Tobatí es una de las ciudades con más encanto del departamento de Cordillera, ayudada por su ubicación tan cercana con la capital del país, se convierte en un destino ideal para las escapadas de fin de semana o paseos de un día.
Históricamente, su característica más atrayente es la artesanía en barro que, a pesar de su reducción en número, por varias décadas se constituyó en la principal fuente de ingreso para las familias tobateñas. “Nuestros hijos pudieron estudiar gracias a lo que ganábamos con nuestras obras; ahora eso es un poco más difícil”, comenta doña Ediltrudis Noguera, una de las referentes locales. Aunque con menor mercado, pero con más colores y peculiaridad, están los artesanos que se dedican a tallar madera, especialmente para las máscaras, en la compañía Rosado de la ciudad.
Los artesanos cuentan con un local de exposición permanente, donde todos los años, durante el mes de octubre, se realiza la Expo de Tobatí, para la cual los alfareros preparan con mucho ahínco sus mejores obras.
La ciudad no es muy extensa, pero cuenta con amplios campos en los que pasta el ganado vacuno, que es otro rubro que se va fortaleciendo en el área. En la entrada principal a la zona urbana está un imponente mirador, que luce una escultura erigida a los antiguos aborígenes que habitaban la región, así como el oratorio de la Virgen del Camino.
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La irregularidad de su territorio regala una hermosa vista; el paisaje se adorna con los cerros y elevaciones, que, a su vez, son ideales para la práctica de deportes, como senderismo y rapel.
Hablar de Tobatí no es posible sin recordar a sus míticos kamba ra’anga, un encuentro que se celebra cada 6 de enero y reúne a numerosos exponentes de la comunidad. “Es la fiesta más importante del año. Nos preparamos durante muchos meses, porque viene un gran número de turistas, y al finalizar una ya pensamos en la siguiente edición”, cuenta Christian Núñez, uno de los encargados de la organización.
Este grupo realiza presentaciones más pequeñas durante todo el año, y con sus pintorescas máscaras, y al son de sus tambores, invitan a danzar al público. La agrupación está integrada por niños, en su mayoría, en quienes se tiene puesta la fe de la continuidad que pueda tener esta tradición.
Fortalecer el turismo
Mediante una iniciativa de la municipalidad local y con el apoyo de la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) se lleva a cabo un plan de fortalecimiento del turismo, habilitando posadas turísticas con la finalidad de ofrecer alojamiento en domicilios particulares, preparados para este fin y brindando al visitante una visión más cercana de la realidad e idiosincrasia del pueblo.
Una dependencia de la secretaría del Estado se encarga especialmente de captar y capacitar a las familias interesadas en este proyecto que, a su vez, tendrán la posibilidad de generar un ingreso extra para sus respectivos sustentos.
Además, se lleva adelante la capacitación de jóvenes para que puedan actuar de guías, bajo el proyecto denominado Turismo Joven. Mediante este programa se busca dar a los visitantes las armas para empezar a recorrer la ciudad y descubrir, por sí mismos, por qué se ganó el sobrenombre de “pueblo de amor”.
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