McCartney: Genialidad en Paraguay

¿Quién se hubiera imaginado que Paul McCartney estaría en nuestro país brindando un concierto? Ni el propio Leo Rubin, director de Escenario y responsable de su venida a Paraguay, lo creyó posible. “Cuando fui a ver el show de Paul (McCartney) en Porto Alegre y miramos el armado del escenario con Javier Bernardes, mi socio y amigo, nunca nos imaginamos que esto podía pasar. Sí nos planteamos como idea, pero nos parecía muy difícil.

Luego de unos meses vino el primer ofrecimiento, en mayo del 2011, y no salió. Posteriormente, este año empezó la negociación y, cuando nos reunimos con el mánager, Barrie, tres horas en un hotel, sentí que esto podía pasar, pero siguió siendo un proyecto, hasta que me llamó Barrie un miércoles a las tres de la tarde y me dijo: ‘Tú tienes el show’, y me quedé helado”.

Muchos también habrán quedado así al enterarse de la noticia... ¡Y sí! El sueño se hizo realidad y este martes 17 Paul McCartney, uno de los integrantes del legendario grupo británico de rock The Beatles, te espera en el estadio Defensores del Chaco (Sajonia).

Desde la confirmación de su presencia en Paraguay, se mostró atento con sus fans, envió saludos y el clásico “¡Rohayhu Paraguay!”. La “buena onda” de esta estrella de la música quedó clara, una vez más, durante la breve charla mantenida con nuestro diario y otros medios de comunicación desde Los Ángeles, California (Estados Unidos).

Un cordial “buenas tardes” antecedió a la entrevista con la primera pregunta de nuestro compañero de tareas Sergio Ferreira, sobre aquel encuentro con el emblemático cantante paraguayo Luis Alberto del Paraná y su grupo Los Paraguayos, junto a quienes Los Beatles participaron en una actuación para la reina madre Elizabeth de Inglaterra el 4 de noviembre de 1964. “No recuerdo demasiado de eso, debo decir la verdad”, respondió el músico. “Si estaba tocando, probablemente estaba demasiado concentrado en mi propias canciones. Si sigue por ahí, ¿le podrían mandar mis mejores deseos?”.

McCartney también confesó que le hubiera gustado ser el autor de Imagine, una de las más destacadas de la carrera como solista de John Lennon. Reveló, además, que una de las canciones que más le gusta interpretar es la que coescribió con Lennon: A day in life. ¡Pero escribió Yellow submarine, Ob-la-di Ob-la-da!, ¿se acuerda?
¿Será que presintieron el éxito que alcanzarían y que perdurarían en el tiempo? Ni remotamente. El músico confesó que ni él ni el resto de Los Beatles se imaginaban, en sus primeros años, la eterna popularidad que alcanzarían. “Creo que hay muchos buenos grupos, pero ninguno es tan bueno como Los Beatles”, dijo entre risas. “Creo que Los Beatles fueron muy especiales, llegamos en un tiempo muy especial”, expresó en otro momento de la charla.

Creyó igualmente que durarían unos cinco años, o diez si la buena suerte los acompañaba. “Es hermoso que la gente recuerde nuestras canciones, en Paraguay y en todos lados. Nunca nos hubiéramos imaginado que nuestra música sería tan popular, y lo amo”.

Frutas en la cantina del Defensores y otros pedidos

El cantante inglés dejó ver su lado personal hablando de su vegetarianismo y de cómo se inició en este estilo de vida. Dijo que, mientras saboreaban una exquisita comida y observaban a sus corderos en la granja de la pareja, su (difunta) esposa Linda le manifestó que quizás no necesitaban comérselos. Así fue como decidió dejar la carne y optar por los vegetales. Es más, hasta sugirió que las cantinas del estadio contaran con opciones para los vegetarianos e incluso pidió que ofrecieran frutas también. Durante los cuatro días que estarán en el país, las personas que trabajan con él, igualmente, llevarán este régimen alimentario. Y para que todo salga “a pedir de boca”, trae su chef y solo pidió productos orgánicos para su dieta.

McCartney también se acordó de las personas no videntes y solicitó destinar un sector en el estadio para estos. A propósito, su jefe de seguridad ya estuvo en nuestro país para ver el estadio, recorrer sus calles, los accesos, chequear las maniobras de seguridad con el chofer. Son diez los vehículos destinados a su persona, incluyendo uno blindado y más de 10 vans para el equipo técnico. “En el estadio trabajamos con personal de lnglaterra y de Argentina, que ya trabajaron con Paul así como los Rolling Stones, y en Paraguay contamos también con el apoyo de una empresa de seguridad dirigida por un israelí”.

La transformación del estadio, que a partir de ahora estará preparado para megashows, es impresionante. El tamaño del escenario es el doble que el más grande que se haya instalado. “Vienen muchos profesionales de Latinoamérica con vasta experiencia en armado de escenarios y estadios, que nos dan seguridad y confianza.

Aquí serán mas de 350 personas trabajando 24 horas al día”. Esas operaciones ya comenzaron el jueves pasado después del partido de Olimpia por la Libertadores. “Y como la producción de Paul es tan grande y profesional, eso nos ayuda a crecer, es como si fuéramos jugadores de fútbol y nos toca jugar contra el Barcelona”.

En cuanto al sonido, Rubin expresó que es cuatro veces más que Mana u otros shows hechos el año pasado. “Ni aunque sumásemos todos los proveedores juntos de Paraguay llegábamos a lo mínimo exigido”. Desde Escenario trabajaron profesionalmente, “con mucho compromiso, teniendo en cuenta que se trata del show más grande jamás montado en Paraguay”.

Pero ¿de dónde viene Paul McCartney? ¿Cómo forma parte de Los Beatles? Viene de una familia con buen pasar. Cuentan que su interés por la música viene de su padre, Jim McCartney, quien era vendedor de algodón y tocaba en una banda de jazz. En uno de los cumpleaños, su padre le regaló una trompeta pero al comprobar que tocando la trompeta no podía cantar, la cambio por una guitarra.

Estando en el colegio conoció a George Harrison; ambos tenían en común una obsesión guitarrística y les unía una buena amistad. El 6 de junio de 1957 fue con unos amigos a la reunión social que se organizó en los jardines de la iglesia St. Peter y allí estaba tocando John Lennon. Paul quedó impresionado por su forma de tocar.

Pasados unos días, Paul lo invitó a ser parte del grupo Quarry Men. Más tarde, George Harrison se unió. El gran salto a la fama llega cuando Ringo Starr ingresa al grupo para tocar la batería. Para entonces, John, Paul y George ya habían grabado su primer single, pero con los cuatro componentes definitivos, el éxito llegó para quedarse. No en balde Paul alguna vez declaró que “dentro de cien años, la música de Los Beatles se escuchará del mismo modo que escuchamos a Mozart”. Esas premoniciones van haciéndose realidad. Prueba de ello es la vigencia de sus músicas y el furor que Paul McCartney genera en sus giras.

Sus fans agotan las entradas de cada concierto. El público paraguayo no es la excepción. Las expectativas por verlo actuar crecen a medida que se acerca la fecha de presentación. El propio McCartney expresó también sus ganas de actuar en el Defensores del Chaco. “Estoy muy ansioso por ir a Paraguay y rockear con esa buena gente”, afirmó desde Los Ángeles. De esa armonía solo puede resultar un show monumental, inolvidable. Como bien lo dijo Leo Rubin. “¡Esto es cultura y rock and roll! Queremos que Paul salga contento, que la gente salga del show feliz”. Seguro que así será.

Sus logros son innumerables y mundiales como era de esperarse. Por ejemplo, aparece varias veces en el Libro Guinness de Récords. Una vez por Yesterday, la canción con más versiones en la historia (más de 3000); otra por ser el compositor y cantante de música popular más exitoso, con ventas de 100 millones de singles y 60 discos de oro; una tercera por haber reunido la audiencia más grande del mundo, cuando 184.000 personas pagaron para verlo cantar en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, en abril de 1990. La cuarta es por ser el vendedor de entradas más rápido de la historia, cuando en 1993 se vendieron 20.000 entradas para sus dos conciertos en Sydney, Australia, en ocho minutos. Por estos lares, la historia es muy parecida. En Uruguay, se agotó a la hora de haberse puesto a la venta. En nuestro país se agotaron en el día.

Yesterday fue confirmada como la canción más popular del mundo, con más de seis millones de reproducciones por radio en los Estados Unidos. Recibió un doctorado honorario en Música de la Universidad de Sussex. Fue el primer cantante de rock en recibir la Orden de Mérito en Chile por “servicios a la música, la paz y el entendimiento humano”. Primer receptor de los Swedish Polar Music Awards (el Premio Nobel de la Música) 1997. McCartney también fue nombrado Sir Paul McCartney, durante una ceremonia ofrecida en el Palacio de Buckingham. Pero toda la alegría que pudiera sentir Paul por esta condecoración no duró mucho, ya que al año falleció su esposa Linda Eastman, fotógrafa profesional, tras una lucha contra el cáncer. Pasó por otro matrimonio, esta vez con la modelo y empresaria Heather Mills, de quien se divorció más tarde. Este divorcio está considerado como el más caro de la historia. Aunque parece haber encontrado la armonía en su tercera unión con Nancy Shevell (foto en la página opuesta, y quien confirmó que acompañará al cantante en su venida a Paraguay en un jet privado), para quien compuso la canción My Valentine, según declaró durante la entrevista que concedió a los medios de prensa locales. “La escribí hace dos años atrás, en un día lluvioso, mientras estábamos de vacaciones”.

Son muchas las canciones de su autoría. Es el compositor de mayor éxito comercial en la historia de la música popular. Compuso también bandas sonoras para películas, música clásica y todos saben que su catálogo de canciones como artista en solitario es amplio. Fue calificado como “el mayor compositor del milenio, título que le queda más que bien. ¿No le parece?

¿De tal palo, tal astilla?

McCartney es padre de tres hijos: Stella, diseñadora de modas; Beatrice y James. Este último, al parecer, está dispuesto a formar una banda con descendientes de los integrantes del cuarteto de Liverpool, según afirmó el músico en una entrevista con la cadena británica BBC. McCartney, de 34 años, señaló que el proyecto de juntar a la nueva generación de Los Beatles en un grupo de música se ha debatido en alguna ocasión y que “es de esperar” que se convierta en realidad algún día. “Yo sería feliz haciéndolo”, señaló el músico, que indicó que Sean Lennon, hijo de John, “parecía estar conforme”, lo mismo que Dhani Harrison, hijo del guitarrista George.

Las únicas reticencias que apuntó McCartney fueron las de Zak Starkey, hijo del baterista Ringo Starr. “No creo que Zak quiera hacerlo”, dijo McCartney, si bien apuntó a que “quizás Jason (hermano de Zak) estaría dispuesto”. Zak es un reconocido baterista que colaboró con bandas como Oasis y que en la actualidad hace de las suyas en el grupo The Who. El tiempo dirá.