La victoria más importante

Era conocida por seguir aun cuando sus fuerzas parecían acabar. Pero la vida la puso ante una carrera “insuperable” y, cuando escuchó “es cáncer”, se dejó caer sin imaginar que, esta vez, serían sus amigos quienes la impulsarían hasta lo que considera como la victoria más importante de su vida. Hoy, Herme López se prepara para la corrida de los 50 años de ABC Color.

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De contextura pequeña, tez morena, pelo corto y su sello personal: sonrisa y mirada franca, Hermelinda López (38), la guaireña “Herme”, como la conocen sus amigos, nos recibe en su lugar favorito: la pista de la Secretaría Nacional de Deportes. Ese lugar que tanto extrañó y por el que tanto sufrió. “Yo solo quería volver a correr”, dice meses después de haber ganado la carrera más dura de su vida: el cáncer.

En el 2016, Herme fue la primera paraguaya en cruzar la meta de la Maratón Internacional de Asunción (MIA) y la imagen de su llegada quedó grabada para muchos porque los últimos metros fueron tan difíciles que un amigo se acercó, la abrazó y la ayudó a llegar a la meta. “Yo, sin saberlo, esa carrera ya la corrí con la enfermedad. Había sentido una molestia en el km 30, así que regulé mi ritmo y seguí. Los últimos kilómetros fueron una tortura por el dolor que sentía; prácticamente caminaba aferrada a mi bandera paraguaya hasta que Hugo Díaz se metió a la pista y me condujo al final”. Para la atleta, esta es la representación más fiel de este deporte: sacrificio y solidaridad sin límites.

Semanas más tarde, las molestias fueron intensificándose hasta que llegó el diagnóstico final: carcinomatosis peritoneal. “El mundo se me vino abajo. Lloré amargamente y no quería saber nada de nadie. Pero después fue la gente la que me motivó. Organizaron una carrera para ayudarme y, entonces, dije: ‘¿Cómo ellos están luchando y yo no voy a luchar?’, así que me levanté y di pelea”, confiesa.

Paralelamente, en el círculo de amigos, la noticia sorprendió a todos. La veían entrenar regularmente y nadie se imaginaba que algo así podría pasar. Sabían de su condición humilde y que su familia no podría enfrentar los gastos, así que, rápidamente, se organizaron, abrieron una cuenta corriente y fijaron fecha para lo que mejor saben: una corrida. Consiguieron auspiciantes y, el 20 de noviembre pasado, el parque Ñu Guasu fue copado por unos 2000 amigos que se sumaron a la causa. Otro equipo se encargó de establecer contactos con los mejores profesionales médicos y así fue cómo Herme llegó al Dr. Manuel Perrota: “Eso fue lo mejor que me pasó. Me sentí protegida y cuidada en todo momento. Sabía que no era fácil. Me dieron solo tres meses de vida, pero él me salvó”.

Herme se considera afortunada y dice que, evidentemente, las cosas pasan por algo. Justo en ese momento Perrota estaba viajando a los Estados Unidos para una especialización, llevó todos los resultados de la atleta y, al volver, le dio la noticia de que un equipo internacional haría, por primera vez, una intervención de ese tipo en nuestro país.

La operación se realizó el 20 de febrero de este año en el Hospital de Clínicas. Incluyó la implementación del método HIPEC (quimioterapia hipertérmica intraperitoneal), algo que se considera como el aporte más importante de las últimas tres décadas para pacientes con tumores diseminados en el abdomen en forma general, sea cáncer de pulmón, colon, ovarios y otros, pudiendo ampliar la sobrevida de uno a cinco años.

“Con todo eso era imposible no sentirme afortunada. Sí, tenía miedo, pero lo único que le preguntaba a mi médico era: ‘Doctor, ¿voy a volver a correr?’”, cuenta Herme, mientras sus ojos negros se llenan de lágrimas. Nadie tenía una respuesta contundente y firme.

“Había recibido mucha ayuda sicológica, así que cuando abrí los ojos luego de la cirugía, sabía dónde estaba y que había salido bien”, expresa sonriente. A partir de entonces solo esperaba el gran momento de volver a la pista; algo que llegó meses después.

Poco a poco, Herme está volviendo a su vida “normal”. Ahora se prepara para la corrida por el 50.0 aniversario de ABC Color, que se realizará el domingo 10 de setiembre en las calles de Asunción. Sabe que le llevará un tiempo aún volver al podio, pero lo toma con calma porque es parte del proceso, así que se contenta con estar en la pista. “Si no era deportista, la historia hubiera sido muy diferente: no estaría en condiciones físicas de aguantar un tratamiento tan intensivo ni tendría esos amigos que me devolvieron la vida”, finaliza.

mbareiro@abc.com.py

Fotos: ABC Color/Arsenio Acuña/Gentileza.

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