Cuando hablamos de crisis, ¿de qué crisis hablamos?

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El PIB en Paraguay viene creciendo a un ritmo menor en los últimos años. De un promedio anual mayor de 5% durante una década, ahora estamos en alrededor del 4%. El alto crecimiento económico, aunque muy volátil, estuvo acompañado de políticas públicas que permitieron mejorar la calidad de vida de la población. Estas mejoras no fueron volátiles, sino relativamente persistentes en esa década. Sin embargo, fueron muy lentas, analiza la economista Verónica Serafini, en el último número (febrero-marzo) de la revista Economía y Sociedad, del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep).

Uno de los indicadores que mejor desempeño tuvo fue el de la pobreza, ya que alrededor de 1.000.000 de personas dejaron la pobreza entre 2003 y 2013, cuando el número de pobres disminuyó de 2.820.898 a 1.805.941. Esta última cantidad se mantuvo hasta 2017.

Esto significa que, en los últimos cuatro años, a pesar del crecimiento económico relativamente alto de 4%, no hubo cambios en la cantidad de personas cuyos ingresos no les alcanzan para adquirir una canasta básica de consumo. A continuación, se presentan los niveles de ingresos laborales de los quintiles de menores ingresos: el quintil 1 (el 20% de población que tiene los menores ingresos, en el que están las personas en situación de pobreza) y el quintil 2 (el siguiente 20% de la población por su nivel de ingreso).

Entre 2012 y 2017 el ingreso laboral promedio mensual estuvo entre G. 500.000 y G. 700.000, con niveles más bajos aún en el sector rural. Los ingresos laborales rurales son menos de la mitad de los urbanos y nunca superaron los G. 500.000 por mes en estos últimos años. En los cuadros que se acompañan, el quintil 2, muestran ingresos laborales superiores, como era de esperar. De todos modos, en ninguno de esos años tales ingresos alcanzaron el nivel del salario mínimo que, al menos en teoría, debería proporcionar un piso básico de bienestar.

En contrapartida, en estos mismos años, la Secretaría de Tributación proporcionó información sobre los 20 contribuyentes con mayores ingresos en 2015. Como se puede apreciar en el cuadro, la tasa efectiva del Impuesto a la Renta Personal pagado por los primeros 10 contribuyentes fue del 0,6% y la que corresponde a los siguientes 10 contribuyentes fue de 1,2%.

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Por ejemplo, en el 2015 la población ocupada ubicada en el quintil más pobre tuvo ingresos equivalentes a US$ 131 por mes y las personas del siguiente quintil llegaron a US$ 238 al mes, mientras que el ingreso promedio mensual de las 20 personas más ricas del país fue de 1.000.000 de dólares. Ese mismo año se hablaba del Paraguay como el “milagro latinoamericano” porque su crecimiento económico del 4% sobresalía frente al desempeño de los demás países de la región.

La pregunta que se plantea es cómo estamos en esta situación siendo un país económicamente “exitoso”. La crisis de la que debemos hablar es de la crisis causada por la desigualdad que conlleva niveles de consumo tan bajos que atentan contra cualquier idea de justicia social y consideración ética.

Cuando se piensen las respuestas que deben proponerse desde el Estado, el foco de la atención de la crisis debe estar en garantizar los ingresos necesarios a una población cuyos ingresos, a pesar de trabajar entre 45,9 horas semanales (los hombres) y 40,4 horas semanales (las mujeres), no les permite consumir los bienes y servicios básicos para llevar una vida digna.

Ultimo informe sobre pobreza

A finales de marzo último, la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC) presentó su último informe sobre pobreza, estimando que en el Paraguay están en la pobreza total 1.679.810 personas (datos correspondientes al cierre de 2018), que representan 129.000 personas menos que en el 2017. Esto significa que sobreviven con menos de G. 686.075 al mes. Pese a que la pobreza total bajó en su índice general, el nivel de los más vulnerables en el campo empeoró por un deterioro en los ingresos, según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).

La pobreza extrema en tanto afecta a 335.165 ciudadanos, ya que no logran cubrir el costo de la canasta básica de alimentos y subsisten con menos de G. 239.969 al mes.

De este modo, la pobreza total bajó de un índice de 26,4 (2017) a 24,2% (2018). Por segmentos, la del área urbana se ubicó en 17,8%, mientras que en el área rural se situó en 34,6%. En cuanto a la pobreza extrema, según los datos, esta avanzó desde 4,4% en 2017 a 4,8% en promedio en el 2018, y en el sector rural se situó en 10% con avance de un punto porcentual frente al año anterior, mientras que en el área urbana el nivel casi no varió, al pasar de 1,5% a 1,6%.

Desigual

La crisis de la que debemos hablar es de la causada por la desigualdad, que conlleva niveles de consumo tan bajos que atentan contra cualquier idea de justicia social y consideración ética.

Pobreza

La pobreza total bajó de un índice de 26,4 (2017) a 24,2% (2018). Por segmentos, la del área urbana se ubicó en 17,8%, mientras que en el área rural se situó en 34,6%, según últimos datos oficiales.