años siguientes, inclusive siguieron llegando nuevas partidas, adquiridas con posterioridad.

La primera vía férrea de nuestro país (para uso de zorras estiradas por caballos), de unos 400 m de longitud, fue construida en 1856, unía los Arsenales con el murallón del puerto capitalino y fue construida bajo la dirección del ingeniero Whitehead. Posteriormente, fue extendido hasta la Aduana Central.

En junio de 1858 llegó al país el ingeniero George Paddison contratado por el Gobierno para la construcción del ferrocarril Asunción-Villa Rica. Paddison fue secundado en su labor por otros ingenieros compatriotas suyos, como George Thompson, Henry Valpy y Percy Burrell. Todos estos técnicos estaban bajo la dirección general del ingeniero en jefe William Whitehead, autor de los planos de la red ferroviaria a realizarse.

Con estos técnicos extranjeros trabajaron en el ferrocarril personal militar, entre quienes destacaron los oficiales José María Bruguez, Juan de la Cruz Estigarribia y Elizardo Aquino; además de algunos jóvenes formados en Europa, como Gregorio Almirón, Tomás Astigarraga, Juan Giménez y Escolástico Ramos; también participaron activamente soldados, esclavos del Gobierno, presidiarios de la cárcel pública, en un total de unos 5000 hombres.

El terraplenado y trazado de vías de ferrocarril, la construcción de caminos y puentes, estuvo a cargo de una heterogénea masa de trabajadores al mando de oficiales del ejército, y empezó en 1860.

Las empresas estatales, entre ellas del Ferrocarril, contaban con un número elevado de convictos como personal de trabajo. La siderurgia de El Rozado Ybycuí era, de hecho, un campo de presidiarios dedicados a la producción metalúrgica.

El 14 de mayo de 1859 quedó inaugurado el ferrocarril urbano (Puerto - Estación Central), para el acarreo de los materiales para la construcción del ferrocarril, y es de imaginarse lo que habrá sido ese acontecimiento en la Asunción de la época, que entonces no era más que un villorrio de unas pocas cuadras de extensión. Inclusive, teniendo en cuenta el perímetro de la ciudad de ese entonces (Bahía, calle Colón, Ygatimí, Brasil), para la construcción de la terminal ferroviaria se eligió un lugar cercano a los límites de la parte más poblada del casco urbano de la ciudad.

El 21 de octubre de 1861 se habilitó la línea Asunción-Trinidad.

surucua@abc.com.py

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