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Una calurosa mañana del 3 de octubre de 1965 llegaron al Paraguay las primeras tres religiosas españolas de la congregación, con la misión de sembrar en el país los valores de los Sagrados Corazones (SS. CC.). Ellas fueron: Margarita Fernández (+), Teodora Lucio (+) y Pura Fernández, quienes vinieron acompañadas por la madre María Antonia Velasco, también española, en ese entonces provincial de España.
Las hermanas españolas se instalaron primeramente en la Nunciatura Apostólica, pero con el correr de los años ―y la llegada de otras tres religiosas y religiosos― se sentaron las bases para construir dos colegios: uno en Villa Victoria (Asunción) y otro en la ciudad de Presidente Franco, departamento de Alto Paraná.
La presencia de una institución educativa en Villa Victoria, zona de Campo Grande, fue muy importante porque contribuyó a la temprana inserción escolar de los niños con la habilitación del preescolar. Hasta ese entonces (1969) ninguna escuela pública de la zona contaba con ese nivel. Las clases se iniciaron en el garaje de una casa particular situada en Molas López y 34 Curuguateños, a una cuadra de Aviadores del Chaco, siendo Silvia Vigo Rojas la primera profesora laica.
En 1970 se instalaron definitivamente en un extenso predio (toda una manzana) recientemente adquirido cuatro cuadras más arriba. Villa Victoria era una zona de tambos, lagunas y con familias de clase media y algunas muy humildes, que le dieron la bienvenida a la nueva congregación de los SS. CC.
Los padres de los niños y adolescentes del barrio matricularon a sus hijos en el único colegio religioso de la zona porque entendieron que no solamente necesitaban una mejor instrucción, sino también deseaban recibir valores cristianos.
El gran mérito de la instalación del Centro Educacional SS. CC. en Asunción recae especialmente sobre la hermana española Rosario Bonilla (falleció en febrero de 2010) y su mano derecha, la profesora paraguaya Elisa Ausina de Camps, junto con docentes y laicos comprometidos.
En Alto Paraná
El colegio en la ciudad de Presidente Franco (Alto Paraná) es otro gran proyecto de la Congregación de SS. CC. La presencia de las hermanas y hermanos contribuyó no solo a la formación educativa de la entonces inhóspita población paraguaya, sino también al desarrollo de la comunidad, sorprendida por la construcción de la represa hidroeléctrica Itaipú.
La llegada de más religiosas ―a partir de 1966― impulsó la instalación de la institución educativa en Presidente Franco. A la Nunciatura Apostólica le preocupó que las religiosas viajen solas hacia una zona inhóspita y peligrosa en ese entonces. Pero fue la hermana Paulina Dulanto una de las primeras en llegar a esta ciudad paranaense y durante varios años tuvo a su cargo allí la dirección del Colegio de SS. CC. Actualmente, Dulanto es administradora general, forma parte del equipo directivo y sigue de cerca el crecimiento y progreso de la institución. Es una de las hermanas españolas que, donando su vida entera a esta tierra guaraní, formó a muchos niños y jóvenes de la ciudad de Presidente Franco. Dulanto permanece en el Paraguay junto con una de las tres primeras hermanas españolas que llegaron en 1965: Pura Concepción Fernández. Ambas dejaron su tierra natal y eligieron nuestro país para ejercer su misión pastoral y enseñar el carisma. Al cumplir 50 años la congregación, vale la pena decir: a los Sagrados Corazones de Jesús y de María, honor y gloria.
En siete puntos del país
La Congregación de SS. CC. tiene actualmente presencia en siete puntos del país, distribuidos en cuatro ciudades: Asunción, Fernando de la Mora, Presidente Franco y Ciudad del Este. En Asunción se concentran el Centro Educacional SS. CC., ubicado en el barrio Villa Victoria; la Casa de formación (Ñu Porã), la parroquia Salvador del Mundo y la Comunidad de Inserción del Bañado Sur.
En la ciudad de Fernando de la Mora se encuentra la parroquia Santa Catalina de Siena, mientras que en Alto Paraná, el Centro Educacional SS. CC., en la ciudad de Presidente Franco, y la parroquia Virgen de Fátima. En Ciudad del Este está la Casa de Espiritualidad Padre Damián.
Nació en Francia
La historia de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y de María (SS. CC.) se remonta a la Navidad de 1800, un año después de la Toma de la Bastilla. Hace 215 años, clandestinamente, Pierre Coudrin y Enriqueta Aymer profesaron los votos religiosos de castidad, pobreza y obediencia como hijos de los Sagrados Corazones, formando así la primera comunidad religiosa al servicio de la Iglesia y el mundo.
La visión misionera de los fundadores y la urgencia en la evangelización permitieron que la congregación ampliase sus fronteras. En el Paraguay, la Congregación de SS. CC. se remonta al 3 de octubre de 1965 con la llegada de las primeras tres religiosas españolas.
En el mundo, la congregación está presente en 33 países, siendo su figura principal San Damián, el belga que residió, trabajó y gozó su misión pastoral al convivir con los leprosos en la isla Molokai, cercana de Hawái.
pguerrero@abc.com.py