El aparato locomotor

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Capacidad: Reconoce la importancia de los cuidados del aparato locomotor: músculos y huesos.

Huesos y músculos

 

Nuestro aparato locomotor se constituye de los huesos, las articulaciones y los músculos, los cuales se encuentran perfectamente articulados para lograr todos y cada uno de los movimientos que el cuerpo realiza.                                                               

Los huesos

 

La gran mayoría de los animales presentan una armazón generalmente dura y mineralizada que recibe el nombre de esqueleto, el cual está formado por un conjunto de huesos que se articulan y cumplen la función de sostén, protección, y constituyen un lugar de unión con los músculos.                                                                                     

Nuestro sistema esquelético presenta diferentes huesos, los que se clasifican de acuerdo a la función que cumplen. Al hueso, se unen tendones musculares y ligamentos. El cuerpo de un hueso largo se llama diáfisis; los extremos expandidos del hueso se denominan epífisis. En el medio hay una cavidad central llena de médula ósea.                           

Los músculos 

 

Entre las funciones del sistema muscular podemos incluir la realización de todos los movimientos del cuerpo, el mantenimiento de la postura y el transporte interno de sustancias.

De acuerdo a su localización, los músculos se clasifican en: Músculo liso: carece de estrías transversales y se caracteriza por presentar contracciones lentas e involuntarias. Está presente alrededor de los órganos internos huecos, como el tubo digestivo y los vasos sanguíneos.                                                                                   

Músculo estriado cardiaco: llamado también miocardio, solamente se encuentra en el corazón; presenta contracciones rápidas e involuntarias.                                                                    

Músculo estriado esquelético: su funcionamiento es controlado voluntariamente por el individuo; suele estar directa o indirectamente unido a alguna parte del esqueleto, por lo tanto es responsable de la locomoción.
  
El cuidado del aparato locomotor

Cuando se piensa en un cuerpo al que le falten los huesos y músculos, salta a la vista la importancia que estos revisten para que el cuerpo funcione normal y armoniosamente.

El tener hábitos alimentarios y estilos de vida saludables desde la niñez son muy importantes para poder desarrollar huesos sanos que a largo plazo ayudarán a prevenir la osteoporosis y posibles fracturas.

El calcio es un nutriente esencial para la salud de los huesos. De hecho, la deficiencia de calcio entre las personas jóvenes es responsable de la pérdida de un 5 a 10 por ciento de la masa ósea máxima, y puede aumentar el riesgo de fracturas en los huesos más tarde. Una dieta balanceada que incluya las cantidades adecuadas de vitaminas y minerales, tales como: calcio, magnesio, zinc, y vitamina D es también importante para la salud de los huesos.

Alimentos ricos en calcio

a. Lácteos: como leche descremada íntegra o entera; yogur puro, sin grasa o bajo en grasa, yogur con frutas, bajo en grasa, queso, etc.

b. Pescados y mariscos: sardinas enlatadas en aceite, secas —incluyendo las espinas—, salmón —incluyendo las espinas—, camarones enlatados, secos.

c. Vegetales: crudos (repollo, brócoli) y cocidos (granos de soja maduros).

d. Tortillas: de maíz, de harina.

La actividad física es importante para desarrollar huesos sanos. Los beneficios de esta se notan de manera más clara en aquellas áreas del esqueleto que llevan el mayor peso, como son las caderas al caminar y al correr, y los brazos al practicar gimnasia y levantamiento de peso para fortalecer la parte superior del cuerpo. Los músculos se fortalecen cuando los utilizamos. El mismo concepto se aplica a los huesos: mientras más trabajo realizan, más fuertes crecen.                                                    

Cualquier tipo de actividad física es buena, pero las mejores para los huesos son aquellas que incluyen cargar su propio peso como: caminar, correr, escalar, bailar, jugar tenis, baloncesto, gimnasia, y fútbol. La natación y el ciclismo promueven la salud general de los niños, pero como los niños no llevan la carga de su peso, estos ejercicios no les ayudan a desarrollar densidad ósea. Los deportes que se practican en equipo pueden ser divertidos y aumentan la autoconfianza, pero no son la única manera de desarrollar huesos sanos.

 

Los dos hábitos más importantes que se deben estimular ahora en los niños para que tengan huesos saludables de por vida son: una nutrición adecuada y suficiente actividad física.

Actividad

Elabora un párrafo de no menos de cinco líneas sobre la importancia de la actividad física para mantener sanos los huesos y músculos.

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