Gol de Quiindy

La ciudad de Quiindy busca posicionarse como punto turístico del Paraguay. Las estrategias abarcan el barrio y la plaza, y mejoras en el trayecto a la reserva natural del lago Ypoá. Cuatro posadas, a bajo costo, están habilitadas para recibir a los visitantes.

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Quiindy es un municipio de, aproximadamente, 16.000 habitantes, situado en el distrito de Paraguarí, a 109 km de Asunción. La fama de esta ciudad se debe a su tradición en la fabricación artesanal de pelotas de fútbol y, también, de otras disciplinas deportivas, como vóley, rugby o fútbol de salón.

El barrio Niño Jesús concentra la mayor actividad en la fabricación de pelotas, y es el escenario idóneo para realizar actividades que impulsen el desarrollo y la visibilidad del producto. Es por eso que buscan posicionarlo como el Barrio de las Pelotas, ya que en él y sus alrededores viven, aproximadamente, unas 50 familias dedicadas a la confección artesanal de pelotas.

Para ellos, generar ingresos desde sus casas representa la posibilidad de seguir conectados a la familia, la independencia de horario y la venta directa. Jorge Riveros lleva 25 años fabricando pelotas. Aprendió de unos tíos y le va muy bien, aunque afirma que es muy difícil competir con las ofertas de procedencia china. Dice que las pelotas chinas llegan casi a mitad de precio y no tienen garantía.

“Importamos materia prima del Brasil, utilizamos microfibras tanto para el forro como para el revestimiento exterior. Cuidamos todos los detalles de cortado y pegado, pero aun así tenemos una fuerte falta de ganancia frente a estos productos”, lamenta.

Legado

Toda la familia Riveros está involucrada en el trabajo. “Es un legado de dedicación y esfuerzo que les voy a dejar. También tengo personas que recorren todo el país vendiendo”, cuenta Riveros, quien, además, es presidente de la Asociación de Fabricantes de Pelotas de Cuero y Afines de Quiindy.

La asociación cuenta con 28 afiliados, y el objetivo es posicionar la mano de obra paraguaya y buscar mercados para la venta de los productos. “Somos buenos en lo que hacemos. Ofrecemos calidad, diseño y mano de obra calificada”, dice.

Efectivamente, se pueden apreciar coloridos diseños en su casa, en varios tamaños y precios. También elaboran pelotas personalizadas. “Grabamos el nombre o las iniciales de las personas. Es un lindo detalle para regalar o para que el turista se lleve un recuerdo personalizado de la experiencia que vivió en la ciudad de Quiindy”, asegura.

Pegadito a su casa está Ramón Molina, quien se dedica a este menester desde no hace mucho tiempo. “Se gana bien”, afirma mientras da puntadas a un “casco” de cuero, sentado en la vereda. Y al lado nomás encontramos a Juana Isasi –más conocida como Reina– y Silvina Giménez. “Este trabajo es nuestro pucherito. Nos sentamos a tomar tereré mientras cosemos y nos reímos mucho; mientras cocinamos, también trabajamos ha roñemongueta, rokay’u jave avei romba’apo. Gracias a Dios tenemos esta ocupación en nuestra propia casa. A veces, nos reunimos con los vecinos también”, coinciden.

Nueva identidad y festival de las picaditas

Gente como ellos son quienes le han dado una nueva identidad y, ahora, el barrio Niño Jesús es conocido como el Barrio de las Pelotas. “Con esta nueva identidad pretendemos contribuir a la revalorización de la producción artesanal, la consolidación de la identidad comunitaria y el despertar del orgullo por los trabajos realizados”, expresa Mario Suárez Zabala en un estudio realizado sobre la ciudad, conjuntamente con el municipio y la Secretaría Nacional de Turismo.

El proyecto sociocultural tuvo el efecto deseado. Los lugareños están felices y hasta permitieron que las fachadas de sus casas sean intervenidas con distintos murales. “La intervención artística demuestra que el arte no solo es un derecho de todos, sino también una herramienta valiosa en los procesos de transformación del tejido social y la consolidación de la identidad”, expresa Suárez Zabala. Los murales dan colorido al barrio, crean un entorno temático y hacen sentir al visitante que está en un lugar especial.

El artista asunceno Alfredo Villalba fue quien tuvo a su cargo las primeras cuatro “casas pintadas”, cuyo costo de obra fue asumido por la Gobernación de Paraguarí. Se espera que todo el trabajo esté terminado para el 13 de setiembre, día en el que se celebrará el Festival de las Picaditas.

El barrio aspira inaugurar la Plaza de las Pelotas para fines del 2016. La palada inicial ya fue dada ante la presencia de autoridades, pobladores e invitados especiales. El espacio se irá modificando con instalaciones de faroles, cestos de residuos y esculturas alusivas a la pelota, entre otros elementos que brinden un aspecto armonioso y llamativo.

La intendenta de Quiindy, Alba Acevedo de Bogado, expresa que buscan, además, fomentar actividades de entretenimiento y deportivas dentro del espacio de esparcimiento. “Queremos destacar el Barrio de las Pelotas. Valoramos cada esfuerzo que se realiza para llegar a nuestro objetivo”.

La inspiración

Deisy Varela Lafuente, del departamento de productos turísticos, revela que la intervención artística de las casas tuvo su inspiración en el trabajo social realizado en Loma San Jerónimo, primer barrio turístico de Asunción. Esta iniciativa consistió en rescatar la historia del lugar, poner en valor sus recursos, revivir sus tradiciones y costumbres con la participación activa de la comunidad.

Con el Barrio de las Pelotas pretenden rescatar –en imágenes artísticas– los elementos tradicionales, culturales y dar ese realce urbanístico. Un emprendimiento innovador que garantiza la puesta en valor en conjunto con la comunidad y brindar un impacto visual en los locales, para los visitantes que deseen conocer este humilde barrio dedicado a la fabricación artesanal de pelotas.

Punto turístico

La introducción del fenómeno turístico en el municipio tiene como objetivos la generación de ingresos secundarios para las familias artesanas, el aumento de las ventas de pelotas y, con ello, del empleo relacionado directamente con esta actividad, además del impulso a empresas turísticas de alojamiento, la restauración e, incluso, incentivar la creación de otros microemprendimientos turísticos.

A la fecha están habilitadas cuatro posadas turísticas: La Familia, con cuatro habitaciones; Pablito, con tres ambientes; Las Marías, una habitación, y Las Rosas, dos. El costo por día es de G. 70.000 por persona. También está el Alce’s Hotel, que dispone de 41 camas.

“Invitamos a toda la ciudadanía y los extranjeros a que vengan a conocer nuestra ciudad. El 75 % de nuestra población se dedica a este noble trabajo artesanal. Las visitas y la compra de los productos nos van a ayudar a convertirnos en una industria que genere ingresos en su comunidad”, expresa la intendenta.

Si decide conocer y profundizar las ofertas que ofrece, no se arrepentirá. A unos 27 km de Quiindy, por el acceso más corto, se encuentra el lago Ypoá, declarado reserva natural y parque nacional en 1992. Todo el camino desde Quiindy es de una belleza excepcional, con avistaje de aves y paisajes espectaculares en el trayecto. Pero llegar hasta el lago resulta un tanto difícil, debido al estado de los caminos. Gran parte de la distancia se puede recorrer en vehículos 4x4, pero llegado cierto punto es prácticamente imposible avanzar. La opción de llegar en bicicleta de montaña existe, pero incluso para esta modalidad deportiva habría que realizar mejoras en los caminos y dotar de señalizaciones. “Estamos trabajando para mejorar estos detalles; somos conscientes de que un buen acceso convertirá al lago Ypoá en un elemento dinamizador clave para Quiindy. Es un lugar hermoso y místico, y junto a la tematización del municipio en torno a la artesanía de la pelota, con una buena estrategia de promoción, colocaría a Quiindy en el mapa turístico del Paraguay”, expresa Acevedo. La intención a largo plazo es vincular a Quiindy con el freestyle, para convertirse en un municipio referencia en el que se puedan celebrar competencias, exhibiciones y actividades temáticas. Definitivamente, el arte y los secretos de las pelotas cosidas a mano seguirán siendo uno de los patrimonios de este pueblo.

ndure@abc.com.py

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