Aporte de las binacionales al Estado

El Presupuesto General de la Nación (PGN) se financia mediante tres fuentes: Fuente 10 o Recursos del Tesoro, que provienen de los impuestos, los royalties y las compensaciones recibidas de las hidroeléctricas de Itaipú y Yacyretá. Fuente 20 o recursos provenientes de los préstamos externos, es decir, de organismos internacionales como el Banco Mundial, FMI, BID, bonos internos y externos y, finalmente, Fuente 30 o los recursos generados en las propias instituciones públicas, ANDE, Essap, Copaco, Senacsa y otros.

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De estas tres fuentes de ingresos, la más importante del Estado es la que generan los recursos del Tesoro o Fuente 10. Son poco más de 31 billones de guaraníes, es decir US$ 5.381 millones sobre un total de US$ 13.000 millones del PGN. Se debe aclarar que todavía no existe un caos administrativo-financiero, porque el Estado, además de un mal recaudador, es también un mal gastador. Ejecuta solamente el 60% de su presupuesto aceptado por ley.

¿Cómo se financian entonces todos los gastos del Estado? Y se recurre a la bicicleta financiera, es decir, a enviar hacia el futuro las cuentas y luego pagarlas por turno. Durante el gobierno de Cartes se inauguró un nuevo esquema: pagar deudas externas con nuevos créditos externos.

El mayor porcentaje de los gastos corrientes del Estado corresponde a salarios o gastos de personal. Para disfrazarlos se los denominan “gastos rígidos”. Al mes de agosto/2018 representaba el 65% de los ingresos tributarios. Esta tendencia ya no mejoraría hasta fin de año; al contrario, podría empeorar con el pago de facturas políticas.

Los fondos que ingresan por royalties y compensaciones recibidas de las hidroeléctricas de Itaipú y Yacyretá representan un promedio anual de US$ 800 millones, es decir, entre el 10 y el 12% del total de ingresos por impuestos del Paraguay y solamente entre el 5 al 6% del PGN. El canal de Panamá y la venta de gas natural en Bolivia representan aproximadamente el 30% de los ingresos genuinos de esos Estados.

En Paraguay existen dos grandes entes recaudadores, la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) y la Dirección Nacional de Aduanas (DNA). Estos ingresos son administrados por el Ministerio de Hacienda para dar cumplimiento a obligaciones tales como pago de salarios, programas sociales, jubilaciones, intereses de la deuda y una mínima parte, al financiamiento de proyectos de infraestructura.

¿Qué hacemos ante este panorama sombrío? Pues sencillo, trabajar más y achicar el gasto público. Desde tiempos inmemoriales las naciones han financiado sus gastos de alimentación, de infraestructura, de grandes construcciones y del lujo de sus príncipes, reyes y faraones, además de sus gastos de guerra y conquistas, con el trabajo de sus habitantes y los impuestos, tasas y tributos.

¿Cómo podemos hacer que las binacionales aporten más ingresos a la hacienda pública? En entregas anteriores hemos propuesto dos métodos: 1.- Eliminar los gastos de viáticos de unos 200 gerentes nómadas que se pasan viajando entre Asunción, el centro del poder político, y Hernandarias, el centro de producción de los récords energéticos del mundo; y 2.- Reducir el Directorio Ejecutivo y el Consejo de Administración a la mitad de sus miembros, con todo su séquito y gastos conexos. Una doble sede con sus carcomas, es decir: secretarias, vehículos, servicios auxiliares, combustibles, etc. Con eso se ahorraría entre US$ 70 y 100 millones anuales, ¡exactamente el monto de los gastos sociales! 

A estos ahorros se puede agregar el más significativo de todos los ingresos, la venta de nuestros excedentes energéticos a precio justo. Aclaremos por quincuagésima vez: ¡los únicos excedentes energéticos de Itaipú y Yacyretá son paraguayos! Aclaremos también que Paraguay está cediendo su energía hace 35 años en Itaipú y hace 25 años en Yacyretá… ¡A precio de costo! Si aceptamos que los Tratados de Itaipú y Yacyretá no son vitalicios, debemos revertir esta miserable situación.

Al escribir esta nota, el candidato de derecha del Brasil, Jair Bolsonaro, se había alzado con el 47% de los votos en primera vuelta, mientras que su seguidor inmediato solo obtuvo la mitad. Se supone que esto representa un castigo contundente de los electores brasileños hacia la corrupción galopante potenciado por la izquierda desde el primer gobierno de Lula da Silva y posterior de Dilma Rousseff. El caso “lavajato” es el megaescándalo que pinta de cuerpo entero el mecanismo del robo y el pillaje colectivo en Brasil. Su réplica en Paraguay lo representa el “sistema”, con una antigüedad y oficio de 70 años.

A segmentos minoritarios de la izquierda paraguaya no les gusta este resultado porque tienen una visión geopolítica estrecha y corta. La población en general, sin embargo, perciben que esta lucha frontal contra el “lavajato” se está replicando en Paraguay, por ello tiene una visión optimista. Además, las políticas de Estado del Brasil ya están diseñadas a 30 o 50 años de futuro, de manera que pensar en un cambio en Itaipú, más parece a un cháke de los baroncitos vestigiales. Brasil quiere seguir llevando energía limpia, barata y segura, a precio de costo, y lo logrará si no ponemos a patriotas con autoridad moral (**) al frente de las negociaciones.

Para el expresidente del Paraguay y actual director general de Yacyretá, Nicanor Duarte, se “necesita una institución que tenga un resorte más dinámico” para la distribución de las riquezas. Agregó que los ministerios no responden rápido, en comparación con las entidades binacionales. Con relación al control por parte del Congreso dijo: “Yo no tengo la certeza de que si los fondos sociales pasan bajo la tutela parlamentaria, eso va a significar mejor uso de los gastos sociales”. Está todo dicho. El sistema prefiere seguir usando los “gastos sociales” para la caja chica de los gobiernos de turno o para un financiamiento disfrazado de las campañas políticas del oficialismo. Nada nuevo bajo el sol.

Únicos

Aclaremos por quincuagésima vez: ¡los únicos excedentes energéticos en las centrales Itaipú y Yacyretá pertenecen a la paraguayos!

(*) Exsuperintendente de Energías Renovables de IB, empleado activo 

(**) Entrevista brindada por el autor al periodista Ramón Casco C., el 5/03/2000.

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