Precio justo para los consumidores paraguayos de energía eléctrica

La tarifa eléctrica para los consumidores residenciales de energía eléctrica en nuestro país se encuentra entre las más bajas a nivel mundial. Sin embargo, la fragilidad del sistema de distribución de la ANDE -ante el aumento de la temperatura ambiente que impulsó los consumos del verano, así como algunos eventos climáticos, permite que barrios o ciudades completas se queden sin energía eléctrica- impone la percepción de que la tarifa pagada es elevada debido a la baja calidad del servicio prestado.

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Sin embargo, desde marzo de 2017, con la vigencia del Pliego de Tarifas N° 21, se perjudicó la imagen de la ANDE al aplicarse aumentos de tarifas muy acentuados en algunos casos y modificaciones de criterios de facturación y de grupos de consumo que trajeron más confusión y dudas que soluciones. Estas equivocaciones deben corregirse en la brevedad posible.

Cabe reiterar que este aumento de tarifas se decidió después de dos años de rentabilidad negativa de la empresa eléctrica debido a la contratación inadecuada de la potencia de Itaipú en los años 2015 y 2016.

Los principales errores son:

1) Se basa en un costo marginal de generación, según estudios de una Consultora Internacional, de 44 US$/MWh, que no es real; puesto que el costo de generación de la ANDE del 2017 fue de 28 US$/MWh y nunca superó los 33 US$/MWh. (Representantes de la empresa mencionan que no usaron ese valor, entonces para qué gastaron US$ 600.000 en algo que no usaron).

2) No se cumple lo establecido en la Carta Orgánica de la ANDE , de que no se discriminará entre consumidores del mismo grupo de consumo. Al haber varias tarifas en un mismo grupo de consumo, para que no haya discriminación se deben aplicar las mismas en forma escalonada y no aplicar una sola tarifa. Además, este es el principal inconveniente en los periodos de mayor consumo.

3) Se eliminó la categoría Comercial establecida en la Carta Orgánica de la ANDE y cuyos datos eran utilizados por otras dependencias del Estado y como indicador de la actividad comercial en el país.

4) Aumentaron las pérdidas y la morosidad.

De esta manera, debido a que no se cumplen principios técnicos ni legales y el impacto en los consumidores ha sido tan perjudicial, se debe modificar dicho pliego. Una recomendación es volver, sin pérdidas de tiempo, al pliego anterior N° 20, mientras se realiza el estudio de las mejoras que se puedan plantear en un futuro Pliego de Tarifas N° 22.

Los problemas en el área de distribución ya fueron mencionados en varias ocasiones y reiteramos que es necesario que la ANDE mejore la calidad del gasto de su presupuesto; puesto que en la última década la ejecución del rubro 500 de inversiones apenas alcanzó 30% de lo disponible y solo la cuarta parte de ese valor se destina al área de distribución; es decir, solo se utiliza el 7,5% donde se encuentra el foco del problema. Es como intentar apagar un incendio con un vaso de agua.

Considerando los datos oficiales de ejecución presupuestaria, hasta el mes de octubre de 2018 la ejecución del rubro de inversiones de infraestructura alcanzó apenas el 28,27%.

Es decir, no se puede hablar de falta de recursos, más bien de Gestión insuficiente para que el servicio mejore y por consiguiente, la percepción del cliente sea mejor valorada.

Hace que rija una tarifa justa para el consumidor paraguayo, que empiece con la prestación de un servicio de calidad por el que está pagando, luego evaluar posibles subsidios y/o incentivos a determinados segmentos de consumo.

Ante la vigencia del Pliego de Tarifas N° 21, sectores políticos de la oposición plantean la propuesta de proyecto de Ley “Ñane Energía”, que establece un subsidio de 90 % a 25% para los clientes que consumen hasta 1.500 kWh, que representan más del 90% de los consumidores residenciales y que requiere de una financiación cercana a los US$ 145 millones. Este monto saldría de las binacionales Itaipú y Yacyretá, de los denominados “gastos sociales”.

De este proyecto se observan las siguientes características:

1) Se presenta fuera del periodo legislativo normal, por lo que su cumplimiento no es aplicable en el corto plazo.

2) Incluye al 89% de los consumidores residenciales de la ANDE, sin priorizar a los de condiciones sociales más vulnerables ni fomentar la reducción de la morosidad, el robo de energía o la eficiencia energética como condiciones de aplicación.

3) Se basa en el financiamiento de los llamados “gastos sociales o gastos por responsabilidad social y ambiental”, que se encuentran incluidos dentro de los gastos de explotación de las binacionales y cuyo valor no es fijo y no depende solamente de la decisión de Paraguay y, originalmente, está orientado a resarcir a las zonas circundantes a las represas por los daños sociales y ambientales que produjo la construcción de las mismas.

Además, los valores manejados por Itaipú y Yacyretá no alcanzan a cubrir los recursos necesarios para el cumplimiento de la ley, por lo que podría perjudicar a las finanzas de la ANDE.

4) Los fondos del Fonacide y de los royalties deberían ser utilizados para el cumplimiento de la ley propuesta.

Finalmente, coincido en que los recursos de las binacionales deben destinarse al sector eléctrico, ya que hasta ahora se ha destinado casi nada, solo con el ejemplo del Fonacide, que no canaliza recursos hacia la ANDE; pese a que los mismos se originaron en el sector eléctrico, es más que una necesidad.

No coincido en destinarlos a subsidios, sino más bien a invertir en forma masiva en infraestructura de distribución de energía eléctrica exclusivamente, hasta el año 2023, para solucionar los problemas de cortes en cada verano.

Además, se debe brindar autarquía presupuestaria a la ANDE, eliminar el Aporte Intergubernamental que saca recursos de la ANDE (cerca de 30 millones de dólares al año) y corregir los graves errores del pliego de tarifas vigente.

Mientras debatimos las tarifas, mucha gente se encuentra sin energía; por ello debemos garantizar la continuidad y calidad del suministro eléctrico y dejar para después los otros aspectos; porque la energía más cara es la que no se dispone.

En estos momentos de mayor demanda del sistema eléctrico, con cortes de energía y reclamos por sobrefacturación; genera suspicacias el proyecto, puesto que solo acentúa la ya sensible percepción del consumidor y objeta el uso de los recursos de las binacionales, no reclamado en años anteriores con un sesgo político y lo que necesitamos en el sector es una Política Energética y no que la política domine el sector energético.

(*) Presidente del IAAA Paraguay

US$ 44

La suba de 2017 se basó en un costo marginal de generación de 44 US$/MWh, según estudios de una consultora internacional.

Real

El costo de generación de la Administración Nacional de Electricidad del 2017 fue de 28 US$/MWh y nunca superó los 33 US$/MWh.

Ejecución

La ejecución del rubro 500 de inversiones apenas alcanzó 30% de lo disponible y solo la cuarta parte de ese valor se destina al área de distribución.

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