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Ferrocarril privatizado
El 30 de diciembre de 1876, una ley del Congreso autorizó la venta del ferrocarril, cuyo comprador fue el acaudalado inmigrante italiano Luigi Patri, llegado al país con las fuerzas invasoras al culminar la Guerra contra la Triple Alianza. En 1886, el Estado compró nuevamente el sistema ferroviario y lo volvió a vender al capital inglés, en 1889, que lo mantuvo en su poder hasta principios de los años 60.
Hace 22 años
Varias ciudades del mundo, como Baltimore, Bruselas, Connecticut, Denver, Helsinki, Pensilvania, les consagraron museos. No son pocas las ciudades en las que siguen circulando, convirtiéndose en algunas, como San Francisco, California, verdaderos íconos de la ciudad.
En Europa: Amsterdan, Burdeos, etc., son casi parte del ser nacional (personalmente, me tocó viajar en el de Burdeos, Francia).
En algunas ciudades suramericanas, como Buenos Aires, nostálgicos emprendedores lograron revivir tres hermosos coches de 1927, para convertirlos en atractivos de la ciudad, que hacen la delicia de turistas y nostálgicos.
Nos referimos al tranvía, que en nuestro país es solo un dulce recuerdo desde que el 31 de diciembre de 1996 dejó de circular por las calles asunceñas, asfixiado por el agobiante tráfico automotor y la obsolescencia.
Al contrario que en otras ciudades en las que se convirtió en un atractivo turístico bastante redituable económicamente, en Asunción se lo ha desechado e, inclusive, se busca arrancar de cuajo lo único que queda de su vigencia por más de 130 años: las vías, que la municipalidad buscó desmantelar de las calles asunceñas.
Tirados por caballos y mulas al principio, los primeros tranvías eléctricos circularon por Londres, Salford y Liverpool, entre 1860 y 1865, y eran conocidos como tramways. La invención de la dínamo hizo que las calles fueran tomadas por los cables alimentadores de electricidad para los tranvías. En el Paraguay, los tranvías eléctricos empezaron a funcionar en julio de 1913 y su vigencia fue de 83 años.
El primer escarabajo
El primer automóvil del popular modelo Escarabajo llegó al Paraguay en 1953.
El simpático automóvil fue enviado al señor Miguel Carrizosa Alfaro por un importador uruguayo, quien, para representar a la marca en nuestro país, aquel año, fundó la firma Diesa SA.
Los años iniciales de la empresa fueron esforzados, pues no fue fácil imponer un auto de las dimensiones del Escarabajo, en tiempos en los que los gustos por los automóviles de gran porte, como los americanos, estaban en auge.
Con base en exhibiciones y pruebas a los potenciales clientes, el auto fue ganando popularidad y, al igual que en todo el mundo, se impuso hasta convertirse en uno de los automóviles más populares del país.
Tenis quyquyense
Dentro de unos meses se cumplirá un siglo desde que, el 3 de agosto de 1919, se fundó en la ciudad de Quyquhó un, por entonces, muy concurrido club de tenis.
La entidad se denominó Lawn Tennis Club Juventud Quyquyense. Este club social y deportivo reunía a lo más granado de la sociedad quyquyense y conspicuos visitantes.
Este tenía una pista rodeada con un tejido perimetral, anexa a una arboleda con bancos, columpios y otras comodidades.
Además de este club, también existía en Quyquyhó el Aurora Lawn Tennis Club. En ambos, además del tenis, se practicaban otros deportes, como las bochas, básquetbol, vólleybol, etc.
A la villa veraniega
El 1 de enero de 1943, la empresa Wasmosy habilitó el primer servicio regular de ómnibus, con horarios e itinerario preestablecidos entre Asunción y San Bernardino.
Anteriormente existían otros servicios, pero no contaban con la regularidad de esta nueva empresa, para servir al flujo de turistas que se trasladaban hasta la villa veraniega, en cantidad cada vez mayor.
Oro verde
Uno de los rubros económicos de gran importancia en el pasado fue la explotación de los grandes yerbales naturales existentes en las selvas del país. Algunas de esas plantaciones se encontraban en lugares entonces lejanos e inhóspitos, como Agua’e, Agaray, Capi’ivary, Curupicay, Yurutí, Mbocayaty, Tayasutí, Ygatimí, Yuty, San Joaquín, Tacurupucú, Monday, San Pedro de Ycuamandyyú, Caazapá, etc.
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