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La Ley N° 4758/2012 destina la totalidad de los recursos de la compensación por cesión de energía al Brasil al Fondo Nacional de Inversión Pública.
Son los fondos adicionales resultantes del cambio del factor multiplicador en concepto de compensación por cesión de energía; de 5,1 a 15,3, establecido en la Nota Reversal del 2009. De 120 millones de dólares que percibía el país pasó a 360 millones de dólares, estimativamente.
Carmen Liliana Romero, directora ejecutiva del Fondo para la Excelencia en Educación e Investigación, explicó que desde la creación del Fonacide y luego de la constitución del Consejo de Administración del Fondo de Excelencia, conformado por autoridades del sector público y representantes del sector privado, se trabajó en generar las condiciones para el funcionamiento pleno del Fondo, desde el mecanismo de estudio y aprobación de las propuestas presentadas así como el primer fideicomiso público que se estableció con la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), esto además considerando en los tiempos que implica gestionar en un proceso de cambio de gobierno.
“La educación es el principal medio para generar cambios estructurales que permitan superar las situaciones de desigualdad. Debemos garantizar el derecho pleno a una educación de calidad, por ello, los recursos deben garantizar una buena y correcta aplicación”, destacó.
Es por esto que el Fondo de Excelencia, a través del Consejo de Administración, determina priorizar la agenda pública (Plan Nacional de Educación 2024, Agenda Educativa y Políticas de CyT, definidas por el MEC y Conacyt, respectivamente). La priorización se da en el marco de las áreas y ámbito de financiamiento que establece la propia ley del Fondo.
El desafío es grande. Nuestro país cuenta con 775.000 niños y niñas menores de cinco años, de los cuales casi la mitad es pobre y el 25,4% vive en pobreza extrema. Se estima que cerca del 14% de estos niños sufrirán retrasos en el crecimiento, asociados a la desnutrición y, por ende, también en su desarrollo cognitivo y sicosocial.
La situación exige priorizar y establecer las bases para la excelencia en la educación y la promoción de la investigación y el desarrollo, tan postergado y con muy baja inversión pública.
La distribución de recursos se plantea en el marco de la ley. Por un lado, el Fonacide asigna el 30% del recurso total al Fondo para la Excelencia, luego este se distribuye en áreas a ser financiadas, según los porcentajes que se grafican, donde el Consejo de Administración define las priorizaciones y distribuciones respectivas:
A poco más de dos años de la constitución del Fondo se presentaron 84 propuestas, de las cuales son siete las aprobadas: 6 del MEC y una de Conacyt y siguen en estudio tres propuestas, dos del MEC y una de Aneaes.
De las 84 propuestas, solo las 10 referidas siguen en el proceso, las demás, como se distingue en el cuadro, han sido retiradas o rechazadas.
Los tiempos del proceso se regularizan luego de establecer las condiciones previas para el funcionamiento pleno del Fondo, como la organización del Consejo y los instrumentos de gestión necesarios.
Por ello, en el primer año, 2013, aprueban las dos primeras propuestas presentadas. Ambos programas inician la ejecución en 2014, pero recién en los meses de septiembre y octubre de 2014 tienen disponibilidad plena de recursos debido al proceso de instalación del Fondo. Por ello, la ejecución del 2014 fue US$ 5 millones, habiendo obligado una mayor cantidad de recursos, que se están ejecutando en los primeros meses de 2015, como lo permite la ley.
Romero destacó que los recursos que no logran ejecutar en el año respectivo quedan disponibles para el programa o proyecto, blindados y resguardados en el fideicomiso.
La Ley 4088/10 establece la obligatoriedad de la educación inicial y educación media, el MEC, según su disponibilidad presupuestaria dio gradualmente apertura a secciones principalmente del preescolar, explicó. Sin embargo, a partir de los proyectos de primera infancia financiados y a ser financiados por el Fondo, permite que por primera vez se cuenten con los recursos para la atención en gran escala a niños y niñas de 3 y 4 años, se espera que entre el 2015 y 2016 se incorporen aproximadamente 10.000 nuevos estudiantes al nivel inicial.
Blindado
Los fondos que no se logran ejecutar en el año respectivo quedan disponibles para programas blindados y resguardados en el fideicomiso.
Deber
“Debemos garantizar el derecho pleno a una educación de calidad, por ello, los recursos deben garantizar una buena y correcta aplicación”.