Baños limpios

El baño es una dependencia imprescindible de la casa, porque es el lugar donde nos higienizamos y donde realizamos las funciones de evacuación. Mantenerlo limpio es más que una expresión de urbanidad, un deber sanitario, pues descuidado puede convertirse en una fuente de bacterias y hongos que provocan enfermedades.

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• Papel higiénico

• Un basurero para depositar los papeles usados

• Jabón para lavarse las manos

• Toalla de mano

La higiene empieza por el uso

Después de usar el baño, ya sea para orinar o defecar, se debe descargar la cisterna para limpiar el inodoro.

Los papeles se depositan en el basurero, no en el piso ni dentro del inodoro.

Los varones deben levantar la tapa del inodoro para orinar y cuidar de no salpicar alrededor. Algunos hogares e instituciones cuentan con mingitorio.

Es bueno lavarse y secarse las manos luego de usar el baño.

Hay que extender la toalla luego de usarla.

La limpieza

El piso se barre todos los días y, si es necesario, se lava o repasa.

Se debe escurrir el agua después de bañarse y quitar los restos de cabello que quedan en la rejilla.

Para limpiar el inodoro se usan escobillas con lavandina para desinfectar. Hay que hacerlo, por lo menos, una vez por semana.

Los azulejos necesitan una limpieza profunda con desinfección cada semana, como mínimo. Para ello, se prepara un balde de agua con jabón y lavandina. Se puede usar un cepillo o escoba para fregarlos y, luego de enjuagarlos, es conveniente secarlos con una franela.

Para evitar los malos olores se usan desodorantes, que pueden ser líquidos, en aerosol o en pastillas.

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