LA CANASTA MECÁNICA

SORORIDAD, PROTESTA Y ESCRACHE.- Este año se hizo visible que la protesta es un derecho de la ciudadanía. Una manera de expresar opiniones e ideas para poner en evidencia y forma pública las problemáticas que afectan a distintos ámbitos de la sociedad, de forma individual o colectiva, en el ejercicio pleno de los derechos.

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La protesta exige que las autoridades asuman su responsabilidad ante la demanda de honestidad y reclamos de las necesidades ciudadanas. Quienes ocupan cargos públicos tienen la obligación de escuchar y dar solución a las denuncias de la ciudadanía contribuyente. Tuvo éxito el escrache organizado en distintas poblaciones, cuyas dirigencias se vieron sacudidas hasta la misma cárcel en algunos casos. Está demostrado que ya no se van a tolerar la corrupción, el despilfarro, la prepotencia, la sinvergüencería. Que se corrijan de urgencia quienes todavía actúan con resabios dictatoriales, atropellando los derechos de la ciudadanía. Se acabó el feudalismo partidista. Ya no hay retroceso. Que respondan a los reclamos de la ciudadanía, porque, como dijo un prelado, la gente está a un paso de hacer justicia por mano propia. Ojo con la mansedumbre de los justos cuando pierden la paciencia. Reprimir por medios violentos las protestas y escraches de la ciudadanía nunca formará parte del ámbito de las funciones públicas.

También es tiempo del triunfo de la sororidad. En la semana pasada, la Real Academia Española (RAE) presentó la actualización de su diccionario, con la introducción de 2451 innovaciones, entre las que se encuentran palabras como sororidad, escrache, meme, selfi, viralizar y feedback.

En el caso de sororidad, se admite el término como expresión de amistad o afectos entre mujeres, como relación de solidaridad entre mujeres, especialmente en la lucha por su empoderamiento. La hermandad femenina no pide perdón porque estamos vivas. La solidaridad entre mujeres nos enseña a no burlarse de las rubias, tampoco de una suegra, mucho menos de una negra; esos no son chistes, es misoginia. Conste que sororidad no significa que estamos obligadas a aliarnos con mujeres delincuentes por el simple hecho de que son mujeres. La sororidad no obliga a ser cómplices de mujeres corruptas, prepotentes, trepadoras. La sororidad es afectuosa e inteligente, por eso también existe el humor feminista, a veces incómodo, casi absurdo. Es el caso del libro A Tontas y A Locas, de María Moreno, en el que la autora dice entre otras cosas divertidas que, técnicamente, una ‘separada’ es la viuda de un vivo, y que la mitología moderna exige diosas más perfectas que las antiguas. Las mujeres aprendemos, compartimos y activamos un saber que se recoge en reuniones de fogón, con la lógica igualitaria de las conversaciones de la plaza, el gimnasio, la cocina, el ámbito laboral y lugares de estudio. Se acabaron el miedo y el silencio. #NiUnaMenos, #MiráCómoNosPonemos no es una guerra contra los varones. Es una actitud asumida con la intención de conseguir que los hombres nos respeten, que entiendan que una mujer no es propiedad de nadie, que comprendan y acepten la igualdad de derechos, y nos acompañen amorosamente en esta verdadera re-evolución de la consciencia humana.

carlafabri@abc.com.py

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