TIA, una década para las cámaras

El Taller Integral de Actuación (TIA) empezó tímidamente, respondiendo a la necesidad que había de actores para audiovisuales en nuestro país. La creencia –hasta entonces– era de que en el Paraguay todo el rubro estaba enfocado en el teatro, pero Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori tenían proyectos y querían concretarlos, sabían que ese era un mito y se propusieron desmoronarlo.

“Queríamos vender el proyecto de González vs. Boneti y cuando lo presentamos nos dijeron que no sería posible”, dice Juanca. El mercado nacional, en ese entonces, había tenido varias luces de producción, pero nunca antes se había hecho una telenovela. “Más allá de eso, cuando nosotros pensamos en el proyecto, ni siquiera pensamos en ese factor, porque sabíamos que talento había y de sobra; en último caso, el punto sería trabajarlo para adecuar o afinar algunos movimientos para la televisión y las cámaras. No era cierto que no había gente”, señala.

Así fue como nació TIA, dice Tana, con talleres esporádicos que respondían a los requerimientos de ese entonces y se fueron adaptando, año a año, a la evolución de la industria televisiva y cinematográfica en el Paraguay. Según los fundadores, Tana y Juanca, hacer un conteo exacto de los egresados, de memoria, es difícil. Desde su creación, la escuela fue creciendo año a año, aumentando sus cupos, adaptando su malla curricular y sus exigencias.

“Las escuelas convencionales ya estaban y nosotros fuimos fruto de estas. Pero había más necesidades y eso fue lo que pudimos ver con los talleres con los cuales empezó esto. La cantidad de gente que asistió nos condujo a crear un espacio permanente y más integral”, señala Rocío Solís, una de las primeras docentes que tuvo TIA.

Para Alicia Guerra, además, la apertura de un espacio de este nivel fue un gran paso hacia la profesionalización de los actores. Hasta ahora, varios de ellos continúan dedicándose a otros rubros en paralelo; sin embargo, la existencia de escuelas como TIA permiten que los actores puedan dedicarse plenamente a su carrera.

Para Tana, contar con el apoyo incondicional de los renombrados actores que integran el staff es clave para la estabilidad y constante crecimiento que experimentan. Además de Alicia y Rocío, otros de los docentes son Lourdes García, Luis Troche Santiviago, Marlene Sautú, Borja García-Enriquez, entre otros.

Este año egresará la novena promoción de Actuación Integral de Teatro y Audiovisual, la carrera dura tres años y la malla curricular abarca Expresión corporal, Expresión vocal, Actuación teatral, Actuación ante cámaras, Introducción al método Stanislavski, Historia del cine, Análisis de texto dramático, Bertolt Brecht y el teatro épico-dialéctico, Danza teatro y talleres obligatorios.

Se trata de una de las mallas curriculares más completas de nuestro país. “Antes, para nuestras producciones, hacíamos castings de todas las escuelas; ahora, casi todos los papeles salen de nuestro semillero, que es TIA”, expresa Tana.

Cada año, entre febrero y marzo, TIA abre las audiciones para las personas interesadas en inscribirse, quienes deben realizar una improvisación, conceder entrevistas y hacer casting. A terminar el año, los alumnos realizan un corto como examen final.

La institución también ofrece clases para niños, de 8 a 16 años, distribuidos en cursos por edades. Los cupos son limitados. TIA, además, trabaja con Fundación Itaú en talleres de actuación para residentes del Bañado Sur de Asunción, desde los 13 años.

Conversatorio

Como parte de las celebraciones previstas para este año, se realizarán conversatorios con actores extranjeros, que estarán abiertos a todo público. El primero será el 2 de mayo, con el actor argentino Facundo Arana, quien –guiado por la actriz Marlene Sautú– abordará de modo muy personal los episodios de su carrera. Será en el teatro de la Embajada argentina Leopoldo Marechal, a las 20:00. Para participar, los interesados deben llenar un formulario en www.tia.edu.py/postulacion/, que será respondido por la organización. 

mbareiro@abc.com.py • Fotos ABC Color/Silvio Rojas.