Inspiración

Recién llegada de la República de China (Taiwán), Belén Benítez se muestra contenta por los éxitos cosechados en su corta carrera. Dos discos y un camino de presentaciones en los escenarios más importantes del país, y en su natal Ciudad del Este.

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Canta desde chiquita, prácticamente vivió para cantar y vive para ello, tanto que le es difícil establecer un punto de partida profesional. Su voz va evolucionando, técnicamente y en repertorio. “Fue un amplio programa el que presentamos en China, canciones tanto en guaraní como en español. La actuación fue muy emotiva, porque fue un público que sintió con nosotros la música y eso es muy gratificante para todo artista”, rememora sobre su experiencia en el Festival Internacional de Folclore y Juegos Folclóricos de Niños, un festival internacional en Taiwán que se celebra cada verano en el Parque Acuático de Río Dongshan del Yilan, desde 1996.

Sus preferencias musicales se centran en el folclore nacional y latinoamericano.

Con un segundo disco en mano, sigue cosechando éxitos con el grupo Verbena. “Nuestro primer cedé lleva el nombre del grupo. Verbena son las fiestas populares tradicionales de España, con música y baile al aire libre. Elegimos este nombre porque nos representa; somos alegría, pasión y melodía”, dice riendo.

Además de ser una excelente promesa en la música, Belén no descuida sus estudios. Terminó la carrera de Administración de Empresas y con la familia trabaja en una agencia de viajes que también lleva el nombre del grupo musical. “Estoy viviendo mi vida plena, muy contenta con las experiencias adquiridas. Tengo una carrera terminada, pero definitivamente el canto es lo mío. Voy a seguir este camino, mejorando cada día, perfeccionando la voz, ampliando las selecciones musicales y llevando nuestro país en alto, con orgullo”.

Cuenta la increíble sensación vivida, bandera paraguaya en mano, en el escenario de la ciudad de Yilan. “Cuando una sale fuera de nuestras fronteras, llevando el nombre del Paraguay, se experimentan sentimientos únicos y se siente una honra inalterable, aunque creo que este sentimiento debe florecer siempre, no solamente cuando salimos del país. En el Paraguay hay mucho talento y creatividad, tenemos un espíritu emprendedor que nos lleva lejos. Con apoyo y confianza, los jóvenes podemos cambiar nuestra realidad, sobre todo en nosotros mismos. Cuando se organiza un festival, invitemos y potenciemos a los nacionales. Si en el barrio se realiza un evento, contratemos al que tenemos cerca. Estas actitudes van a ir generando pequeños cambios y entusiasmando para vivir del arte que nos apasiona”.

No solamente a suelo oriental llegó, sino también estuvo por Europa y todo el territorio nacional, claro. “La dedicación da sus frutos. Es prueba de que se puede. Voy a seguir con mi canto hasta donde se pueda. Tengo pendiente un masterado en gestión empresarial y posicionar el turismo nacional a través de la agencia. Somos un país maravilloso y tenemos que disfrutarlo”.

¿La música? Es todo para ella. “Llena el alma y el espíritu, sus letras pueden tener un alto impacto en las personas, en una sociedad, pero hay que saber elegir qué consumir”, admite.

En un día normal, ¿qué hace? “Estudio, trabajo y, cuando hay tiempo, hablo con amigos o hago algo diferente que me gusta”.

Quiere evolucionar como cantante, como artista. “Es lo que me gusta y es lo que quiero hacer”. Con dos discos y 22 años, va ganando credibilidad en la industria de la música.

ndure@abc.com.py 

• Fotos ABC Color/Javier Cristaldo.

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