Dinámica femenina

Edith Mariela Báez Balbuena (37) se destacó siempre por su gracia y atractivo exterior, logrando que su belleza natural no solo le abriera puertas hacia los reinados de belleza, sino también en el campo laboral; no obstante, tras 11 años de carrera bancaria, su destino la llevó a replantearse objetivos.

Así empezó una carrera en la que, además del acompañamiento en el diseño de la imagen personal, manteniendo la armonía de la belleza interna con la externa, busca crear un nuevo modelo de pensamiento sobre la imagen femenina.

Asesora de imagen con un diplomado en Garbo Imagen y coach ontológico profesional por la Escuela Recrearte, lleva adelante workshops y talleres in company para mujeres activas que buscan un cambio integral en sus vidas.

En el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), Mariela invita a redescubrirse y brillar con dinamismo femenino, para lograr ser mujeres activas a través de la conferencia Súper Mujer, el cartel que nos colgaron.

¿De qué se trata Súper Mujer? Por sobre todo, este evento es para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y abordará, principalmente, tres temas. Primero, sobre cómo mantener el equilibrio entre ser femenina y el feminismo. Actualmente, vivimos dentro de un sistema en el que se quiere imponer el feminismo alocado, el que nos lleva a los extremos y nos empuja a la soledad, pues nos enfrenta constantemente a los hombres. El segundo tema lo desarrollaremos bajo el lema de Súper Mujer; de quién es ese ideal que perseguimos. Hoy nos exigen demasiado e, incluso, no nos permiten sentir. Por último, pero como punto central de la conferencia, vamos a hablar sobre si estás siendo la mujer que querés o la que te dijeron que debés ser. Hoy son pocas las mujeres que son lo que quieren, y son una rareza. Con Súper Mujer pretendo que las decisiones que tomemos como mujeres sean nuestras y no las impuestas por la familia, el trabajo o la sociedad.

¿Hace cuánto tiempo que te dedicás a asesorar? El trabajo como consultora en talleres in company lo realizo hace ocho años, pero le di la formalidad de empresa con un trato personalizado hace apenas un año.

¿Cómo se inicia tu interés por la estética? Cuando tenés pasión y, además, la habilidad de escuchar a la intuición, eso que está destinado a vos te termina encontrando.

Encarnacena de cuna, me mudé a Asunción hace 17 años por una propuesta laboral que logré gracias a mi imagen. Desde muy pequeña mamé todo lo relacionado a la estética. Mi madre es modista y ese constante trabajo de hermosear a las mujeres fue un gran empujón siempre. En Encarnación tuve la oportunidad de ser Miss Itapúa y, posteriormente, me presenté a Miss Paraguay, en el que obtuve la corona de primera princesa. Mi imagen siempre me ayudó; incluso, a lograr mi primer empleo. Esa experiencia fue mi primer eslabón laboral y la que me abrió los ojos sobre la importancia de la estética.

¿En qué momento decidís dedicarte a la asesoría de imagen? Tras 11 años de carrera bancaria, llegó un momento en el que decidí cerrar un ciclo y abandoné el sistema de dependencia, para impulsarme por cuenta propia. La decisión la tomé pensando en que ninguna empresa se merece tener a un empleado desanimado, y tampoco un empleado se merece seguir si ya no se encuentra a gusto en su lugar de trabajo. Siempre fui de promover el bienestar entre mis amigas, por lo que al abandonar el banco, abrí una minipeluquería: un espacio pequeñito, pero que me dio independencia. Empecé a trabajar para las mujeres de manera mucho más cercana, a conectar con ellas, escuchar sus realidades y experiencias. Descubrí mi habilidad de escuchar y me iba sintiendo a gusto con esa sensación, y al cabo de un corto tiempo inicié cursos de asesoría de imagen. Me encantó potenciar y ayudar al ánimo de las mujeres. Al poco tiempo empecé a brindar talleres in company enfocado a mujeres, que finalmente me llevaron a reconocer mi propósito.

¿Tu trabajo es meramente estético? Muchas personas subestiman todavía el impacto que tiene en una mujer empezar a cuidar su imagen y regalarse espacios para ella. Pero mi foco y objetivo es que las mujeres encuentren el equilibrio entre su estética externa y su belleza interna. Claro que puedo guiar a mejorar la apariencia física de una y la va ayudar por un tiempo, pero si no se incorpora cambios reales, no funciona. Mi trabajo es un todo. Más que embellecer de manera externa, mi labor es generar una sociedad de mujeres plenas, más seguras y con cariño propio.

¿La falta de seguridad en las mujeres es un problema creciente? Actualmente dormimos, con suerte, 7 h y el resto del tiempo estamos activas, y lo estamos para todo y todos, por lo que cuando una mujer desea generar un espacio para ella, no sabe cómo hacerlo y, cuando lo hace, siente culpa. Muchas mujeres me buscan porque desean promocionar su trabajo para obtener un crecimiento laboral y saben que un cambio en su imagen es parte de ese todo que será de ayuda, otras simplemente lo hacen porque quieren un cambio de look sin darse cuenta, en ese momento, que no necesitan innovar algo exterior, sino tomar acciones dentro de su vida a nivel general.

¿Qué tipo de acciones? Terminar una relación que hace mucho murió, cambiar de empleo, dedicar tiempo a su familia, ordenar su vida de un modo a tener más tiempo para ella. Existen un sinfín de acciones a tomar en cuenta, y todo eso se descubre mediante una asesoría. La gran mayoría de las mujeres que buscan mi ayuda lo hacen por dos grandes motivos: el cambio de imagen para lograr el crecimiento profesional y la transformación estética exterior. En este último caso, en el proceso también impulsamos en las mujeres a fomentar su confianza, adquirir la seguridad suficiente para que ese cambio también sea interior.

¿Ese deseo de cambio siempre está ligado a la inseguridad? No siempre, ya que en muchos casos, más bien, está asociado al cierre de un ciclo, a la búsqueda de otra versión de una misma. Sí existen cada vez más mujeres deseosas de un cambio externo, pero cada vez también hay un mayor número de ellas que desean cultivar el cambio interno. Las mujeres plenas se hacen sentir en su familia, su puesto laboral, su lugar de esparcimiento. El impacto es inmediato y lineal, y ese deseo de cambio es cada vez más palpable. Las mujeres se están cuidando más y reclaman cada vez más espacios para ellas. Sin embargo, a mi juicio y según mi experiencia, sigue siendo un desafío como sociedad.

Una vez cultivado ese cambio integral, ¿cómo se hace para no decaer en viejos hábitos? Lo que buscamos es cambiar al observador de las mujeres y generar un compromiso. Nuestro trabajo es diferente e innovador, pero, por sobre todo, integral. Lo que hacemos es promover ese compromiso de mantener ese cambio que se logró.

Su afán por propagar ese sentimiento de plenitud que encontró como mujer la lleva a ser como un aire de frescura para otras mujeres deseosas de encontrar cambios positivos que perduren en el tiempo.

Día Internacional de la Mujer

Institucionalizado por decisión de las Naciones Unidas, en 1975, cada 8 de marzo se conmemora la lucha de la mujer por la igualdad de oportunidades en la sociedad.

La primera celebración del Día Internacional de la Mujer se realizó en países como Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, y su conmemoración se ha extendido desde aquel tiempo a otros continentes. Hoy es una fecha reconocida y celebrada a nivel internacional.

 || nadia.cano@abc.com.py Fotos Claudio Ocampo, gentileza