Imágenes de guerra (II)

En un artículo publicado en The New Yorker*, Susan Sontag recordó hace casi dos décadas que la Guerra del Chaco (1932-1935) fue cubierta por un fotoperiodista alemán, Willi Ruge, «cuyas espléndidas fotografías de batalla están tan olvidadas como aquel conflicto». De tal olvido las rescatamos publicando estas imágenes, inéditas hasta hoy en nuestro país. Escribe el doctor Miguel Gauto, en exclusiva desde Múnich, Alemania, para el Suplemento Cultural.

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Las fotografías tomadas en la Guerra del Chaco por el fotógrafo alemán Willi Ruge fueron publicadas en tres fascículos en la revista berlinesa Berliner Ilustrirte Zeitung en noviembre de 1934. Estas fotografías y sus comentarios permiten un conocimiento más preciso del clima sicológico y de la realidad material de ese momento, desde el atuendo y el armamento de los soldados hasta el entorno y los semblantes en cada circunstancia.

El primer número del Berliner Ilustrirte Zeitung, semanario ilustrado berlinés fundado en 1891 y publicado por la editorial Ullstein, apareció el 4 de enero de 1892. Hacia 1940, se modificó la ortografía original del nombre («Ilustrirte») y se adoptó la forma más moderna («Ilustrierte»).

Nacido en Berlín 1892 y muerto en Offenburg en 1961, Willi Ruge dejó una marca singular en la fotografía documental y artística a lo largo de más de la mitad del siglo XX. Ruge comenzó su carrera a los quince años con el aprendizaje de la óptica, y la prosiguió dentro del ámbito de la fotografía comercial abriendo en la década de 1910 una agencia distribuidora de fotografías para la prensa, la Presse Verlag Photoaktuell.

Su espíritu aventurero lo llevó a tomar fotografías en condiciones peligrosas, como artillero aéreo, durante la Primera Guerra Mundial. Tomó fotografías de los disturbios en la Alta Silesia, de la revuelta de los espartaquistas en Berlín y de la ocupación militar francesa en la cuenca del Ruhr durante la República de Wéimar, y en 1931 se autorretrató cayendo en paracaídas: «Ich fotografiere mich beim Absturz mit dem Fallschirm» («Me fotografío a mí mismo mientras caigo en paracaídas»), lo que le confirió notoriedad internacional.

Willi Ruge tomó las fotografías de la Guerra del Chaco en el curso de un viaje por África y Suramérica por encargo del Berliner Illustrirte Zeitung. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue Bildberichter im Sonderrang (reportero gráfico con rango especial) en Polonia, Noruega, Francia y África, y en la posguerra trabajó para revistas como como Weltbild y Quick.

Foto 1: Fascículo II, páginas 2 y 3 

A la izquierda: Foto de soldado sacándose una espina del pie. Comentario: «Las penurias de la guerra en la jungla: heridas causadas por espinas. Los soldados, que a menudo no están acostumbrados al uso de calzados, prefieren enfrentar descalzos las peligrosas heridas provocadas por las espinas del matorral selvático en lugar de utilizar las botas que les suministran».

Al centro, arriba: Foto del comandante en jefe del ejército paraguayo, José Félix Estigarribia, a caballo, con un ayudante. Comentario: «Inspección a caballo en la selva: el comandante en jefe del ejército paraguayo, José Félix Estigarribia (izquierda), acompañado por su ayudante».

Al centro, abajo: Una imagen sorprendente de la Guerra del Chaco: lucha de posiciones («Ein überraschendes Bild aus dem Chaco-Krieg: Stellungskampf»).

A la derecha: Foto de soldado con un camarada a la espalda. Comentario: «Camaradería en el desierto: durante kilómetros, este soldado lleva a su camara-da herido al hospital de campaña.

La ayuda rápida es doblemente valiosa en la selva, pues la infección causada por la picadura de insectos es más peligrosa que la propia herida».

Foto 2: Fascículo III, página 1 

Título central: «Detrás del frente selvático».

Abajo: «El tercer informe de la Guerra del Gran Chaco. Por Willi Ruge».

Arriba, a la izquierda: Foto de soldado. Comentario: «El soldado de la selva, ataviado según las últimas prescripciones militares: El protector de pierna de cuero prolongado por encima de la rodilla protege al soldado de las heridas de las espinas y las mordeduras de serpientes».

Abajo, a la izquierda: Foto de soldados refrescándose. Comentario: «Los puestos de descanso del frente de la selva proporcionan comida, municiones y conexiones con la capital, a cien kilómetros. Aquí también se realiza el control de salud necesario; bajo inspección, el cuerpo es limpiado con cepillo y agua de la arena del Chaco».

«Día de descanso detrás del frente: el guerrero de la selva toma su baño.

Hay mucha agua cerca de los principales ríos, Pilcomayo y Paraguay. Los troncos ahuecados de los árboles sirven de bañeras».

Arriba, a la derecha: Foto con toneles de agua. Comentario: «El agua es más importante que las municiones: un depósito de agua estrictamente protegido en la parte trasera del frente. En grandes toneles, el agua hervida pasa de la zona de descanso al frente carente de agua».

Abajo, a la derecha: Foto de oficiales conversando. Comentario: «Oficiales bielorrusos del antiguo ejército de Wrangel, a los que se encuentra no solo en la Guerra del Chaco, sino en muchas otras zonas peligrosas del mundo».

El ejército de Wrangel al que se refiere el texto del fotorreportaje recibe su nombre del barón Pyotr Nikolayevich Wrangel (en alemán, Freiherr Peter von Wrangel), nacido el 15 de agosto de 1878 en Novoalexandrowsk, hoy Zarasai, Lituania, y fallecido el 25 de abril de 1928 en Bruselas, perteneciente a un ilustre linaje aristocrático alemán-báltico que operó al frente del Ejército Blanco en 1917 en el sur de Rusia.

[*Susan Sontag: «Looking at War. Photography’s view of devastation and death», en The New Yorker, 9 de diciembre de 2002.]

miguel.gauto@t-online.de

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