Ataná es una obra basada en la novela Zorba, el Griego, escrita por Nikos Kazantzakis en 1946, famosa porque fue llevada al cine en 1964. La película se convirtió en un clásico cinematográfico por su contenido social, en el que personas de diferentes rangos sociales se cruzan en una historia apasionante.
En la adaptación paraguaya trata sobre un viaje iniciático en el que diferentes formas de vida y educación se confrontan. Es el contraste entre el saber de los libros y el saber empírico de la vida, la diferencia entre información y conocimiento.
La puesta cuenta la historia de un joven maestro, José Escalada (David Pane), que escapa de su monótona y aburrida vida con la ayuda del bullicioso y misterioso Atanacio Saldívar (Silvio Rodas), a quien todos conocen como Ataná. José viaja a la lejana isla chaqueña Tanimbugua para descubrir una propiedad que su padre le dejó en herencia. En el viaje conoce a Ataná, quien le introduce a este pueblo aislado y olvidado, y se transforma en un gran educador para José, quien descubre una nueva forma de encarar la vida.
Emociones
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Las risas, las emociones, la seriedad, la reflexión, las bromas, la ternura, el conformismo, la supervivencia son los temas o sentimientos que ocuparon y ocupan la vida de nuestros semejantes, y no faltan en esta puesta en escena. Con mayor o menor dramatismo, con más lirismo o menos poesía, el teatro del mundo, de todas las épocas, se ocupó de registrar estos sucesos. Con Ataná buscan transmitir iguales situaciones y describir el valor de los pueblos tradicionales del Paraguay, a través del descubrimiento del estilo de vida de los conjuntos sociales que viven alejados de los centros urbanos, marcando las diferencias de valores existentes entre grupos de personas educadas en un esquema formal y grupos de personas que viven sin acceso a la infraestructura de las ciudades. “Siempre quise trabajar con obras de contenido social”, revela Rossana Bellassai Martínez, actriz y productora de la obra, desde R al Revés, en coproducción con Así Gua’u Teatro. “Con cada personaje mostramos los distintos niveles culturales y lo que sucede en torno a ellos”, añade.
Agustín Núñez, director y responsable del guión, acompaña lo dicho por Bellassai Martínez y sostiene que se habla de nervaduras muy particulares que hacen a la esencia de nuestra idiosincrasia. La obra es como un muestreo de un grupo de personas, en este caso olvidadas, pero existentes en un lugar llamado Palma Sola, distrito de Villa Hayes, donde quizás no tengan mucho, pero viven felices rodeadas de la naturaleza. Los principales recursos para la alimentación de las familias son la pesca, la cría de animales vacunos y ganado menor, cabra, oveja, cerdos y, también, gallina. En cuanto a la agricultura, cultivan poroto, maíz, mandioca, zapallo, así como frutas en general. “Y la miel más rica que se pueda encontrar”, afirma Núñez.
David Pane agrega que tiene momentos divertidos, densos, tiernos. “El público se va a estremecer, alterar, enternecer, conmover, impresionar… va a pasar por muchos estados. El que va a ver, con seguridad, no va a salir igual del teatro. La obra tiene muchos mensajes, muy profundos”.
Silvio Rodas asegura que es un placer hacer teatro, más allá de lo que pueda redituar económicamente. “En esta obra estamos bien pagados”, interrumpe David. A lo que Silvio responde: “Unnn mo-men-tooo, tampoco la pavadaaa”, generando carcajadas entre sus compañeros. Silvio es así. Además de un actor prolífico con una calidad fecunda, es una persona que habla y ríe fuerte, y contagia con sus “salidas”, distendiendo un momento de atención. El teatro es su hábitat natural, y en este despliega los más disímiles géneros y personajes. En la piel de Ataná demuestra su solvencia y lo hace con especial dedicación, porque evoca al actor Rubén Visokolán, ya fallecido. “¡Él era Ataná! ¡Era un personaje para él!”, exclama. “Y cuando actúo, lo hago pensando en él”, agrega.
María Elena Sachero, premio Antorcha de la Libertad y condecoración Orden Nacional al Mérito en el grado de la Gran Cruz, igualmente, hace despliegue de talento, al igual que el director Agustín Núñez, quien –después de años de dedicarse casi exclusivamente a la docencia y formación de artistas de actuación– se pone nuevamente al frente de un grupo de intérpretes profesionales.
El elenco, conformado por actores jóvenes y de primera guardia, se fusiona para lucirse en el escenario del Teatro Salemma Carmelitas, el 2 de setiembre, a las 21:00, siguiendo en escena todo el mes, los días sábados y domingos.
Núñez dice que reunir a los talentos se fue dando de forma natural. “La obra fue un momento muy gratificante para el encuentro y reencuentro; el encuentro con los jóvenes y el reencuentro con actores que conozco de hace mucho tiempo, como María Elena y Silvio. Hacer teatro con ambos era una asignatura pendiente y esto, más que un trabajo, representa un placer”, expresa luego de la producción fotográfica que tuvo lugar en la casa de María Elena Sachero.
En torno a su figura están los actores Rossana Bellassai, Roberto Cardozo, José Balbiani, Pamela Louteiro, David Pane, Belén Bogado y Xavi Sosa. Todos están encantados de subir a escena con grandes talentos del teatro nacional, pero no se trata de experiencias, sino de un trabajo en equipo que congenia, armoniza y busca emocionar al público. Aun así, las palabras de elogio no faltan. “Es un aprendizaje estar al lado de grandes actores. Poder nutrirnos de ellos es una oportunidad y enseñanza”, dice David Pane.
Xavi Sosa, igualmente, resalta el orgullo y aprendizaje que representa estar al lado de grandes actores.
“Agustín es mi papá en el arte”, es lo primero que expresa Roberto Cardozo. “Tuve muchos maestros, pero con Agustín arranqué profesionalmente. Aprendí muchísimo con estas grandes figuras, pero mi texto todavía no aprendí”, dice, por lo bajo, haciendo estallar de risa a sus compañeros.
Pamela Louteiro, también, se emociona al hablar de su participación. Se muestra feliz de formar parte del elenco, y resalta el aprendizaje al lado de grandes figuras y el impacto del guión.
La locutora y conductora radial Belén Bogado se estrena como actriz en semejante obra. “Para mí, es un sueño hecho realidad; jamás pensé que mi debut iba a ser con actores de mucha trayectoria”, dice con una amplia sonrisa. “Son maestros del teatro y con la producción de R al Revés; así que es supervisionaria. Es un hermoso desafío”.
Definitivamente, este montaje destaca por su originalidad y la intensidad interpretativa de todos sus partícipes. Un espectáculo de visión imprescindible en todo sentido.
Ficha técnica
Dirección: Agustín Núñez.
Diseño de vestuario: Ricardo Migliorisi.
Producción general: R al Revés Producciones / Así Gua’u Teatro.
Fotografía: José Ma. Dávalos.
Video/diseño: Globo Creativo.
Asistencia de dirección: Xavi Sosa.
Asistencia de producción: Mauricio Benegas.
Sepa más
Entradas: Ticketea, G. 70.000.
Funciones: sábado 3 y 10 de setiembre, a las 21:00; domingo 4 y 11 de setiembre, a las 20:00.
Facebook: Atanapy
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