La nación Paî tavyterâ y el cerro Jasuka Venda o cerro guasu, en el Amambay

El Jasuka Venda o cerro Guasu, ubicado en la región del Amambay, posee valiosas inscripciones rupestres y restos líticos antiquísimos, prehistóricos, y constituye un patrimonio cultural del Paraguay, por Decreto 7685 del Poder Ejecutivo.

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Sus ancestrales dueños, los paî tavyterâ, están reclamando -con justa razón- a la Corte Suprema de Justicia el respeto a sus derechos, porque su territorio corre peligro de sufrir un desmembramiento de 400 hectáreas, que pasarían a ser propiedad de una empresa ganadera. (Diario ABC del domingo 4 de octubre, página 41).  

El Paraguay prehispánico y sus habitantes   

Es muy poco lo que en general se conoce sobre las etnias o naciones que poblaron nuestro territorio desde antes del tiempo, y este desconocimiento es, probablemente, uno de los principales motivos de la indiferencia con que se han tratado los problemas y penurias de estos hermanos nuestros, esos "otros" que, sin embargo, fueron los primigenios dueños teete de las tierras.   
   
El origen de los paî tavyterâ  

Al mirar retrospectivamente el Paraguay prehistórico, sabemos que pueblos de procedencia diversa y culturas muy distintas van llegando en momentos históricos distintos, y se van ubicando en dos regiones con particulares características físico-ambientales, separadas por el río Paraguay. Son nuestras actuales regiones Occidental y Oriental.   
   
Como lo explican conocidos estudiosos connacionales, como González Torres, Chávez, Cardozo, Vasconcellos, Susnik y otros, los primeros pobladores, comunidades de cultura paleolítica, se asentaron preferentemente en nuestro actual Chaco; sus herramientas de trabajo y armas de caza eran de piedra rústica, vivían de la caza, la pesca y la recolección de frutos; su forma de vida era subsistencial y eran nómadas. Los que llegan después son hombres distintos, de cultura neolítica, que ya conocen la piedra semipulida; viven de la caza, la pesca y la recolección; practican una incipiente agricultura y conocen la cerámica; su forma de vida era semisedentaria, y su organización social y vivienda muy distintas de las de los primeros pobladores; ocuparon la Región Oriental. En esta región, ya entonces existían algunos grupos humanos que incursionaron con aquellos primeros y que estaban ubicados en espacios intermedios de nuestra selva tropical.   
  
Para darnos una idea de su antigüedad, la antropóloga Branislava Susnik (1) afirma que "… ya existían en el Paraguay los paleolíticos unos 6.000 años a.C., y los neolíticos 3.000 años antes de Cristo" (Susnik, pág. 15 ).   
  
En la actualidad, al hablar de las naciones que hoy perviven en nuestro país, diremos que, por un lado, los descendientes de aquellas primeras comunidades de cultura paleolítica son la mayoría de las naciones ubicadas en el Chaco, y por otro lado, los remanentes de los hombres de cultura neolítica son los guaraníes, ubicados en la Región Oriental, para decirlo en forma rápida. La Dra. Susnik, al hablar de las características físicas de estas culturas, afirma que en el Paraguay prehistórico había hombres de tres tipos físicos o raciales: el pámpido (paleolítico que corresponde al tipo racial australiano, que se ubicó en la Región Occidental del país), el láguido (paleolítico de tipo racial melanésido, que se ubicó en algunos espacios intermedios de las selvas de la Región Oriental), y el amazónido (neolítico de tipo racial protomalayo mongoloide, que se asentó en la Región Oriental, a orillas del río Paraguay y también en la cuenca del río Paraná).   
  
¿Quiénes son los paî tavyterâ? Los ancestros de los paî tavyterâ fueron de los primeros en ocupar las selvas de las regiones del Amambay, lo que convierte a esta nación en una de las más antiguas no sólo del Paraguay sino también de la región. De acuerdo con la afirmación de Susnik, más arriba citada, los paî tavyterâ vendrían a ser los descendientes del láguido. Estudiosos extranjeros y paraguayos del origen de los guaraníes, mencionan como primeros pobladores de la Región Oriental de nuestro país en la zona actual de los paî tavyterâ, a los caigang, de cultura paleolítica que vivieron allí hace más de 6.000 años. Así, el historiador nacional Julio César Chávez al hablar de la cronología del hombre guaraní, cita a los caigang, hace más de 6.000 años, como antecesores prehistóricos mediatos de los guaraníes. (2)

Susnik también refiere que en la cuenca del río Paraná existían innumerables guará (territorios ocupados por guaraníes), enclavados en medio de otros grupos de protopobladores que ya se encontraban allí establecidos con anterioridad, que no eran guaraníes, ni étnica, ni racial, ni lingüísticamente. Estos guaraníes evitaron el contacto con los blancos, refugiándose en las selvas y fueron conocidos más tarde con la denominación general de silvícolas o monteses, los cuales "constituyeron la cuna, el origen y la procedencia de las tres modernas tribus que actualmente se conservan en el Paraguay y en la misma región o cuenca del Paraná: los paî tavyterâ, los chiripá o avá catueté y los mbya guaraní". (Susnik, página 60).   
  
Entonces, ¿desde cuándo están los paî tavyterâ en lo que hoy consideran su territorio propio, su propiedad de pertenencia primigenia, el cual tienen todo el derecho de defender y reclamar, como lo están haciendo hoy ante la Corte Suprema de Justicia? Y… desde el principio del principio, ya que sus ancestros son los caicang, de cultura paleolítica, que ya vivieron en las selvas del Amambay hace más de seis siglos.   
  
Los hallazgos líticos y figuras rupestres en las cuevas del cerro Jasuka Venda de los paî tavyterâ, en el departamento de Amambay:

En el mes de marzo de este año, visitaron nuestro país investigadores españoles, que fueron a conocer el cerro Guasu o Jasuka Venda. Allí, en sus cuevas celosamente resguardadas por los paî tavyterâ, estos antropólogos del Museo Altamira (en Altamira, España, se hallan las más hermosas pinturas rupestres, patrimonio de la humanidad) encontraron herramientas de piedra, como cabezales de hachas, y también arte rupestre en abundancia. Los resultados de sus investigaciones -sobre todo las pruebas realizadas con carbono 14 para determinar la edad de los objetos- afirman que la antigüedad de los objetos y figuras hallados es de 5.000 años. O sea que estamos ante la comprobación científica de la presencia del hombre prehistórico en la zona del Amambay. Esta confirmación tiene un extraordinario valor para el Paraguay, que así ingresa en el mapa rupestre internacional. Hoy, ahora, tenemos que dar el merecido reconocimiento a este valiosísimo legado prehistórico, que se mantiene allí por el celo de esta nación ancestral.   
  
Ahora mismo, la nación paî tavyterâ, a través de la Asociación Paî retâ joaju, está tratando de evitar que su propiedad sea desmembrada. La Asociación de ONG solicita a la Corte Suprema de Justicia que su fallo favorezca a esta la nación en el litigio por tierras con una empresa ganadera que estaría por anexar –por un error en la demarcación de los límites- unas 400 hectáreas de las tierras que les fueron otorgadas por Ley 209/93 del Poder Legislativo. (ABC, artículo mencionado más arriba). La máxima instancia judicial deberá expedirse sobre el tema. Si hablamos de justicia, este es el momento propicio para llevarla a la práctica. Y si así no lo hiciéramos, Dios y la Patria nos lo demanden.   
  
* Docente de  Historia  de la Arquitectura en el Paraguay, y de Introducción a la Producción Científica. Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte, UNA.

 (1) Branislava Susnik. El rol de los indígenas en la formación y en la vivencia del Paraguay. Tomo 1. 1982. Asunción, Paraguay.   

(2) Julio César Chávez. Compendio de historia paraguaya. 3ª. edición, 1988. Asunción, Paraguay.

Arq. Sofía Gill de Escobar*
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