Paraguay se integra al grupo de “desarrollo humano alto”, según PNUD

Desde el inicio de la medición de desarrollo humano en 1990 y hasta 2015, Paraguay estaba en el grupo “de desarrollo humano medio”, pero tras la última actualización (2018), difundido este viernes, nuestro país pasó a integrar el grupo de “Desarrollo Humano Alto”, refiere el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Este reporte trata de los índices e indicadores de desarrollo humano “Actualización estadística de 2018”, que comprende el indicador insignia de la organización. 

Cargando...

Refiere que Paraguay se encuentra en la ubicación 110 de entre 189 países. Este Índice de Desarrollo Humano (IDH) mide el progreso en las dimensiones clave del desarrollo humano: salud, educación y nivel de vida. 

La propuesta de desarrollo del PNUD es el Desarrollo Humano (DH). Esto es, el ensanchamiento de las capacidades y opciones de las personas que resulta en la expansión de sus libertades. Esto es un giro importante pues el desarrollo no se mide por la economía, si no por la calidad de vida la gente. En lugar del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita se tiene al IDH, que mide la salud, educación y nivel de vida (ingresos) de la gente. Se pasa de la economía a las personas, sin ignorar a aquella.

Explica que desde el inicio de la medición en 1990, Paraguay integraba el grupo de países con desarrollo humano (de nivel) medio y pasa en 2017 al grupo de desarrollo humano alto. Este paso es importante, según la organización, porque significa cruzar al umbral de un nivel mayor y con más exigencias y desafíos para mejorar la vida de la gente como propone PNUD.

Los resultados del IDH oscilan entre 0 o ningún DH y 1 o DH óptimo. Cuanto más cerca de 1, mejor. Asimismo, se tiene un rango de 189 lugares, desde el mayor (N° 1) hasta el menor (N° 189). Análisis estadísticos clasifican los grupos de DH en bajo, medio, alto y muy alto, de un total de 189 países y territorios que se comparan. Son 59, 53, 39 y 38 países, respectivamente, los que se dividen en dichos grupos o categorías.

En 2017, en la región tienen DH muy alto Chile con 0,843 y el lugar 44; Argentina con 0,825 y 47, y Uruguay con 0,804 y puesto 55. Cuentan con DH alto: Brasil con 0,759 y lugar 79 y Paraguay con 0,702 y 110. Se halla con DH medio: Bolivia con 0,693 y el puesto 118.

Avances en la región

En el transcurso del tiempo de medición del IDH, desde 1990, los países de la región han experimentado avances. Los logros han sido desiguales, pero las naciones han mantenido sus lugares en relación a otros, como se puede observar en el gráfico. Si se agregase a Chile se ubicaría encima de Argentina y si se incluyera a Uruguay estaría por debajo de Argentina. 

El IDH se compone de tres dimensiones con cuatro indicadores que son salud (esperanza de vida al nacer), educación (años promedio de instrucción y años de instrucción esperados) y estándar de vida (ingreso nacional bruto per cápita, con una estandarización mundial denominada paridad de poder adquisitivo o PPA). (Ver como ejemplo cuadro con países y niveles seleccionados con sus respectivas cifras).

Expectativa de vida

La expectativa de años de vida es cuántos años se espera que viva una persona con los estándares vigentes. Este indicador en sí es un resumen de la calidad de la salud. De los dos indicadores de educación, el promedio de años de escolaridad es la cantidad de años de estudio (aprobados) que tiene en promedio la población. Resume los logros acumulados hasta el presente, mientras que el otro indicador, con base en el presente, proyecta hacia el futuro la expectativa de años de escolaridad que alcanzarían las personas si se mantuviesen las condiciones existentes.

El nivel de vida es medido por los ingresos del PIB per cápita; esto es en dólares americanos constantes con base en 2011, mediante la PPA (o PPP en inglés). Esta estandarización permite uniformar la capacidad adquisitiva de los ingresos, independientemente del monto. Esto es, si un bien cuesta US$ 2 dólares en un país y US$ 1 en otro, y el promedio de ingresos es US$ 2 y US$ 1, respectivamente, significa que ambos tienen igual capacidad o poder adquisitivo porque lo que vale es lo que pueden comprar. 

La expectativa de años de vida de Paraguay (73,2) es ligeramente menor a la de América Latina y el Caribe (ALC) y claramente superior a países del DH medio (69,1).

Por otro lado, la expectativa de años de escolaridad es 12,7, que es inferior a los otros de DH alto y resulta ligeramente superior al promedio de DH medio. El promedio de años de estudio aprobados es muy bueno (8,4), inclusive algo superior al promedio de DH alto (8,2) y apenas inferior al promedio de ALC. La significativa diferencia se halla en los ingresos, medidos en dólares. Paraguay cuenta con el monto más bajo en la comparación de otros países y niveles de DH seleccionados. Es de 8.380 mientras que el promedio de DH alto es 14.999 y 13.671 de ALC.

También se cuentan con otros tres índices: el de Desarrollo de Género, que mide la brecha entre hombres y mujeres en los logros de DH para 164 países, porque se dispone de esta cantidad de datos comparables; el Índice de Desarrollo Humano ajustado por Desigualdad (IDH-D), que calcula, para 151 países, la desigualdad entre los logros alcanzados en salud, educación y nivel de vida (ingresos), y finalmente se halla el Índice de Desigualdad de Género (IDG), que estudia la desigualdad de empoderamiento entre hombres y mujeres para 160 países. 

Paraguay logra 0,972 en el índice de desarrollo de género, que es prácticamente el mismo del promedio de América Latina y el Caribe (0,977) y logra inclusive un desempeño superior al promedio de Alto DH (0,957), mientras que Brasil (0,992) se ubica arriba.

Desigualdad

La situación ventajosa de Paraguay en el DH, sin embargo, se reduce al considerar las desigualdades. El IDH-D mediante el cual se “ajustan” los logros en DH con relación a la desigualdad del acceso a los mismos, resultan en una disminución. Esto es, una pérdida de DH del 25,5% que es muy significativa, pues se encuentra alejada de la pérdida del promedio de Alto DH, que es 16,0% y es casi la misma pérdida de los países con DH medio (25,2%). En este caso, a medida que baja el nivel de DH aumenta la pérdida en DH debido a la desigualdad.

El IDG cuantifica la desigualdad de género según las dimensiones de salud (para mujeres: tasa de mortalidad materna y tasa de fecundidad adolescente), empoderamiento (por educación y representación parlamentaria para hombres y mujeres) y mercado de trabajo (tasas de participación para hombres y mujeres). 

El logro de integrar el grupo de países con DH alto significa fundamentalmente enfrentar desafíos con mayores exigencias. El principal obstáculo está en los desequilibrios, como lo indican los índices de género y de desigualdad. Enfrentarlos requieren de políticas de Estado de mayor productividad, inclusión y resiliencia teniendo presente la desigualdad vigente y persistente, así como una gobernanza efectiva como factor transversal.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...