Medios de pagos digitales, sus implicancias en programas sociales y el camino hacia la inclusión financiera

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La definición de inclusión financiera ha sido ampliamente trabajada por organismos multilaterales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional y abarca los siguientes puntos: entorno regulatorio propicio; oferta de productos adecuados (pagos, ahorros, créditos, seguros), cobertura con acceso a canales transaccionales tradicionales y no tradicionales para recibir servicios de calidad a precios razonables para acceder a transacciones seguras y eficientes. También fomento y difusión de educación y cultura financieras, y protección al usuario de servicios financieros y la transparencia de información.

Los medios de pagos digitales son instrumentos esenciales en los procesos de inclusión financiera, y mediante el rol que cumplen permitirán alcanzar los siguientes objetivos: 

Dar acceso a servicios financieros a personas no bancarizadas 

El proceso de creación de clientes en las soluciones de pagos digitales es muy simple. En la medida en que las leyes y los procesos de verificación no obliguen a los usuarios a realizar complejos procedimientos, la tasa de inclusión aumentará. En esta primera etapa, los organismos internacionales recomiendan permitir los procesos de pago, ya que los requisitos para la creación son menos engorrosos. Luego de que los usuarios usen esta tecnología, para sus procesos de pago diarios, se les podrá ofrecer otros servicios financieros.

Ofertas basadas en el comportamiento de pago de los usuarios 

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Cuando el proceso de pago digital es aceptado ampliamente por el ecosistema y el usuario puede hacer sus transacciones habituales de pago de transporte, alimentos y abono de servicios, el análisis de esa información permitirá a los proveedores crear ofertas personalizadas, basadas en su comportamiento; además se dará como un proceso de compra / venta electrónica.

Hoy es muy difícil conocer ese comportamiento en las personas no bancarizadas y se depende principalmente de costosas encuestas.

Aumento de la seguridad 

Un problema importante que resuelve el desarrollo de los pagos digitales es el de la seguridad. Si bien es cierto que los problemas de fraude también existen en el mundo digital, el manejo, transporte y almacenamiento del dinero físico, tiene altos riesgos, que incluso llegan a afectar la integridad de las personas. En este sentido, los robos del dinero digital son sólo directos y con mayor posibilidad de control por todas las partes. 

Impulsa el incentivo de ahorrar 

Uno de los principales problemas de las personas no bancarizadas es que no tienen herramientas de micro ahorro. En tanto que un sistema de pagos digital permitirá generar procesos automáticos de ahorro para las personas, pudiendo destinar un porcentaje de cada transacción para ese objetivo.

Seguridad y educación financiera 

Finalmente, se debe considerar la garantía de seguridad que ofrece el sistema a los usuarios. Pensar que se está apuntando a usuarios que nunca han realizado transacciones financieras mediante dispositivos digitales, obliga a desarrollar importantes programas de educación financiera y operativa para su uso.

Por otro lado, los sistemas y servicios de pago electrónicos sirven para que empresas, personas, el gobierno y otros agentes económicos transfieran de manera segura el dinero que requieren sus actividades cotidianas, sin utilizar el efectivo. En la actualidad, los medios de pagos electrónicos tienen una presencia cada vez mayor en la economía, gracias al dinamismo que la innovación digital ha traído con nuevas soluciones y productos de pago basados en internet y en la telefonía móvil.

El desarrollo de los pagos online ya no es una ventaja tecnológica de algunos bancos o empresas, porque este desarrollo debe ser parte de una estrategia país en la región para aumentar la inclusión financiera, el desarrollo formal de los procesos de negocios y la mejora en la calidad de vida de las personas. 

Lo que muestran los datos en Paraguay 

Según el estudio elaborado por Pro-Desarrollo, la economía subterránea del Paraguay representó el 38,6% del Producto Interno Bruto (PIB) en el año 2017, aproximadamente US$ 11.652 millones. La economía informal generalmente se mueve en efectivo, ya que comprende las actividades donde los participantes no cumplen con obligaciones impositivas o regulaciones, como pagar impuestos y emitir factura. La economía subterránea está conformada por actividades como contrabando, narcotráfico, evasión general de impuestos, entre otros. 

Dado el tamaño de la informalidad en la economía, cuando se observa el comparativo de Paraguay con sus pares regionales, se evidencia que también sus relaciones laborales formales operan, principalmente, en efectivo. Además, se verifica que es el país con la mayor cantidad de individuos sin tarjeta de débito. Por tanto, representa un enorme potencial de expansión en las métricas de inclusión financiera.

Al mismo tiempo, se observa que Paraguay junto con Colombia y Perú se ubican entre los países con menor uso relativo del pos, en las transacciones con tarjetas de débito. La adopción de medios de pago digitales por parte de comercios ayudaría no solo al proceso de formalización de la economía, sino que generaría también mayores niveles de seguridad, tanto para los negocios como para el usuario.

Las diferencias se hacen aún mayores al observar las cuentas por sexo. En Paraguay, el promedio de mujeres con cuentas en instituciones financieras es de 29,2%, mientras que en la región, el promedio es de 54,9%.

Para el caso del sexo masculino, tan solo el 32,9% de los hombres posee una cuenta en una institución financiera, siendo el promedio de la región, 57,9%. Esta brecha es un indicativo de cuán atrasado está el país en ambos sexos, aunque las mujeres son generalmente las de menores oportunidades de accesos a servicios financieros, de ahorro y crédito.

En cuanto al perfil de edades, el 16,8% de los adultos jóvenes paraguayos, entre los 15 y 24 años, tiene una cuenta en alguna institución financiera. A nivel regional, el promedio es de 41,3%, siendo de nuevo Chile la nación con mayor penetración, con un 73,4%. El bajo nivel de alcance en este subgrupo de la población revela un gran potencial de crecimiento, ya que constituye el grupo etario más importante con relación a la fuerza laboral del país y atender sus demandas puede potenciar los procesos de dinamización económica. 

Cuando se observa las cuentas por área de residencia, el 30,9% de la población en la zona rural no posee cuentas, nuevamente es uno de los países con mayores retrasos en la región. En este caso Brasil es el país con mayor cantidad de la población rural, con una cuenta financiera.

Falta de fondos, uno de los motivos

El 68,4% de los paraguayos no bancarizados no tiene cuenta por no contar con los fondos suficientes para mantenerlas, siendo ese nivel uno de los más altos de la región. Ante este contexto, la utilización e intensificación de los medios de pagos digitales en las transferencias monetarias condicionadas, como el caso de Tekoporã, son herramientas esenciales para avanzar con los procesos de inclusión financiera. 

Al garantizar fondos fijos por periodos de tiempo determinados, la apertura de sus cuentas en instituciones financieras se vuelve viable y dejan de estar excluidos del sistema financiero.

Por el lado de los instrumentos financieros, Paraguay refleja los porcentajes de personas con tarjetas de débito y crédito más bajos de la región. Tan solo el 15,4% de los adultos reportó ser dueño de una tarjeta de débito, mientras que en países como Chile y Brasil el registro es de 59,8% y 59,3%, respectivamente. 

Para el caso de las tarjetas de crédito, el 6,6% de los paraguayos reportó poseer una tarjeta de crédito, cifra que en la región es de 22,5%. 

Actualmente, el país con mayor cantidad de individuos dueños de una tarjeta de crédito es Uruguay (40,6%). 

Cabe resaltar, que los medios de pagos digitales constituyen una de las bases para garantizar los procesos de profundización financiera, seguridad en las transacciones, formalización, reducción de riesgos y practicidad.

Varias decisiones de política financiera tampoco contribuyeron a cambiar el retraso de Paraguay en materia de inclusión financiera. La vigencia en el 2015 de la Ley de Tarjetas expulsó del sector formal a la población con menores ingresos, quienes se vieron obligados a financiarse en el sector informal a un costo elevado. 

Uso de medios de pagos digitales en programa social 

La experiencia internacional en programas de inclusión financiera es amplia y, por lo general, el objetivo principal está asociado a la disminución de la brecha entre grupos poblacionales rurales y urbanos, o entre grupos de altos ingresos y de ingresos medianos y bajos. Ello se logra a través del acceso y uso de los servicios financieros (crédito, ahorro, pagos) a personas pobres de la población, sin que represente un aumento en el riesgo de los proveedores de dichos servicios de intermediación.

Al observar los niveles de bancarización por departamentos, es clara la preponderancia en Central. Los departamentos con menor cantidad de cuentas bancarias son Boquerón y Presidente Hayes. Este resultado refleja principalmente la baja densidad poblacional en estas regiones. Adicionalmente, en tales localidades las cooperativas son los principales canales de acceso a la esfera financiera de los chaqueños.

Al analizar la cantidad de cuentas bancarias con relación al número de habitantes a nivel regional, vemos que los departamentos con menores niveles de cuentas por 100 mil habitantes son Cordillera (13.241) y Caazapá (16.310).

Cabe resaltar que, posiblemente, una proporción importante de la población con cuentas bancarias las tienen registradas en Asunción. Las distancias, el costoso y difícil acceso a las instituciones acaban obstaculizando la entrada de potenciales usuarios del sistema financiero. Sin embargo, los avances del programa Tekoporã vía pagos digitales y la expansión de la red de cobertura del Banco Nacional de Fomento (BNF) pueden generar grandes avances en los esfuerzos de promover la inclusión financiera. Los éxitos de estos avances son observables en la ciudad de Tava’í, ubicada en el departamento de Caazapá, donde se registró una transformación significativa, no solo a los beneficiarios de Tekoporã, sino también a la actividad comercial de su población en general. Actualmente, existen en Tava’í alrededor de 4.000 beneficiarios, con aproximadamente 700 millones de subsidios entregados, con un cajero automático a 40 km. Anteriormente, la ciudad contaba con tan solo tres comercios con pos activo y un servicio disponible, consistente en ventas con tarjeta de crédito y débito. Luego de la introducción de los medios de pagos digitales, entregas de tarjetas y pos como parte del programa, hoy la ciudad cuenta con más de 30 comercios activos y tres servicios disponibles, que son ventas con tarjeta de crédito y débito, venta de saldo y vuelto.

Esta transformación generó innumerables efectos positivos para la comunidad. En primer lugar, la presencia y uso de los pos ahorraron el viaje de 40 km (y garantizaron su seguridad) a los habitantes de Tava’í, ya que no precisaron acudir a los cajeros automáticos para realizar transacciones.

Por otro lado, el dinero en efectivo no ha desaparecido por completo, ya que existen ciertos bienes y servicios que, por su tipo de negocio, aún lo demandan. Con el servicio de vuelto que ofrecen los medios de pagos digitales, sus habitantes pueden además obtener efectivo a cambio de una compra realizada con pos. Como resultado de la introducción de medios de pagos digitales, los beneficiarios de Tekoporã hoy utilizan sus recursos de manera más barata, práctica y segura.

Dinamizan la economía

Consecuentemente, los medios de pagos digitales dinamizan no solo la economía regional sino todo el engranaje financiero del país y permiten avanzar con el proceso de formalización. Los ejemplos como Tava’í ofrecen importantes oportunidades de crecimiento e integración de nuevos agentes económicos al sistema, ya que permitirá acortar las distancias y quebrar el aislamiento financiero.

Los niveles de alcance financiero en el Paraguay representan un desafío y al mismo tiempo una oportunidad para el desarrollo de la inclusión de los individuos excluidos del sistema. Para mejorar los indicadores, la proliferación de la digitalización de los programas sociales constituiría un primer alcance significativo para los individuos más vulnerables que tienden a estar fuera del sistema. Además, el replanteamiento de determinaciones legales, como la Ley de Tarjetas, constituiría un punto clave para incrementar los niveles de inclusión, debido a que con esta revisión las entidades financieras tendrían mayores incentivos para atraer a nuevos clientes. Así, se podría expandir y consolidar el proceso de inclusión financiera en el Paraguay.

Nuevas tecnologías en medios de pagos digitales representan gran potencial para superar los obstáculos que han restringido el acceso a los servicios financieros y su uso para la mayor parte de la población. Los habitantes con menores ingresos recurren a vías informales, que resultan más costosas e inseguras.

Un sistema de pago digital permitirá generar procesos automáticos de ahorro para la población, pudiendo destinar un porcentaje de cada transacción para ese objetivo. Uno de los problemas de los no bancarizados es que no tienen herramientas de micro ahorro.

Los medios de pagos electrónicos tienen una presencia cada vez mayor en la economía, gracias al dinamismo que la innovación digital ha traído con nuevas soluciones y productos de pago basados en internet y en la telefonía móvil. También permiten acortar las distancias y quebrar el aislamiento financiero.

Seguro

El servicio de pago electrónico sirve para que gobierno, empresas y personas transfieran de forma segura dinero que requieren en su tarea, sin usar efectivo.

Pos

Paraguay, junto con Colombia y Perú, se ubican entre los países con menor uso relativo del pos, en las transacciones con tarjetas de débito.

Fondos

El 68,4% de los paraguayos no bancarizados carecen de cuenta por no contar con los fondos suficientes para mantenerlas.

Débito

Paraguay reporta un bajo índice de uso de tarjetas de débito en la región, con solo 15,4%, mientras que en Chile y Brasil, 59,8% y 59,3%, respectivamente.

Tarjetas

Para el caso de las tarjetas de crédito, el 6,6% de los paraguayos aseguran poseer una tarjeta de crédito, cifra que en la región representa el 22,5%.

Dinamiza

Los medios de pagos digitales dinamizan no solo la economía regional, sino todo el engranaje financiero del país y permiten avanzar con la formalización.

Ocasión

Los niveles de alcance financieros en el país representan un desafío y a la vez una oportunidad para el desarrollo de la inclusión de aquellos excluidos del sistema.