Ataviar la ilusión

Este artículo tiene 7 años de antigüedad
/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2393

Líneas sin mucho sentido durante su más tierna infancia, el trazado de bocetos siempre formó parte de su cotidianidad, hasta que, finalmente, arraigó en ella el deseo de dedicar su porvenir a una carrera todavía poco escudriñada en el Paraguay: el diseño de vestuario audiovisual. 

Lía Monserrat González Barbosa (27) saltó a la escena artística de la moda local en el 2012, tras consagrarse como la ganadora del Pilar Puro Talento. Tras aquella primera experiencia y posterior exitosa presentación de su primera colección en el Asunción Fashion Week, Monse –para familiares y amigos–, finalmente, decidió enfocar su camino hacia las cámaras. 

Su trabajo como vestuarista, que se inició de la mano de la referente Tania Simbrón, se puede conocer a través de filmes como Luna de Cigarras (2014), Felices los que lloran (2014), Los Buscadores (2016) o más a profundidad mediante el último largometraje nacional: Leal (2018), película en la que se consagra como directora de vestuario. 

Con una especialización en Estilismo para Cine y Audiovisuales en el Instituto Europeo de Diseño de Barcelona, España, Lía es también propietaria de Karameguã, un emprendimiento mediante el cual desea suplir la gran necesidad de atuendos para audiovisuales que existe en el Paraguay.

Egresada en Diseño de Moda, ¿cómo surgió tu entusiasmo por el vestuario audiovisual?

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Me incliné por el Diseño de Moda tras una larga historia, pues dibujar fue mi pasatiempo desde muy pequeña. Aunque nunca lo vi como una profesión para el futuro, bocetaba todo tipo de prendas. Recuerdo que de niña tenía el interés de estudiar Biología, pero en el último año de mi educación secundaria decidí lanzarme al Diseño. En el tercer año de carrera se inició mi interés por las ramas de la moda y así comencé a incursionar en otras cosas paralelas al diseño de prendas de pasarela, que, finalmente, es a lo que la mayoría se vuelca una vez que finaliza sus estudios. Buscando opciones, me topé con un curso de Asesoramiento de Imagen dictado por Tania Simbrón y, conversando con ella, me enteré de lo que es el diseño de vestuario. Así me inicié.

¿Empezaste rápidamente a trabajar en el rubro?

Sí. Después de un par de meses, Tania me llamó para asistirle en un comercial y, posteriormente, fui desarrollando conocimientos con ella, quien me dejó acompañarla como su mano derecha durante mucho tiempo. Crecí de su mano, y finalicé la facultad sumamente involucrada en el diseño de vestuario y amando profundamente el cine.

No obstante, también te involucraste en el diseño de moda durante un corto periodo...

Sí, a la par de mi trabajo con Tania, también diseñaba moda de pasarela. Me postulé en tres ocasiones para el Pilar Puro Talento y el 2012 era la última oportunidad que tenía como alumna de la carrera. Quedé entre los 10 finalistas y gratamente gané el concurso, que también me abrió paso para presentar mi primera colección en el Asunción Fashion Week. Ese fue el año en el que debí tomar decisiones importantes. Se me abrieron dos caminos bien grandes, pues podía enfocarme en el diseño de moda propiamente dicho o seguir con el trabajo que ya venía haciendo con Tania. Aunque mi colección gozó de éxito y aceptación, no podía negar mi enamoramiento con el audiovisual.

A la hora de elegir, ¿qué fue lo que te convenció?

Mi equipo. Disfruto mucho de la gente, del clima en el que se trabaja. Si hay algo que públicamente siempre digo es que lo que más amo del audiovisual es mi equipo, las personas con las que día a día trabajo.

Tras aquella única colección, ¿dejaste totalmente de lado el diseño de moda?

Formalmente, sí. Aunque siempre estoy diseñando algo, no lo hago a nivel de presentar públicamente una colección, pues toma tiempo y dedicación y, además, tiene su costo. Desde que finalicé mis estudios, incluso mucho antes, mi trabajo como vestuarista ya ocupaba todo mi tiempo.

Desde que te iniciaste ya tuviste la ocasión de trabajar con numerosas producciones...

Así es. Aunque durante mis primeros años mi trabajo se complementaba con el de Tania, quien era la directora de vestuario, me permitió ser parte de un sinfín de comerciales, cortometrajes y largometrajes, como Mangoré, Los Buscadores o Felices los que lloran, posteriormente, con la vestuarista argentina Nora Lia Alaluf. Durante mi tiempo en España, donde realicé una especialización en Estilismo para Cine y Audiovisuales, también logré aprender mucho con la vestuarista María Reyes (El Orfanato, Lo Imposible) en la serie de Netflix, Merli.

¿Cómo se da la oportunidad de trabajar sola?

Se puede decir que me lancé como jefa de vestuario con una publicidad de Synchro Image y Maneglia-Schémbori Realizadores, quienes trabajaban en una campaña para Oritel en aquel momento. Se trató de un rodaje de seis días, un proyecto grande que me brindó la posibilidad de iniciarme y poder seguir sola a partir de allí.

¿Y en el cine?

Se dio la ocasión con un cortometraje llamado Jejui y ahora con Leal mi primera experiencia en largometraje como directora de vestuario. En esta película, mi mayor desafío fue vestir a 60 actores y otro centenar de extras. Fue una travesía el obtener los permisos para utilizar los uniformes militares. Estábamos a dos días de rodar y todavía no me confirmaban una autorización que habíamos gestionado desde el día uno; sufrí muchísimo.

¿El ser vestuarista también implica estar constantemente mirando tendencias de afuera?

Sí, por eso trato de estar siempre en movimiento, traer un poco lo de afuera. Pero más que las teorías, es saber cómo lo hacen en el extranjero. En el Paraguay todavía dependemos mucho de los recursos que hay acá. Siempre es un malabarismo enorme trabajar en el cine paraguayo, pero eso es finalmente lo que más valoran afuera, que sabemos hacer de todo para conseguir que salgan las cosas como deben ser.

¿Recursos?

Sí, en cuanto a vestuario, en el Paraguay, por ejemplo, no contamos con un alquiler de vestuario, que es una gran ventaja que tienen en otros países. Aunque ya hay dos lugares de alquiler de vestuario: De Película, de Tania Simbrón, en el que se puede hallar un stock bastante grande de prendas para audiovisual, y Karameguã, un emprendimiento que iniciamos con Luján Riquelme hace un par de años y con el que de a poco también estamos supliendo esa gran necesidad de vestuario, todavía hace falta mucho camino por recorrer.

¿Las marcas no colaboran en este aspecto?

No, aquí no existen marcas que destinen prendas para producciones audiovisuales. Los tiempos son complicados, se corren muchos riesgos de que la ropa se pierda, se dañe o similar.

¿Estamos todavía muy atrás con relación al cine?

No, no estamos lejos, pues solamente los Estados Unidos son un fenómeno aparte con sus películas. En el resto del mundo es casi lo mismo que en nuestro país; se trabaja de la misma manera. Hoy, en el Paraguay, estamos creando cine de clase internacional, con un nivel altísimo de producción. En muchas ocasiones sufrimos la falta de recursos, pero lo logramos igual. En el caso del vestuario, es fundamental para dar vida a un personaje; no es ropa nomás, sino caracterizar a un personaje de forma histórica, cultural y social. Es mucho trabajo creativo.

Tras Leal, ¿ya hay otros proyectos similares?

Sí, ya me encuentro trabajando en la preproducción de otra película. Se trata de Paraguaya, de Luis Vera. Aún no puedo brindar detalles, pero cada proyecto es muy particular y un desafío.

El cine paraguayo no solo ha logrado llegar a la cima internacional, sino que ha arrastrado consigo un excesivo talento paraguayo digno de aclamar.

Lía González

Diseñadora de Modas y Vestuario por la Universidad Americana, con una especialización en Estilismo para Cine y Audiovisuales en el Instituto Europeo de Diseño, España, llega a la cúspide de su carrera con el más reciente largometraje paraguayo: Leal.

Karameguã - Diseño & Vestuario 

Caracterizado por ser uno de los dos alquileres de vestuarios existentes en el Paraguay, Karameguã fue fundado hace tres años por Lía González y Luján Riquelme. 

Ambas profesionales del rubro, además de ofrecer vestuario para comerciales y filmes, se ocupan también –junto con Tania Simbrón– de brindar talleres de vestuario ante la creciente necesidad y la escasa propuesta que se ofrece para formarse en el área.

nadia.cano@abc.com.py

Fotos: Celso Ríos, gentileza