A velocidad vertiginosa, la inconsciencia humana está llevando a la Tierra a convertirse en un desierto inhabitable. En nuestro país, la ignorancia de autoridades y población está asesinando bosques y humedales. El analfabetismo ambiental potencia la ambición desmedida y prepotente que mata la naturaleza sin detenerse ante nada.
De acuerdo a un informe de Gente Ambiente y Territorio, entre enero de 2017 y enero de 2018, solo en el Chaco paraguayo se deforestaron 616 hectáreas por día. Triste RIP para la floresta y fauna chaqueña.
Los árboles nos proporcionan vida. Sí. ¡Vida! Son la mayor fuente de oxígeno que tiene nuestra atmósfera. Los bosques son los pulmones del planeta y convierten el dióxido de carbono, tóxico para los humanos, en oxígeno que nos permite respirar.
Los árboles atraen agua hacia el suelo; luego, cada árbol absorbe aproximadamente como 400 litros del agua de la tierra y los libera en la atmósfera como vapor, lo que permite que se generen nubes que producen lluvias. Sin los árboles que generen este ciclo, las lluvias dejan de formarse y empieza el proceso de desertificación. Esto ya sucedió en gran parte del norte de África, lo que produjo hambrunas masivas. El viento vuela la capa superficial del suelo y deja la zona desierta.
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Es bueno para el medioambiente plantar un árbol. Sin embargo, no produce el mismo impacto favorable un árbol recién plantado que un árbol ya añoso, porque se necesitan varias décadas para que un nuevo árbol llegue a los niveles de producción de oxígeno y vapor de los que fueron eliminados.
La semana pasada, el diario ABC Color informó que la construcción de la Costanera Norte tendría vínculo directo con la migración de garzas hacia una zona de Asunción. “Las aves se mudaron en busca de comida y refugio seguro”, expresó el ornitólogo investigador Alberto Yanosky, del Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología, y presidente del BirdLife Internacional para las Américas. Es probable que, antes de depredar el sito, no se hizo un estudio serio de impacto ambiental. Para qué financiamos el Ministerio del Ambiente y otros varios departamentos medioambientales si no sirven para frenar la deforestación. ¿Es solo para percibir sueldos? Hace poco tiempo pagamos con nuestros impuestos el viaje y viático de una comitiva de 30 funcionarixs a la cumbre del clima 2018 (COP24) realizada en Polonia. Hasta la senadora Zulma Gómez con su hijo estuvieron “representando” al Paraguay en Katowice. ¿Qué es lo que hacen a su regreso estas delegaciones, aparte de viajar, gastar nuestro dinero y asignarse privilegio$? ¿Trabajan para evitar la deforestación que produce el cambio climático? O solo aprovechan para hacer viajes de placer a nuestra costa y sobre la muerte de árboles, pájaros, abejas…
Hagamos como China, que puso a 60.000 soldados a plantar árboles y combatir la contaminación. Por qué no destinar a lo mismo, a jóvenes enrolados en el Servicio Militar Obligatorio. Eso sí sería un servicio patriótico
Se queman y talan árboles, selvas, bosques completos, para despejar tierra destinada a inmensas plantaciones de soja y para la ganadería. Cada segundo que pasa, un área del tamaño de una cancha de fútbol se destruye para siempre. Una plegaria de despedida a tanta belleza natural masacrada. Mi oración de adiós a los bosques, a las lluvias santas, a las garzas.
carlafabri@abc.com.py