Nunca es tarde cuando el regreso es bueno

Jorge Ratti vuelve a las pantallas de la televisión para entretener y divertir a la teleaudiencia. Fue uno de los rostros más vistos con el programa Tardísimo, hizo radio y recorrió bares con su alabado stand-up. Desde mañana comienza su programa Nunca es tarde.

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Recién llegado de México, donde estuvo con el humorista, presentador y productor de tevé Adal Ramones, Jorge Ratti habló del nuevo programa que ocupa su tiempo: Nunca es tarde. Se emitirá por Paraguay TV HD desde mañana, es decir, lunes y miércoles, a las 23:00. Entusiasmado con el proyecto, Ratti expresó las expectativas de volver a la pantalla chica con un excelente equipo de trabajo que ya lo acompañó en el programa Tardísimo. Se siente muy bien y muy afortunado con el reciente regreso de México, donde fue a dar shows de stand-up. “Estuve en varios foros, así le llaman a los teatros. Hice monólogos en el Pasquel, el Shakespeare y otros más... Las presentaciones fueron un éxito total; conocí a varias personas importantes del medio e incluso tuve conversaciones de trabajo. En julio del próximo año estoy retornando a México”, adelanta.

Llegó a la entrevista, de saco y jeans, casi puntual. “El tráfico y la falta de estacionamiento”, se disculpó. Acordamos el encuentro en el Café de Acá. Antes de la charla, pidió chipa, gaseosa light y un sándwich caliente de pan árabe. Las fotos en el teléfono móvil no faltaron para el recorrido gráfico por los lugares en los que estuvo últimamente. “No sé si es un chiste lo que estoy pasando, pero estoy sorprendido... Lograr todo este éxito que estoy viviendo me sobrepasa y me genera responsabilidad, ya que estoy actuando en escenarios en los que, prácticamente, no soy conocido y aun así la gente se acerca, pide autógrafos o sacarse fotos conmigo, hasta espera a que termine el show para lograr una fotografía”, admite.

Sin duda, la satisfacción es un sentimiento latente, muy cerca al de responsabilidad. Es que su originalidad y buen sentido del humor hacen que se gane al público. Jorge Ratti conoce los límites del humor y no va a los extremos ni hiere susceptibilidades. Y, por sobre todo, sabe que está representando a un país. “Al inicio de mis shows hago una breve presentación de mi persona y es obligatorio que mencione al Paraguay, así que también hay una responsabilidad no solo personal, sino como ciudadano también”.

Esos monólogos son los que se van a ver también en el nuevo programa Nunca es tarde. “Arranco con un monólogo y música en vivo; se suma Andrea Valobra. También va a estar Natalia Alvarenga, actriz y monologuista; Adri Morro, Sergio, Dani, Rolfi, Nelson y Pedrito, quienes también me acompañaron en Tardísimo. Quise reunir a todo el equipo; algunos subieron al barco, otros ya estaban con otros compromisos, pero estamos expectantes a este nuevo proyecto”.

Jorge Ratti comenzó como DJ. Recuerda que como tal habían ido a realizarle una entrevista, al final le gustó el papel de entrevistador y comenzó algunos trabajos esporádicos en la televisión, paralelamente al que ya estaba cumpliendo en el call center de una empresa de telefonía. Luego vino una propuesta de radio, en Venus, con Malas compañías, donde ya se destacaba haciendo humor. “El humor me gusta en todas sus formas”, dice. Fue el despegue de una carrera en los medios de comunicación. Más tarde, se sumaron los monólogos y aparecieron otras posibilidades como la conducción de un noticiero. “Fueron desafíos profesionales que me enriquecieron y ahora me encuentro con otro reto. Realmente, dedicarse a lo que uno ama es esencial en la vida así como la voluntad para conseguir las metas, la persistencia, el optimismo”.

De su faceta humorística le gusta la complicidad que se genera con la gente. “Lo importante no es el local, sino las personas con quienes compartís”, afirma. Disfruta tanto de lo que escribe como de la interpretación. Y lo mejor, la satisfacción de ver reír a la gente que un rato antes tenía cara de pocos amigos.

Fuera de las cámaras, Ratti es un hombre dedicado a su familia. Padre de Gianluca y Valerie, casado desde hace diez años “con sus idas, vueltas, momento y bemoles”. Hace radio a la mañana. “Me voy volando, siempre me levanto apenas”, confiesa riendo. Otras mañanas lleva a sus hijos al colegio. El mediodía es el momento de compartir con la familia y la hora “de la pelea con los chicos para comer”. Por la tarde incluye rutina de ejercicios, momentos de placer con los querubines o alguna diligencia administrativa; la noche es “para la patrona” o algún evento agendado.

En fin, los 40 años que cumple hoy, 9 de noviembre, lo encuentran muy contento. “Me hallo. Estoy en la radio; quedan pendientes funciones de la obra Toc-Toc, shows de stand-up en el Teatro Latino; inicio un programa que me apasiona y al que le voy a poner muchas ganas. Tuve oportunidades que las supe aprovechar y las transpiré después. De eso se trata la vida”, puntualizó y se preparó con todo para dar un bocado al sándwich que pacientemente esperó sobre la mesa.

ndure@abc.com.py 

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