Aportes de los catalanes al Paraguay

Si bien las regiones del Levante, entre ellas Cataluña, contribuyeron en menor grado que otras en la conquista y colonización de América, a partir del advenimiento de los Borbones en 1700 y su consolidación en 1713 con la Paz de Utrecht, la emigración de peninsulares creció considerablemente. Estos son hombres de negocios, artesanos y labradores, de miras menos altruistas, pero de mayor efectividad económica que la de aquellos viajeros del siglo XVI que habían sido soldados y conquistadores.

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Margarita Durán i Estragó

El Paraguay colonial contó con dos gobernadores catalanes: Jaime San Just (1749-1761). Impulsó el cultivo del tabaco negro torcido que, junto con la yerba mate, constituyó uno de los rubros más importantes de la economía colonial paraguaya; Joaquín de Alós y Brú, (1786-1796), nacido en Barcelona en 1746. Ordenó la fundación del Fuerte de Borbón en 1792 como testimonio de la soberanía hispánica sobre la portuguesa.

En el comercio de la yerba, cuero, maderas y otros productos de exportación paraguaya al Río de la Plata, surgen a fines del siglo XVIII importantes hombres de negocios procedentes de Cataluña, como Jacinto de Vila y Buscas, Bernardino de Toca y Maza, los Ozcariz, Carreras, Doria, Durán, Salvat, Vallet, y otros. Pero la gran masa migratoria catalana al Paraguay se dio a fines del siglo XIX, posterior a la Guerra Grande y se extendió hasta las primeras décadas del siglo pasado.

Constructores de obras de la talla de Enrique Clarí, Juan Balart, José Marsal, Juan Bragulat; Esteban Vert, Juan Vallverdu i Baldrich y el escultor Jaime Miquel Moray, dejaron su estilo y arte en magníficos edificios que son hoy el orgullo de la ciudad de Asunción. Esculturas de Jaime Miquel se hallan plasmadas en el Oratorio de la Virgen de la Asunción y Panteón de los Héroes. No faltaron pintores como Manuel Sabat que, al decir de Josefina Plá, fue el primero en pintar el genuino tipo de “Kygua verá”; también pintó el telón de boca del nuevo Teatro Nacional (hoy Municipal), propiedad entonces, del empresario de teatro Baudilio Alió, también catalán. Francisco Torné Gavaldá pintó más de 2.000 paisajes paraguayos; muchos de ellos se pueden apreciar en museos del Brasil, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Gran Bretaña.

Entre los hombres de negocios se puede citar a Rius y Jorva, Pujol, Costa Martí, Achón, Grau, Pallarés, Seall, Tarrés, Borrell, Marsal, Sol, Puigbonet, Cartañá, Ribera, Escribá, Figueres, Espelt, Subiráchs, Font, Brossa, Giralt, Palau, Roca, Quell y Carrón, Vidalesau con su ya tradicional “Casa de Música” y Pedro Marés i Inglés, pionero de las artes gráficas en el Paraguay.

No hablemos de los panaderos y confiteros catalanes, pues la lista sería interminable; sólo a modo de ejemplo nombramos a los Fontclara, Ferrer, Gamell y Bigordá.

Esteban Estragó i Trías, nacido en Girona, fue uno de los pioneros en la industria cinematográfica con varias salas de cine en Asunción y San Lorenzo del Campo Grande; los Cañizá hicieron lo propio en el barrio de Trinidad, Asunción. Joaquina Pujol Soteras, de la alta burguesía catalana, arribó al Paraguay con su esposo José Costa Martí en 1916. Ella era concertista de piano y, apenas arribó al país, ofreció dos conciertos a beneficio del Hospital de Clínicas. También sobresalieron Isabel Alió, soprano lírica; Margarita Xirgú, brillante actriz que llegó al Paraguay en 1946, y Asunción Comellas i Villafranca, religiosa vicentina que dedicó sus mejores años al cuidado de los leprosos de Sapucái, Paraguay.

En la industria farmacéutica sobresalió Arturo Alsina, nacido en 1897 durante el viaje migratorio de sus padres Juan Alsina i Montada y María Canals, naturales de Sant Feliu de Guixols. Fue además dramaturgo; la “Farmacia Americana” de su propiedad era el centro de reuniones de artistas e intelectuales paraguayos y extranjeros de la primera mitad del siglo XX. Benito Cops i Corominas, también de Sant Feliu, abrió en Asunción la “Perfumería Iris”, la que con el tiempo se convirtió en fábrica de insecticidas y artículos de limpieza. En medicina se destacaron Juan Vallory i Corquiela y Flaviano García Rubió, ambos catedráticos de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Asunción.

Fundación del Centre CatalA de Asunción

A comienzos del siglo XX, residentes catalanes en Asunción decidieron fundar un Centro de Arte y Cultura; fueron ellos: Antoni Mestres, Enric Clarí, Joan Brossa, Joseph Codina, Igaznci Clariá, Santiago Puigbonet, Amadeo Gratacós, Joseph Dalmau, Jospe Costa, Salvadó Espelt, Frances Cartañá y Ramón Sol.

El 22 de noviembre de 1914 quedó constituido el “Centre Catalá de Asunción” en el local de la “Pensión Royal” de Jaume Margarit, sito en Ayolas No. 56. Este rentó a la nueva entidad parte de su propiedad consistente en una sala con ventana sobre la calle Buenos Aires (El Paraguayo Independiente) y un sector del mirador ubicado sobre la calle Ayolas No. 65 (Museo de la Ciudad -Manzana de la Rivera). El alquiler subió de 250 pesos de curso legal a 300 al quedar incluidos en la renta, las cadiras, taules, llum, neteige y otros (sillas, mesas, luz, limpieza).

Una de las primeras preocupaciones del Centre Catalá fue paliar la demanda laboral de los catalanes que llegaban a Asunción; Enrique Clarí propuso que se hiciera un listado de profesionales e industriales catalanes a los que podían recurrir los recién llegados. Es rescatable esta muestra de solidaridad de los ya asentados y acomodados en el Paraguay con relación a los paisanos que arribaban con los bolsillos vacíos, tal como van hoy los nuestros a Cataluña y a otras ciudades de España.

En preparación a la fiesta de Navidad de 1914 se nombró como director de coro a Jaume Segalés; a cambio de sus servicios se le exoneró de la cuota social y la consumición que hiciere en el bufe. Ricart Comellas donó una bandera de seda de las “cuatro barras” y se dispuso en la sesión del 30 de diciembre del mismo año que la misma flameara delante de la entidad, junto con la española y paraguaya.

El local propio (Cerro Corá e Iturbe) se adquirió de los herederos de la familia Bianchi, el 22 de mayo de 1920. Fue posible gracias a un préstamo otorgado por Rius y Jorba, y otro por Angel Moreno. Firmaron el contrato de compra venta: Estragués, Turró, Marsal, Escueliés y Bertó. En 1926 el Centre Catalá recibió un préstamo del consocio Isidro Ferrer a fin de cubrir un empréstito, quedando el local social hipotecado a su nombre hasta la cancelación del mismo, en diciembre de 1928.

El Centre Catalá de Asunción celebrará sus 90 años con unos pocos catalanes de origen, pero sí, con cientos de hijos, nietos y bisnietos de catalanes que aseguran la continuidad del mismo aportando savia nueva a la entidad pionera y hasta hace poco tiempo, única entre las colectividades regionales de España en el Paraguay.

Primer Consejo Directivo:
Presidente: Serafí Marsal
Vice-presidente: Joan Brossa
Secretario: Francesc Pamies
Vice-secretario: Santiago Puigbonet
Tesorero: Enric Clari
Bibliotecario: Ramón Sol
Vocales: Joseph Codina, Amadeo Gratacós
Francesc Cartañá, Ignaci Clari i Joseph Dalmau
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