Incidencia de acciones privadas y públicas en la dicotomía entre caída de pobreza total y aumento de la extrema

Los últimos indicadores de pobreza en Paraguay difundidos por la Dirección de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC) muestran una leve reducción, del 2%, entre 2017 y 2018, es decir que unas 129.000 personas salieron de la mencionada condición, con lo cual la pobreza afecta al 24,2% de la población nacional, lo que representa unas 1.680.000 personas. De este grupo, más del 55% se encuentra viviendo en el área rural y el restante en las zonas urbanas. Aunque haya una caída en los números globales de la pobreza, la pobreza extrema muestra un crecimiento, incorporando a más de 33.000 personas dentro del grupo más vulnerable.

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¿Cuáles han sido los factores de 2018 que terminaron por permitir que algunas personas logren superar la situación de la pobreza y en otros casos empujar a personas y familias a la extrema pobreza?

Comprender el desempeño económico del año 2018, especialmente de los periodos específicos, en este caso el primer y el segundo semestre, podrían explicar mejor cómo, por qué y dónde ha disminuido la pobreza total.

Durante el primer semestre, el desempeño de la agricultura fue el factor que definió el dinamismo de la economía, debido a que la cadena de valor genera en su conjunto unos US$ 6.000 millones. Y aunque la campaña sojera 2017/2018 reportó una disminución de la producción del 2% con relación a la campaña anterior, el efecto derrame en otros sectores como el transporte, las finanzas, la agro-industria y otros fueron igualmente muy importantes en la generación del empleo.

La industria fue otro sector que mostró un marcado dinamismo, que aportó al crecimiento económico y a la generación de mano de obra.

Mientras, el sector comercial tuvo un desempeño ambivalente. Si bien en los primeros meses del año las ventas tuvieron un fuerte impulso, favorecido en gran parte por la llegada de compristas extranjeros, en el segundo semestre se observó una significativa caída. Durante los primeros meses del año pasado, el dinamismo del comercio fue producto, principalmente, de la alta demanda de turistas argentinos, donde el tipo de cambio (peso/dólar) hacía muy atractivo a Paraguay y en menor medida para los brasileños. Sin embargo, tanto la depreciación del peso como la inflación del vecino país encarecieron relativamente a los productos paraguayos y los argentinos dejaron de venir y, por consiguiente, consumir en Asunción y Encarnación.

En ese sentido, los efectos en el comercio terminaron por verse durante el segundo semestre de 2018, sumado a una retracción del consumo por parte de los paraguayos y el comercio de frontera, que siguió sintiendo los efectos de los problemas económicos de Brasil y Argentina.

El aspecto político fue otro elemento que incidió en el comportamiento de la economía durante el 2018. La llegada de un nuevo Gobierno exige tiempo de adaptación del nuevo equipo técnico y político para lograr mover la máquina del Estado a una velocidad deseable. No debe olvidarse que el Estado es un comprador y demandante de servicios diversos, por lo tanto, la envergadura de su demanda no debe ser soslayada.

Sin embargo, en medio del complicado escenario a finales del 2018, como cada fin de año, la inyección de recursos con el pago de aguinaldo dio un respiro coyuntural a la economía, dinamizando varios sectores, principalmente el comercial.

En el mismo contexto, el nivel de ingresos de las familias paraguayas a escala nacional revela que el 85,7% de la generación de los recursos provino del trabajo o actividad económica que realizaron los miembros del hogar, seguido en un 4,1% de los ingresos en concepto de jubilación o pensión y 2,7% de la ayuda que procedió de un familiar residente en el país. En menores porcentajes, los ingresos de las familias provinieron de remesas del exterior y ayuda monetaria del Estado, como el programa Tekoporã y Adultos Mayores.

De acuerdo a los datos de la Encuesta Permanente de Hogares Continua 2018, el promedio de ingreso familiar mensual proveniente de actividades laborales (todos los trabajos) rondó los G. 4.700.000 con una variación entre G. 1.000.000 y G. 9.300.000 entre los quintiles más pobre y más rico, respectivamente.

En resumen, un equilibrio relativo entre el primer semestre dinámico y el segundo semestre de menor dinamismo, terminó por ser ligeramente positivo, por lo que la pobreza disminuyó levemente.

¿Y qué ha pasado con el crecimiento de la pobreza extrema?

Como se ha mencionado, la pobreza total mostró una leve reducción, la tendencia no fue la misma para el indicador que mide la pobreza extrema, el cual muestra un aumento, pues pasó de 4,4% de la población total a 4,8%, es decir un incremento muy pequeño, de solo el 0,4%, afectando a más de 33.000 personas suplementarias. Con ello, en Paraguay existen más de 335.000 personas bajo la condición de pobres extremos.

La inclusión del nuevo grupo a la franja de pobres extremos se explicaría por una reducción en sus ingresos laborales y, quizás en menor medida, al encarecimiento de la canasta en aproximadamente 2,3%.

En el área rural, la pobreza extrema presentó un aumento de más de 28.000 personas. La caída de los ingresos de los miembros del hogar sería producto de la sequía que afectó al campo a finales de 2018 y que terminó por retraer considerablemente el empleo en esas zonas del país. Además hay una escasa capacidad de generar otros recursos luego de la importante migración, principalmente de jóvenes hacia otros puntos del país, donde el trabajo y las oportunidades son mayores, quedando una población avejentada y sin muchas proyecciones de incorporar nuevas técnicas ni capacidad de trabajo que le ayuden a incorporarse al circuito económico, y por ende a generar sus propios ingresos.

Este mismo esquema se observa en los departamentos de Caazapá, Caaguazú y otras regiones vulnerables, donde los niveles de pobreza siguen siendo altos y la estructura productiva mantiene sus niveles de carencias sin mayores modificaciones.

A lo largo de los años, la pobreza extrema en el área urbana fue disminuyendo considerablemente, sin embargo, este comportamiento cambia en el 2018, cuando se registra un incremento, afectando a casi 70.000 personas. La inclusión de pobres extremos en las zonas urbanas se habría dado como efecto de la menor actividad de los sectores vinculados a los servicios y comercios, tras la reducción de compradores extranjeros en el país, que había dado la oportunidad de generar empleos, principalmente de poca exigencia técnica para atender la alta demanda de ese entonces.

Evolución de la población que se encuentra por encima de la línea de pobreza

Los datos tradicionalmente se centran en los indicadores de pobreza, pero existe otro fenómeno que pasa desapercibido y que revela la importante evolución que ha tenido la economía y la sociedad en las últimas décadas.

La Encuesta Permanente de Hogares Continua segmenta en tres grupos a la población: los pobres extremos, los pobres no extremos y los no pobres, y en este último grupo, es decir de aquellos cuyo costo mensual per cápita de la canasta alimentaria y no alimentaria supera los G. 686.075 en el área urbana y G. 488.172 en el rural, se observa un aumento de la población, lo que responde al impacto social del crecimiento económico que viene registrando Paraguay y que en los últimos diez años viene creciendo a una tasa promedio del 4%.

El comportamiento de la economía paraguaya, sumado a una serie de transformaciones sociales y demográficas, viene generando nuevas plataformas de expansión y desarrollo para una población cada vez más demandante en calidad de servicios públicos y privados, capacidades y productos en general.

El gobierno debe tomar estos resultados para seguir insistiendo en la focalización de sus programas sociales, que han mejorado significativamente, y quizás, lo más importante, generar opciones de empleo que logren mejorar los ingresos familiares. El año 2018 deja una lección aprendida relevante: el crecimiento de la economía en su conjunto no puede verse afectado por la reducción de compristas. El auge suplementario de las actividades comerciales solo es provechoso cuando los demás sectores económicos muestran el mismo nivel de dinamismo.

Por último, la creación de expectativas favorables mediante la inversión en distintas áreas, principalmente en infraestructuras, los mejores niveles de eficiencia en el gasto público, la diversificación de mercados para los productos tradicionales (carne, soja, aceite y otros) así como los no tradicionales (aquellos productos de exportación de nichos) lograrán consolidar a la economía paraguaya mediante la creación de riqueza.

Un equilibrio relativo entre el primer semestre dinámico y la segunda etapa de menor dinamismo durante el 2018, terminó por ser ligeramente positivo, por lo que la pobreza disminuyó levemente. Comprender el desempeño económico podría explicar mejor cómo, por qué y dónde ha disminuido la pobreza total.

El costo mensual de la canasta de alimentos o línea de pobreza extrema por persona, en el área urbana es de G. 262.768/mes y a nivel rural de G. 239.969. En tanto que la línea de pobreza total urbana es de G. 686.075 mensual y en la rural de G. 488.172 per cápita/mes.

La creación de expectativas favorables mediante inversión en distintas áreas, en especial en infraestructura; mejores niveles de eficiencia en gasto público, diversificación de mercados para productos tradicionales así como los no tradicionales, lograrán consolidar la economía local mediante la generación de riqueza.

Repunte

La pobreza extrema a nivel urbano cayó considerablemente, pero esto cambia en 2018, cuando se da un gran repunte y afecta a casi 70.000 personas.

Expansión

El comportamiento de la economía local, sumado a la transformación social y demográfica, viene generando nuevas plataformas de expansión y desarrollo.

24,2%

Entre 2017 y 2018, unas 129.000 personas salieron de la pobreza, lo que indica una leve caída (2%) en esta franja, con lo cual la pobreza afecta al 24,2% de la población del país.

Ingresos

La inclusión del nuevo grupo a la franja de pobres extremos se explica por la caída en sus ingresos, y quizás en menor medida, suba de la canasta, en 2,3%.

Focalizar

El gobierno debe tomar estos resultados para seguir insistiendo en la focalización de sus programas sociales, que han ayudado a mejorar los ingresos familiares.

Lección

El 2018 deja una lección aprendida relevante: la expansión de la economía en su conjunto no puede ser afectada por la reducción de compristas.

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