Una magnífica experiencia acorde a lo que es esta gigantesca FIL fue la que vivieron, dicen, los escritores Mónica Bustos, Javier Viveros y José Pérez Reyes. “Mucho público, con notable interés, participó de cada uno de nuestros eventos”, comenta este último. “Es un sitial destacado que permite al escritor una mayor difusión de su obra y multiplicar lecturas hacia otras latitudes”, agrega.
La invitación para participar de la 32.a edición de la FIL de Guadalajara, en México, que se realizó del 24 de noviembre al 2 de diciembre de 2018, provino de la propia organización de la FIL, que ya había convocado al escritor José Pérez Reyes en el 2016, cuando estuvo por primera vez con tres presentaciones en su programa, en la 30.a edición y tenía a América Latina como invitada de honor.
“En esta reciente edición logramos una mayor participación. En la Expo, de la cual toman parte más de 2000 editoriales y 800 autores, tres escritores paraguayos fuimos invitados por la FIL: Mónica Bustos, Javier Viveros y yo”, explica Pérez.
Hubo varias actividades agendadas en el programa oficial: la principal fue la mesa titulada “Los desafíos de narrar desde la isla sin mar”, en la que estuvieron los tres invitados a disertar sobre narrativa. Cada uno de ellos tenía tres presentaciones, dentro del programa oficial de la FIL.
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La primera jornada consistía en la charla con autores de varios países en “Latinoamérica Viva”, que es el espacio que reúne las voces más destacadas en narrativa actualmente, comentando y leyendo fragmentos de sus obras.
Ecos
Otro día en “Ecos de la FIL” les correspondió ir a distintos institutos de la región de Jalisco para realizar los encuentros más emotivos con el público joven y, para cerrar la semana de presentaciones, Mónica Bustos —quien reside en el país azteca— y los dos autores paraguayos se reunieron en la mesa en la que pudieron abordar varios temas, no solo sobre sus publicaciones, sino también incluir un panorama actual de la narrativa paraguaya. “Fue una semana, bastante movida con numerosas actividades”, comenta.
Los escritores no contaron con ningún apoyo estatal o de algún ente del Gobierno, a pesar de los beneficios culturales que aporta este tipo de encuentros a nuestro país. Según Pérez, la FIL de Guadalajara es la más prestigiosa feria del libro de América Latina y la segunda más importante (encabeza la de Frankfurt). “Esto nos da una idea de la relevancia de esta feria internacional del libro. Es un gran portal que permite un acceso a más lectores, más editoriales y, también abre las puertas a traducciones y coediciones”, enfatiza.
Durante una semana, uno puede encontrarse con ganadores del Nobel y el Cervantes, así como conocer las voces emergentes en distintas regiones en todas las vertientes literarias. “Casi todos los países presentan lo mejor de su literatura y cultura, inclusive en estands propios llevan adelante actividades bien organizadas”, detalla.
“En el caso del Paraguay, es la primera vez que logramos un importante espacio específico para nuestra literatura, así como nuestra inclusión en ‘Latinoamérica Viva’, que reúne en charlas y publicaciones lo más destacado de la narrativa actual. Ha sido un placer y un honor regresar a la FIL de Guadalajara, esa fascinante Babel del libro”, concluye.
Por Marisol Palacios mpalacios@abc.com.py • Fotos Gentileza.