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Equivalencias

Si bien hace 127 años se adoptó el sistema métrico decimal, habitualmente solemos escuchar ciertas unidades de medidas que perimieron, pero son usadas especialmente por la gente de campo, como leguas, cuadras, arrobas, etc.

Para tener una idea de cuánto medían dichas unidades, damos los siguientes datos.

1 legua= 5000 varas, 50 cuadras, 4330 m

1 cuadra= 100 varas, 86,6 m

1 vara= 0,86 m

1 legua cuadrada= 2,500 cuadras cuadradas, 1,875 ha

1 cuadra cuadrada= 10.000 varas cuadradas, 0,75 ha

1 liño= 0,0075 ha

1 arroba= 25 libras, 11,485 kg

1 libra= 0,459 kg

Distritos del Paraguay antiguo

Antes de la creación de nuevos distritos, hace como una centuria, los mismos eran, por orden alfabético, Acahai, Ajos, Aldana y Toledo, Altos, Aquidabán, Areguá, Arroyos y Esteros, Atyrá, Barrero Grande, Belén, Bobí, Caacupé, Caaguazú, Caapucú, Caazapá, Capiatá, Caraguatay, Carapeguá, Carayaó, Carimbatay, Carmen del Paraná, Catedral, Concepción, Curuguaty, Desmochados, Emboscada, Encarnación, Guarambaré, Guazucuá, Hy’aty, Horqueta, Igatimí, Isla Umbú, Itá, Itapé, Itacurubí, Itauguá, Jesús, Lambaré, Laureles, Lima, Limpio, Luque, Mbocayaty, Mbuyapey, Paraguarí, Pedro González, Pilar, Pirayú, Piribebuy.

La lista seguía con Quiindy, Quyquyhó, Recoleta, Rojas y Yataity, Rosario, Salvador, San Antonio, San Cosme, San Estanislao, San Ignacio, San Isidro, San Joaquín, San José de los Arroyos, San Juan Bautista, San Juan Nepomuceno, San Lorenzo del Campo Grande, San Lorenzo de la Frontera, San Miguel, San Pedro, Santa María, Santa Rosa, Santiago, Santísima Trinidad, Tacuaras. Tacuatí, Tobatí, Trinidad, Unión, Valenzuela, Villa Franca, Villa Hayes, Villa Oliva, Villa Rica, Villeta, Yabebyry, Yaguarón, Yataity, Ybycuí, Ybytymí, Yhacanguazú, Yhú, Ypané y Yuty.

En busca de metales

Ya los jesuitas realizaron intentos –con relativo éxito– para la extracción y la fundición de minerales. También en Asunción, en la época de la independencia, se tiene documentada la presencia de talleres de fundición. Parece ser que en esa época ya se tenían localizados algunos yacimientos de hierro.

Los primeros trabajos de fundición que dieron origen al alto horno de la planta siderúrgica de El Rozado datan de los últimos años de la dictadura francista (hacia 1938).

El profesional que llevó adelante aquellos primeros ensayos en El Rozado fue un herrero irlandés llamado José Antonio O’Diagan, más conocido como Pepe Antón.

Durante el gobierno de López el Viejo se encaró con mayor ímpetu la actividad de producción metalúrgica en el país. En 1849, contrató al técnico inglés Henry Godwin.

Con Godwin llegó un alemán llamado Friederich Feiger, quien a través de sus conocimientos de química (y medicina) fue el responsable de constatar la existencia de material ferroso en San Miguel, Caapucú (yacimientos ya conocidos en la época) e, inclusive, Quyquyhó. Después llegaron otros técnicos, quienes, con su trabajo, convirtieron al país en el primero en poseer tecnología siderúrgica en el continente. 

Solo recuerdo

Varias ciudades del mundo, como Baltimore, Bruselas, Connecticut, Denver, Helsinki y Pensilvania les consagraron museos. No son pocas las ciudades donde siguen circulando, convirtiéndose en algunas, como San Francisco, California, en verdaderos íconos de la ciudad.

En Europa: Ámsterdam, Burdeos, etc., son casi parte del ser nacional.

En algunas ciudades suramericanas, como Buenos Aires, nostálgicos emprendedores lograron revivir tres hermosos coches de 1927, convirtiéndolos en atractivos de la ciudad, que hacen la delicia de turistas y nostálgicos.

Nos referimos al tranvía, que en nuestro país es solo un dulce recuerdo, desde que el 31 de diciembre de 1996 dejó de circular por las calles asunceñas, asfixiado por el agobiante tráfico automotor.

Al contrario que en otras ciudades, donde se convirtió en un atractivo turístico bastante redituable económicamente, en Asunción se lo ha desechado e, inclusive, se busca arrancar de cuajo lo único que queda de su vigencia por más de 130 años: las vías, que la municipalidad busca desmantelar de las calles asunceñas.

Tirados por caballos y mulas al principio, los primeros tranvías eléctricos circularon por Londres, Salford y Liverpool, entre 1860 y 1865, y eran conocidos como tramways. La invención de la dínamo hizo que las calles fueran tomadas por los cables alimentadores de electricidad para los tranvías. En el Paraguay, los tranvías eléctricos empezaron a funcionar en julio de 1913 y su vigencia fue de 83 años.

surucua@abc.com.py

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