El sodazo

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/7PV5UR6P7JDQXC2DF447QQHN2M.jpg

Cargando...

CAMISAS PSICODÉLICAS

Pocas semanas después se presentaron en Zero, el sótano de República de la India y Las Heras, con Daniel Melero en máquinas. Apenas se largó el primer tema, una columna de humo denunció que se habían quemado los teclados. Esa noche, el bajo también se rompió y la guitarra se quedó con tres cuerdas, pero siguieron tocando (...) Cerati dirigía chorros de soda sobre la gente que colmaba el lugar. Justo, el dueño de Zero, les pagó más de lo que habían arreglado (...) Luego todas las semanas tocaban en el Einstein. Los chicos ponían sobre el escenario aparatos rotos de la televisión, antenas, dibujos, escenografías hechas por ellos mismos. Muchas veces se incorporaba al escenario Geniol, a tocar su bajo de goma (...) Esos días Gustavo Cerati se levantaba a las diez de la mañana y trabajaba hasta las seis de la tarde en el laboratorio. Pasaba por su casa a sacarse el traje y se vestía para la noche con remeras superpuestas, camisas psicodélicas y sacos beatle. El vestuario en su mayor parte provenía de Anteka, una tradicional tienda del barrio del Once con confecciones de los años sesenta...

VAMOS A HACER EL SODAZO

Zeta y Lois trabajaban en Cablevisión con Marcel, un uruguayo que hacía las veces de manager y se las ingeniaba para conseguir dinero cada vez que decidían encarar alguna producción. Su trabajo era redactar textos de promoción de las películas; cuando el grupo decidió hacer un video, Marcel sacó una idea de la galera: Cablevisión, sin saberlo, les daría una mano. –Usted se queda con este dinero y nosotros le traemos las cámaras de vuelta antes de que llegue nadie. Algo sorprendido, pero sin decir una palabra, el sereno de Cablevisión contempló cómo tres jóvenes de sobretodos largos y cabellos cortos llevaban y traían las costosas cámaras de la empresa. Los protagonistas del video de «Dietético» fueron los amigos de los Soda, los románticos habitués de Zero, los new wave de entonces. Días después, aún empleado del laboratorio, Gustavo debía concurrir a una convención de visitadores médicos que se hacía en el Hindú Club. Pero ese mismo día el grupo se presentaba por primera vez en un programa de televisión (...) A la hora del almuerzo, en el Hindú, los visitadores prendieron la TV y quedaron atónitos. Desde la pantalla, con una guitarra criolla en la mano, el empleado Gustavo Cerati modulaba una frase casi alegórica: Te hacen falta vitaminas. Poco después, los muchachos recorrían la ciudad en la camioneta Volkswagen y bajaban, con sus cabelleras batidas apuntando al cielo, a pegar afiches diseñados por Lois. «Vamos a hacer el sodazo», decían, aludiendo al alfonsinazo, un slogan proselitista del radicalismo.

(Los pasajes reunidos aquí en «El sodazo» y en la página anterior en «El comienzo» han sido extraídos del libro de L. Ramos y C. Lejbowicz Corazones en llamas. Historias del rock argentino en los 80. Clarín Aguilar, 1991)

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...