Veinte años en pro de la inclusión

Creada en 1996 como un grupo de arte, la Fundación Saraki celebra dos décadas de trabajo en favor de la inclusión. Para la conmemoración, fueron convocados 11 artistas visuales, quienes representarán los grandes hitos de la fundación, el 13 de diciembre, en Carmelitas Center, a las 19:00.

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La Fundación Saraki se inició en 1996 como un espacio en el cual se reunían personas con discapacidad para desarrollar diferentes expresiones artísticas. Por ese motivo, para celebrar dos décadas de labor, desean retomar esa área que fue el puntapié que les motivó a trabajar sobre la discapacidad. “Hemos convocado a 11 artistas nacionales para que nos acompañen a representar 11 hitos de la fundación, nuestros logros más importantes durante este tiempo”, comenta Marcela Torres, gerente de Comunicación.

Ricardo Migliorisi, Juan Pablo Pistilli, Regina Rivas, Nicodemus Espinoza, Raúl Villalba, Giovanna Pederzanni, Diego Schafer, Ofelia Aquino, Daniel Arzamendia, Oz Montanía y Félix Toranzos son los artistas visuales convocados para representar la historia de la fundación, con el desafío de elegir una limitación que hará que sus obras sean únicas. Estas serán subastadas y tendrán como objetivo apoyar el programa de inclusión laboral de personas con discapacidad que llevan adelante hace más de ocho años.

El primero de estos 11 hitos marca el año de Fundación de Saraki: 1996, cuando empezaron a trabajar con personas con discapacidad intelectual, porque no había un sistema de educación inclusiva instalado. El grupo de arte fue evolucionando y en 1999 se convirtió en el Centro de Educación Integral para Jóvenes, la Academia de Arte Saraki. “La fundación empezó a diversificarse más”, cuenta.

En el 2003, viendo que había muchas más problemáticas que resolver, se creó la Fundación Saraki. “Empezamos a trabajar todavía con enfoque artístico, pero hacia afuera, con diferentes colegios y realizando una instalación de valores referentes a la inclusión mucho más sólidas. Comenzamos a interactuar más intensamente con el resto de la sociedad”.

Fue así que en el 2005 ganaron su primer proyecto, denominado “Valores sobre tablas”, que consistió, básicamente, en la representación de una obra de teatro por los chicos con discapacidad en los colegios. “En la puesta se abordaba el tema de la discriminación desde el punto de vista de los valores y, después, se realizaba un debate con los alumnos para analizar la situación de las personas con y sin discapacidad”.

En el 2007 empezó uno de los grandes hitos de Saraki, mediante la cooperación internacional de la Usaid: el empleo con apoyo. Así se iniciaron las primeras inclusiones laborales de la fundación. Luego de un análisis interno, concluyeron que esto les impulsaría a ayudar a la inclusión de las personas con discapacidad. “Nos dimos cuenta de que podía causar mayor impacto para exigir otros derechos: transporte, educación, aceras, calles, cines, teatros, etcétera.”.

Más adelante, en el 2008, empezaron a activar las políticas públicas y, en consecuencia, a obtener logros legislativos. “Conseguimos leyes que, precisamente, empezaron a reforzar ese pensamiento inicial de poder exigir más los derechos de las personas con discapacidad”.

Aprovechando el censo nacional, del 2012, intensificaron el trabajo con los grupos impulsores y expandieron su acción a más departamentos del país. Fue el primer censo que abordó el sector de la discapacidad, por lo cual la fundación se encargó de explicar de qué se trataba. “Promovimos la unión de diferentes líderes y organizaciones de la sociedad civil en cada uno de los departamentos. A estos los denominamos grupos impulsores: personas con o sin discapacidad que trabajan en el sector para impulsar los derechos de las personas con discapacidad y facilitar el trabajo. Actualmente, ya estamos abarcando 16 de los 17 departamentos, con el objetivo de incidir en las políticas públicas locales”.

En el 2014, Saraki trajo la franquicia estadounidense Best Budies, que promueve la inclusión social de personas con discapacidad intelectual a partir de la amistad. Empezaron a generar vínculos con personas con discapacidad y voluntarios sin ella para crear nuevos ámbitos, aparte del laboral. “Esto fue con el objetivo de lograr una mayor interacción de las personas con discapacidades intelectuales dentro de la sociedad”.

A principios de este año se concretó, finalmente, la sede propia de la fundación. Hasta entonces estuvo en lugares de alquiler. Gracias a la campaña Obras que no existen, promovida por Saraki, la Embajada del Japón donó una casa. “Ahora estamos en un local propio, el cual nos ayudará mucho por su ubicación estratégica para los usuarios, principalmente, en el tema de inclusión laboral que ya venimos desarrollando y, además, con el siguiente hito: educación inclusiva”.

Saraki celebrará los 20 años de su fundación el 13 de diciembre, en el Carmelitas Center, a las 19:00. “Esa noche mostraremos el resultado de nuestro trabajo, aunque también tenemos un factor sorpresa que se develará en el momento del evento”.

Sepa más

Web: saraki.org

mpalacios@abc.com.py

Fotos ABC Color/Archivo/Gentileza.

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