En todo el país existen 252.735 desempleados y 262.701 personas en ocupaciones precarias, y el aumento de la desocupación y de la subocupación, según destacó Barreto, se registra por una combinación entre la fuerte desaceleración de la actividad económica, en esta primera parte del año, y el incremento de la oferta laboral por jóvenes que ingresan al mercado. Agregó que la menor actividad económica reduce la demanda laboral, ya que muchas empresas se ven obligadas a reducir personal para disminuir sus costos operativos.
¿Qué sucederá con nuestra economía?
El economista destacó que en la medida en que los proyectos de inversión pública se vayan reactivando en los próximos meses estarán impactando en favor del empleo. “Hay obras que fueron adjudicadas y existen proyectos del sector privado, a través de la alianza pública privada, que igualmente están próximos a iniciarse, lo que impactarán en el empleo, especialmente en el del sector construcción”, explicó. Más adelante, esto también estará alcanzando positivamente a los sectores comerciales y de servicios, que son los segmentos en donde la mayoría de las personas trabajan, pero que a su vez dependen del dinamismo de otros sectores como el de la construcción. Insistió, que de la mano de la inversión pública, que reactivaría la construcción, creemos que irá impactando en los demás sectores, agregó. Sin embargo, destacó que se trata de un proceso gradual, que recién lo estaremos observando, posiblemente, en este segundo semestre y en el año próximo, si los proyectos arrancan ya.
Con relación a los efectos climáticos adversos que se registraron este año como la sequía, dijo que normalmente se tiene un efecto rebote posterior en la producción agropecuaria, con una recuperación de la misma, lo que podría observarse en los primeros meses del año próximo. “Es una dinámica que vemos que puede ocurrir en los meses venideros y hacia el año que viene, recuperándose posteriormente el crecimiento normal del país”, vaticinó.
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Consultado sobre su proyección del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año, habló de una estimación entre el rango de 1,5% y un máximo del 2,5%, dependiendo de la ejecución de los proyectos de infraestructura.
“En promedio creemos que es posible que el país crezca este año un 1,9%, dependiendo también si los proyectos se reactiven a tiempo, y que la ejecución sea eficiente en el resto del año. En este junio, a más tardar deberían empezar a ejecutarse los proyectos de inversión, para que el impacto en el empleo se pueda observar en los próximos dos meses”, finalizó.
Paralización de obras públicas
Por su parte, Luis Tavella, miembro titular de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), consultado sobre el aumento del desempleo en el país, dijo que no solo hay que analizar el presente, sino remontarnos de 15 a 20 meses atrás. Dos de las causas, dijo, evidentemente son Argentina y Brasil, que sabíamos que no resolverían sus problemas en corto plazo. Otra causa, acotó, es cuando cambiaron las reglas del juego, a mitad del partido, y eliminaron la deducibilidad en las inversiones. Es decir, las empresas en vez de pagar impuestos a Hacienda realizaban inversiones inmobiliarias y en sus propias compañías. “Esto acabó en 2017 y ya advertíamos que traería una disminución sobre todo en el sector construcción”, acotó. Destacó también la angustiosa paralización de las obras públicas y la poca ejecución de los diferentes ministerios. “Pero lo más preocupante es que no se ve ningún proyecto a corto plazo y tampoco el gobierno está generando confianza para que las empresas inviertan”, lamentó el industrial.
Repuntó
En todo el país existen 252.735 desempleados y 262.701 personas en ocupaciones precarias. La desocupación trepó en el primer trimestre con tasa global del 6,9%.
Duda
Lo más preocupante es que no se ve ningún proyecto a corto plazo y el Gobierno tampoco está generando confianza para invertir, dijo Luis Tavella.